Unas quinientas personas se
concentraron el viernes frente al Palacio Municipal y marcharon a la Cámara Federal
de Apelaciones, en repudio a la decisión del tribunal de otorgar
excarcelaciones a treinta y seis represores acusados de crímenes de lesa
humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.

La apresurada retirada del sol otoñal no hizo mella en la convocatoria. Pasadas
las cinco y media de la tarde del viernes, al menos medio millar de personas se
dieron cita frente al Palacio Municipal bahiense para expresar enérgico repudio
al fallo de los jueces Ángel Argañaraz, Ricardo Planes y Augusto Fernández, que
otorgó a treinta y seis represores el beneficio de la excarcelación, en
contrario del criterio que fijó la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación
y sin atender siquiera al estado de prófugos que revistieron en su momento
algunos de los imputados beneficiados por la medida.
El acto fue convocado, entre otros, por la Comisión de apoyo a los Juicios, Madres
y Abuelas de Plaza de Mayo, agrupaciones de derechos humanos de Bahía Blanca, Monte
Hermoso y Viedma, y respaldado por agrupaciones políticas, sindicales y
estudiantiles. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Capital
Federal y su similar neuquina enviaron adhesiones al acto, que también contó
con el apoyo de la Comisión Provincial por la Memoria presidida por el ex
fiscal bahiense Hugo Cañón.
También se hicieron presentes juventudes políticas como la JP Evita, el
Colectivo Kirchnerista, la Corriente Güemes y La Cámpora, y partidos de
izquierda como el Partido Obrero (PO), el Partido Comunista (PC) y el Partido
Comunista Revolucionario (PCR), entre otros.

Nuevo tribunal
Antes de comenzar con la lectura del comunicado elaborado para la ocasión,
los organizadores difundieron la resolución de la Cámara Federal de Casación
Penal, que designó un nuevo tribunal para los juicios por crímenes de lesa
humanidad que debían comenzar el último 26 de abril y fueron suspendidos por la
recusación que cayó sobre los magistrados entonces designados.
Los jueces ahora elegidos son José Mario Triputti (se desempeña en el Tribunal
Oral Federal de La Pampa), Jorge Ferro (de la Cámara Federal de Apelaciones de
Mar del Plata) y Martín Bava (juez en Azul, provincia de Buenos Aires).
“Saludamos que al fin tenemos un Tribunal conformado”, se indicó desde el
micrófono principal, ubicado sobre la vereda de calle Alsina situada frente a
la sede de gobierno comunal.

La vieja historia de la impunidad
“Un capítulo más se escribe en la historia de la impunidad. A la extensa
cadena de acontecimientos que tienden a retardar el castigo a los responsables
del genocidio, entorpeciendo la acción de la Justicia, la Cámara Federal de
Apelaciones de Bahía Blanca ha sumado la inconcebible excarcelación a treinta y
seis represores procesados por crímenes de lesa humanidad”, comienza el
documento conjunto elaborado por los organizadores de la movilización y leído
durante el acto.
Desde la calle, carteles sostenidos por vecinos bahienses retrataban a los
magistrados responsables de la medida. “Según parecen haber entendido estos
funcionarios, los ahora imputados excarcelados, acusados de burlar durante años
a la Justicia tras haber cometido las más aberrantes violaciones a los derechos
humanos, no entorpecerían la consecución del proceso penal”, se dijo desde el
micrófono central.
“El más elemental sentido común puede inferir que la posibilidad de recibir
importantes condenas, dado el carácter y el número de sus crímenes, pueden
resultar por sí solos motivos suficientes para fugarse. Medios económicos,
contactos y logística son elementos con los que han contado sus camaradas
profugados y que, sin dudas, también estarán al alcance de los recientemente
liberados”, indicaron los convocantes.
“No parece haberse sopesado en la balanza de los integrantes de la Cámara
Federal el riesgo que su disposición implica para víctimas, testigos,
querellantes, militantes y vecinos en general. La comunidad toda se encuentra
en estado de indefensión por cuanto está expuesta a cruzarse en las calles con
quienes han demostrado sobradamente ser enemigos de los más elementales
principios democráticos”, consideró el documento leído.
Tras la lectura de las adhesiones recibidas para la ocasión, la marcha de unos
doscientos metros de extensión tomó por calle San Martín hasta Yrigoyen, concentrándose
nuevamente en la sede de la Cámara Federal de Apelaciones sita en calle Mitre,
donde se explicitó el repudio.