La certeza del oficialismo uribista en una fácil victoria de su candidato Juan Manuel Santos en las presidenciales del 30 de mayo, se desvanece tras la reiteración de encuestas de opinión que señalan el avance sostenido de la candidatura del ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus.
El propio presidente “se muestra inquieto, turbado, con los nervios a flor de piel”, según señala un corresponsal europeo. Es que la suerte de Uribe, que lleva dos mandatos consecutivos, está muy ligada a la continuidad política que significaría una victoria de Santos, que fue su ministro de Defensa. Hace un mes nadie ponía en duda ese resultado. Pero ahora, el avance del Partido Verde, reforzado con algunos apoyos menores pero respetables para la ciudadanía, ha cambiado las perspectivas. Y si Santos no gana, toda la gestión de Uribe marcada por la corrupción y vínculos con el paramilitarismo y sus matanzas de campesinos, sindicalistas y activistas por los DD.HH. quedaría expuesta a investigaciones judiciales.
Juan Restrepo, ex corresponsal de Televisión Española en Bogotá, afirma que “no es ningún disparate pensar que a Uribe le espera el banquillo de los acusados por los crímenes y desafueros cometidos por su gobierno”. Aunque las normas electorales le prohíben implicarse en la campaña, en los últimos días ha promovido reuniones con legisladores en las que intenta movilizarlos para que hagan todos los esfuerzos posibles para revertir la tendencia del electorado.
En los últimos meses la justicia colombiana estableció que al menos 2.000 jóvenes de barrios empobrecidos fueron asesinados por militares para luego identificarlos como “guerrilleros muertos en combate”. Gracias a estas trágicas farsas lograron cobrar recompensas económicas y ascensos. Y en estos sucesos aparecen implicados tanto Uribe como su candidato Santos. Y este sólo es uno de los múltiples escándalos que salpica al uribismo.
Por eso el avance de Antanas Mockus tiene un enorme impacto en la fase final de la campaña electoral. El riesgo de terminar juzgado y condenado como el ex presidente peruano Fujimori es el sombrío futuro que inquieta a Uribe. Si su candidato Santos no se impone con más del 50 por ciento en la primera vuelta, los pronósticos indican que Mockus puede imponerse en la segunda que debería realizarse el 20 de junio.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info