I.Sat dedicará los domingos de mayo a
mucho del mejor cine argentino de este principio de siglo.

Si los televidentes quisieran iniciarse en la filmografía argentina, ponerse al
día -porque el último estreno local que vieron fue una comedia de Olmedo y
Porcel- o rever algún favorito, este ciclo dominical del canal de cable I.Sat -uno
de los pocos que ofrece diversidad- les dará una inmejorable oportunidad desde
las 16:00 horas en adelante.
Comienza el domingo 7 de mayo con Abrir
puertas y ventanas (2011) de Milagros Mumenthaler; La suerte en tus manos (2012) de Daniel Burman; Días de vinilo (2012) de Gabriel Nesci
y Elefante blanco (2012) de Pablo
Trapero.
El 14 llegarán Historias Extraordinarias
(2008) de Mariano Llinás; La
reconstrucción (2013) de Juan Taratuto y XXY (2007) de Lucía Puenzo.
El 21 será el turno de La princesa de
Francia (2014) de Matías Piñeiro; El
estudiante (2011) de Santiago Mitre; Tiempo
de valientes (2005) de Damián Szifrón y Wakolda (2013) de Lucía Puenzo.
Y la despedida el 28 con Los Marziano
(2011) de Ana Katz; Música en espera
(2009) de Hernán Goldfrid; Dos hermanos
(2010) de Daniel Burman y Crónica de una
fuga (2006) de Adrián Caetano.
Quizás el título más excepcional sea Historias
Extraordinarias por su propuesta de tres historias paralelas y únicas, que cosechó
premios dentro y fuera del país y por sus cuatro horas de duración que la hacen
difícil de exhibir o programar asiduamente.
Hay dos de Lucía Puenzo: su opera prima sobre la intersexualidad y el thriller Wakolda y dos de Burman que reflejan sus
diferentes estilos de trama: las protagonizadas por un alter ego -como La suerte en tus manos- y las que no -como Dos hermanos-.
La reconstrucción es especial por la
interpretación lucida de Diego Peretti y por ser el único drama rodado por Taratuto
hasta el momento.
Y algunos otros que tientan por poco distribuidos, como Abrir puertas y ventanas y La
princesa de Francia o por súper publicitados, como el drama Elefante blanco con protagónico de
Ricardo Darín.
En total quince largometrajes de diversos géneros, de producción cercana a la
industria, independiente o directamente “a pulmón” como El estudiante -la opera prima de Santiago Mitre-, de directores más
o menos consagrados, pero cada uno atractivo por derecho propio.