Profesionales de la UNS y del CONICET desarrollaron un proyecto para la
detección temprana de enfermedades como el Alzheimer mediante el registro de
los movimientos de los ojos de una persona al momento de leer. EL trabajo fue
premiado recientemente en un Congreso Internacional de Psiquiatría.

Entre el 10 y el 12 de noviembre se llevó a cabo en Capital Federal, el 22º
Congreso Internacional de Psiquiatría el cual premió un trabajo
interdisciplinario de la Universidad Nacional del Sur titulado “Registro de
movimientos oculares durante la lectura de proverbios para diagnosticar
enfermedad de Alzheimer”.
Básicamente el proyecto busca un diagnóstico temprano de Alzheimer a través del
registro de los movimientos de los ojos de una persona al momento de leer.
A través de la forma en que lee una persona se puede predecir cómo su cerebro
procesa la información. Según se informó, con solo quince minutos de lectura,
se puede contar con suficiente información como para saber si la persona
estudiada tiene problemas relacionados con la memoria, la atención, la
concentración y otros aspectos cognitivos del ser humano.
“Es una mención de honor dentro de una categoría que era Psiquiatría Clínica”
señaló á EcoDias respecto a la distinción recibida en el congreso, el doctor Osvaldo
Agamennoni. Él es profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y
de Computadoras (UNS) e investigador del Instituto de Investigaciones en
Ingeniería Eléctrica (UNS-CONICET). Agamennoni es uno de los miembros del
equipo de trabajo que lleva adelante el proyecto y que está integrado también
por el doctor Gerardo Fernández de CONICET, el psiquiatra David Orozco de la
Clínica Privada Bahiense y el doctor Pablo Mandolesi por parte de la UNS CIC.
Agamennoni le contó a EcoDias en una entrevista, que hace aproximadamente ocho
años comenzaron a trabajar en el modelado de los movimientos oculares durante
la lectura: “Digamos en personas que son sanas, de distintas edades y a partir
de una hipótesis que se nos ocurrió hace unos cinco años donde tuvimos una idea
de que se podría llegar a poder detectar cuando hay aceptaciones en la memoria
de trabajo de las personas en función de que cambiaría el patrón de lectura
respecto de personas normales. Comenzamos un trabajo con pacientes con
Alzheimer incipiente y corroboramos esa hipótesis”.
La técnica utilizada se llama justamente de modelado de los movimientos
oculares y lo que se hace es un registro mediante un equipo que contiene una
cámara de muy alta velocidad que saca mil imágenes por segundo: “Nos permite
saber bien dónde está el ojo parado en cada instante y entonces con eso modelar
cómo es el patrón de movimiento ocular”.
El estudio de las imágenes procesa el modo en que la persona lee lo cual después
puede llevar a diagnosticar la existencia de alguna problemática o no. “La
persona normal cuando lee no es que hace un barrido tipo escáner sobre el texto
sino que se detiene unos doscientos milisegundos más o menos en promedio, en un
punto. Levanta la información de ese punto, después hace lo que se llama
movimiento sacádico hacia otro punto del texto, de allí también levanta
información entonces toda esa información que va levantando la va guardando en
la memoria de trabajo y con eso de alguna manera hace predicciones sobre adónde
moverse el nuevo movimiento y es digamos una predicción que obviamente la puede
hacer cuando funciona bien la memoria de trabajo de la persona”.
Cuando esa memoria no funciona correctamente, las predicciones no son tan
buenas, la persona puede fijarse en lugares irrelevantes de la lectura o tener
que volver para atrás para recordar lo que leyó. Entonces, al registrar ese
movimiento se brinda una perspectiva de cómo el cerebro trabaja esa información
que recibe: “Te permite ver porque cuando el ojo focaliza un punto es porque de
ahí está levantando información, entonces cómo hace los siguientes movimientos
tiene que ver con cómo ha procesado esa información. Entonces si hay capacidad
cognitiva como para procesarla bien nos damos cuenta de la persona que no la
tiene”.

Una herramienta más
En cuanto a la participación o a la utilización de este método por parte de
los profesionales médicos, Agamennoni comentó que la idea es que éstos puedan contar
con el proyecto como una herramienta más “dentro de toda la batería de estudios
que se hacen cuando se trata de determinar algún tipo de patología de este tipo”.
Acerca de los resultados obtenidos hasta aquí, destacó que han sido muy buenos
porque se logra de alguna manera determinar los estadios de manera muy
temprana: “Además de la ventaja de que es el objetivo porque no es un test
psicológico en donde interviene mucho la subjetividad del profesional que la
lleva adelante o el estado de estrés de un paciente porque tiene que hacer
actividades a las cuales no está acostumbrado como un dibujo o completar
algunas formas o contar para atrás, cosas que por ahí son estresantes. Acá como
leen y en voz baja no hay ningún tipo de estrés”.
Continuando con la importancia de los diagnósticos tempranos, Agamennoni
agregó: “La idea es que con esto ante una duda cognitiva, un paciente que tenga
dudas sobre el desempeño de su memoria que a veces ocurre, es normal en
personas de cierta edad, se pueda llegar a determinar si hay algún deterioro
incipiente o no”.
SI bien reconoció que en un contexto interdisciplinario a veces es difícil
lograr un dialogo común, resaltó lo obtenido a través de la unión de todas las
ramas intervinientes: “Es muy enriquecedor porque son distintas disciplinas que
se apoyan unas a otras. Nosotros desde el área nuestra tenemos un montón de
técnicas y herramientas que nos permiten ayudar al procesamiento de la
información”.
En relación a los costos económicos que el trabajo puede llegar a abarcar, se
desconoce de un número concreto pero no se estima que tenga valores muy
onerosos: “Es costoso desde el punto de vista que no es una cámara de video
común, es una cámara de video de alta velocidad que es más costosa que una
cámara de video común. Pero eso con el tiempo se va abaratar muchísimo y además
comparado con otras herramientas y otros equipamientos de diagnóstico, es mucho
más económico”.
Aparte del Alzheimer, el método puede servir para otras enfermedades
relacionadas con la salud mental: “De hecho se está trabajando ahora en
distintas patologías como esquizofrenia, depresión, también hay algunos
indicios de que se pueden llegar a detectar por ejemplo Parkinson”.
Agamennoni explicó que el grupo recibió colaboración de una universidad alemana
experta en el modelado de movimientos oculares: “La idea de aplicar esto al
deterioro cognitivo es nuestra, es de acá de Bahía. Después tuvimos la
colaboración de gente del Hospital Municipal en un principio para conseguirnos
pacientes”.
Acerca del carácter local de la iniciativa, EcoDias consultó a Agamennoni sobre
el nivel de investigación en Bahía Blanca y cuánto se investiga justamente en
nuestra ciudad: “Muchísimo, lo que pasa es que es poco lo que por ahí se conoce
o la opinión pública conoce pero yo he vivido toda mi vida acá y conozco mucho
de los institutos donde se desarrollan investigaciones, departamentos de la
universidad y es importantísima toda la actividad que se desarrolla. Tal vez
que tomen estado público algunas pocas cosas no quiere decir que no se hacen
muchas”.