El barrio Tierras Argentinas es el lugar destinado para realizar el proyecto de un grupo de estudiantes de la cátedra Proyecto Final. Por parte de la comunidad vecinal se manifestaron con alegría al pensar en que se puedan mejorar las condiciones de vida actuales, recibiendo al equipo y acompañando en el proceso.

El enfoque de este proyecto se centra en encontrar soluciones alternativas para garantizar acceso al agua potable y saneamiento en los asentamientos informales existentes en la ciudad. «Estamos saliendo del sistema porque tenemos sesenta mil personas en condiciones de vulnerabilidad grave viviendo en estas condiciones. Esto es una realidad. Es la misma cantidad de habitantes que tiene la ciudad de Viedma o Tres Arroyos», detalló el profesor titular de la cátedra, Horacio Varela.

Desde esta perspectiva, el docente reconoció que para lograr la mejora en las condiciones de vida de la comunidad, tienen que justificar el costo económico del proyecto. Por este motivo, durante los primeros dos fines de semana de abril realizaron una encuesta a las mil familias que conforman el barrio con el fin de “conocer qué cantidad de personas adultas, adultas mayores y niños hay, cómo afecta el problema de la gastroenteritis, qué cantidad de personas se enferman a lo largo del año y que termina en el hospital, o no”, ejempificó.

Esta información es la que respaldará la realización del proyecto y eventualmente, si se logra, una efectiva ejecución. Cabe señalar que cada propuesta es gestionada en colaboración con la Municipalidad de Bahía Blanca y el área correspondiente a la temática a tratar. “En este caso, estamos trabajando con la Secretaría de Política Social, porque la problemática es social”, remarcó Varela.

La propuesta es al revés del procedimiento que se está llevando adelante actualmente en la ciudad, “lo primero es consolidar la situación de la gente, hacerlos propietarios del terreno, buscar la formalidad legal, que es más lenta y burocrática, para después darle agua y demás servicios. Por eso, salimos a buscar una alternativa por fuera del sistema. Y si es posible, ¿en qué condiciones, con qué costos y cuál es el número que justifica esa inversión?”, enfatizó.

Búsqueda de opciones

La primera etapa del proyecto consiste en hacer un trabajo testigo, para ver si se pueden dar en los barrios con asentamientos informales, agua y sanidad. “Es decir que el agua no dependa de ABSA y las cloacas, en lo posible que tampoco dependan 100% de esta empresa”, subrayó.

Para lograr eso, trabajan con las surgentes de agua cercanas al barrio y, para las cloacas, están trabajando con “algunas plantitas chiquitas de una o dos manzanas. Se hace un ensayo con algún biodigestor o algo por el estilo”, añadió Varela.

“Hay un recurso que está disponible, que es agua potable de muy buena calidad, que lo usó la ciudad antes de tener el dique Paso Piedra. La ciudad se abastecía de esas surgentes, y la mayoría están funcionando, casi todos están en la periferia donde justamente están los asentamientos informales. Entonces, el análisis consiste en que si el impedimento de darle agua de ABSA a la gente, es la formalidad, por qué no podemos utilizar este otro recurso que la ciudad dejó de usar, pero tranquilamente lo puede retomar y de paso no carga tanto la red”, justificó.

El trabajo de este grupo de estudiantes es verificar la posibilidad técnica para presentar el proyecto a quienes correspondan y se pueda concretar. “En definitiva, es un recurso público que estará bajo la órbita de la Provincia o de la Nación, pero se podría gestionar para que la Municipalidad lo disponga y mejore las condiciones de salud de la población, y no impacte después en el Hospital Municipal, dónde también los insumos lo pagamos todos”, comparó.

Integración Académica y Social

El Proyecto final de la carrera de Ingeniería Civil en la UTN busca enfocar la elección hacia una problemática urbana, mediante un trabajo en grupo para brindar una posible solución. “La relación entre el estudio de la ingeniería y la realidad social es bastante poca en ambas universidades de nuestra ciudad. Nuestro objetivo en la cátedra, sobre todo y desde la facultad, es que los alumnos tomen contacto con esta realidad a medida que van avanzando en la carrera. Que tengan acceso a estos problemas reales y al contacto con la gente”, aseguró el profesional.

En relación a lo específico de la formación académica destacó, “que el dato sea real es lo más importante. Por eso realizan la encuesta en los barrios. Necesitan tener un dato cierto para cargar su modelo de resolución. La bonanza, o no, de su proyecto va a depender fundamentalmente del dato que encuentren, y eso es lo que tienen que aprender”, concluyó Varela.

Compromiso Vecinal

Por parte de la comunidad local, la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, dialogó con la secretaria de la Sociedad de Fomento del barrio, Ana Tommasone, que fue una de las principales impulsoras del trabajo y recibió con entusiasmo al grupo de estudiantes y personas voluntarias que visitaron el barrio con el fin de realizar la encuesta.

Tommasone resaltó el compromiso de la comunidad en la implementación del proyecto. «La recepción de la gente del barrio fue excelente», dijo. «Siempre estuvieron dispuestos a colaborar y participar en las encuestas para mejorar su calidad de vida». También recordó que hace diez años que tenía el terreno pero no se animaba a mudarse porque no conocía a nadie. “Estoy en el barrio hace seis años más o menos, y el año pasado formé la Sociedad de Fomento. Desde que llegué traté de buscar y sumarnos en todos los proyectos que traigan una mejora a la comunidad”.

En esta búsqueda sostenida por incorporar personas o instituciones que colaboren con una mejora en el barrio, la referente barrial agregó que también se unen las familias de un barrio vecino. “Nueva Argentina, es relativamente nuevo, empezaron a construir en 2019 por ahí, en la pandemia y está pegado a nosotros y tienen muchísimas más necesidades, así que tratamos de apoyarnos entre todos”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías