El 18 de julio de 1983, meses antes de la llagada de la democracia, comenzó a funcionar la Sociedad de Fomento del Barrio Coronel Estomba, que además tiene bajo sus influencias el sector del “Matadero”.
Hablamos del área comprendida entre las calles Vieytes, Terrada, Presbítero Biggio y Coulin. Allí fueron construidos entre fines de la década del 70 y principios de los 80, a través de distintos programas de vivienda, casi 700 hogares en cómodos complejos habitacionales.
Los vecinos cuentan con una amplia sede en Viamonte 2700, compartida desde hace años con el Jardín 945 que reduce mucho los espacios para el normal desarrollo de las actividades fomentistas y del Centro de Jubilados.
Igualmente, se las arreglan para brindar distintos servicios a los 1200 socios que colaboran con $ 1 al mes. Por ejemplo, años atrás gestionaron en la Secretaría de Acción Social del municipio, cuando ésta era conducida por Oreste Retta, la implementación de clases de apoyo escolar con copa de leche, a la que hoy concurren más de 30 chicos, aunque sea bajo el Plan de Alfabetización en jaque desde la asunción de Breitenstein.
“Cuando se produjo el recambio de gobierno, nos dijeron que no contemos más con la maestra. Hoy la tenemos pero ad honorem y con la colaboración de la Sociedad de Fomento que le paga los gastos de traslado. Antes lo único que hacíamos era atender a los chicos y a la maestra. Ahora le dijeron en la Municipalidad que no venga más… pero, ¿qué hacemos con los chicos? Vamos a esperar a ver qué pasa”, dice triste, la presidenta Carmen Ramón.

Actividades truncas
Pero la parte educativa no es la única en problemas: “Tampoco nos mandan más al profesor de gimnasia ni al de salsa. Yo fui a la Municipalidad y me dijo Mariana Gatti de Juventud que las clases van a ser en Alsina 65… Pero yo digo que si dan en la Municipalidad ¡la gente de los barrios no puede ir! Acá viene la que no tiene para el Tarjebus, la madre que ya dejó a los chicos en la escuela o terminó de trabajar. Vienen acá como un lugar de encuentro, ¡para eso está la Sociedad de Fomento!”, señala enérgicamente Carmen.
Hoy sólo quedan las clases de tango, con una gran concurrencia “porque la gente quiere hacer algo”. En este caso, la enseñanza está a cargo de un vecino que desinteresadamente presta su tiempo: “Da gusto cuando viene la gente joven”.

Realidades y vaivenes
La realidad del barrio Estomba es bastante más favorable que la de otros sectores del norte. En la actualidad, la principal necesidad tiene que ver con la instalación de luminarias, aunque hace rato que no tienen éxito al respecto: “No nos dan bolilla. Este gobierno que pasó decía hoy, mañana… Además hay muchos cambios en la Delegación. En estos dos años cuando uno empezaba a conocer al Delegado ya se estaba yendo. El actual me parece que también se tiene que ir… ¡Así que no sé cuantos vamos a tener en estos cuatro años!”, afirma la fomentista.
Las autoridades de Estomba están muy contentas con la existencia y la labor que viene desarrollando el Consejo Vecinal Norte. “Con la comisión que está ahora voy seguido. Está muy bien porque ayuda al delegado. Es como te decía, el delegado no sabe tanto de los barrios, en cambio la gente del Consejo sí tiene más idea de las necesidades de la gente. Me gusta y espero que siga así”, sostiene Carmen.
Por último, al igual que los dirigentes de la Agrupación Scout presentada en ediciones anteriores, los vecinos insisten en reclamar por el estado lamentable que presenta la Plaza Cabré Moré. Y por otro lado, en la entidad fomentista esperan poder organizar talleres de manualidades u otras actividades para las mujeres mayores y para eso anhelan la colaboración del municipio.
Especial agradecimiento de los fomentistas al dr. Gabarini “por cómo dejó la Unidad Sanitaria que hace años que lo único que hacíamos era cambiarle la cerradura”. Hoy cuentan con cómodos consultorios donde son atendidos alrededor de 100 pacientes por día en pediatría, clínica, odontología y podología, además de la asistencia social y psicológica. “Antes era un galpón con dos consultorios para atender a la gente, hoy es un hospitalito”, remata feliz la presidenta de la institución.