Como informamos oportunamente, en la sesión del 20 de abril el Concejo Deliberante declaró, tras diez años de insistencia por parte de los vecinos de la Sociedad de Fomento del Barrio Los Almendros, “Patrimonio Cultural de la ciudad de Bahía Blanca” al primer tanque de suministro de agua local y los piletones de enfriamiento, sin olvidarnos del “añoso arbolado” que los circunda, en un terreno de la ex OSBA, en Zelarrayán 2700, que se encontraban en estado de abandono.
Acompañados de su vicepresidente, dr. Carlos Paoletti, en la Sociedad de Fomento del Barrio Los Almendros pudimos ver la documentación de mayo de 1996, en que luego de una asamblea del Consejo Vecinal Norte, quedó instalada la preocupación por el predio que en ese momento “cumplía sólo la función de punto neurálgico de conexión de cañerías de agua”, de acuerdo a informaciones de Obras Sanitarias. Los vecinos comenzaron así las gestiones del caso ante los concejales.
Cinco años después, se sumó el Museo y Archivo Histórico de nuestra ciudad que se encontró con que había que definir la propiedad del terreno antes de ser declarado como Lugar Histórico, poniendo como ejemplo el caso del tanque de agua de Villa Harding Green, donde luego de hacer una investigación histórica del lugar, iniciar el trámite de cesión del terreno en la ciudad y elevarlo a Provincia para que esta lo ceda al municipio, se pudo concretar la reseña.
Mientras tanto, en 2004 surgió por parte del delegado Francisco Vega y de autoridades de la Comisaría Segunda, la idea de establecer en el lugar una dependencia policial.
La respuesta de los vecinos no se hizo esperar y se canalizó a través de una carta a los concejales y al propio intendente, Rodolfo Lopes, donde señalaban: “Suponemos que el abarrotamiento de chatarra vieja, producto de actuaciones policiales y judiciales que hoy se encuentra en la Delegación Norte, y que es cuestionado por la vecindad, pretende ser transferido a un terreno más densamente poblado, ubicado sobre una vía de acceso rápido a la ciudad. Es decir que se cambia una idea del fomentismo de un proyecto que vincula la historia, la niñez y la urbanización, por uno que por su uso cambia absolutamente el sentido inicial”. Claramente, la iniciativa de los fomentistas iba un poco más allá de la declaración como Lugar Histórico.
Proponían además que el terreno sea transferido a la Municipalidad como se hizo con los que hoy ocupa la Escuela 17 y tratar de vincularlo con la Delegación, ya que se encuentra a sólo tres cuadras, y con las características arriba mencionadas más una pequeña inversión, se podría instalar una pileta de natación para niños, como de hecho tienen otros sectores de la ciudad.
También tenían en cuenta las recurrentes crisis de agua que presenta Bahía Blanca y proponían no desestimar la potencialidad de los surgentes, más la red existente para constituir geográficamente cooperativas de agua potable con el manejo de los propios consumidores, proyectando una clara incursión en la economía solidaria.
Y de paso, “terminar con la incongruencia de calefaccionar la Escuela 17 con gas, teniendo en la vereda opuesta un caudaloso surgente que puede dotar de calefacción gratuita al establecimiento”.
Finalmente podemos decir que una de las etapas de esta historia ha tenido un final feliz, ya que el tanque y los piletones hoy son formalmente aceptados como parte de nuestro patrimonio cultural. Resta el traspaso definitivo del terreno y la concreción de los proyectos vecinales.