La psicóloga Angélica Padula, coordinadora de Política
de Género y Derechos Humanos a nivel municipal, explica cuáles son los métodos
que se ponen en práctica ante un caso de violencia de género en Bahía Blanca.
En la edición 397, EcoDias publicaba una nota en la que dos concejalas, una del
oficialismo y otra de la oposición, brindaban sus pareceres acerca de la labor
que se realiza en la ciudad ante los casos de violencia de género.
EcoDias quiso saber más del tema y por eso se dirigió directamente a la
Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, que depende de la Secretaría de
Promoción Social de la municipalidad. Allí encontramos a la psicóloga Angélica
Padula quien es la coordinadora de Política de Género y Derechos Humanos y del
servicio Promover que es el que ofrece asistencia y prevención en lo que
refiere a violencia familiar y maltrato infantil.
Según explicó, Promover está conformado por psicólogos, trabajadores sociales y
abogados pero no están solos ya que desarrollan su tarea en una mesa local
junto a otras instituciones y ONGs: “El objetivo es articular trabajos, en
Bahía Blanca se trabaja fuertemente el tema de violencia pero nosotros sabemos
que si no nos articulamos y trabajamos en red se superponen intervenciones y
hay veces que se generan mayores ineficiencias”.
Una de las primeras cuestiones que comenzaron a tratar en el último tiempo,
refiere a la carencia de una estadística oficial local: “Nos parece muy
importante porque decimos que un buen tratamiento depende de un buen
diagnóstico y para tener un buen diagnóstico necesitamos saber cuáles son las
estadísticas locales. Cada institución lleva su propia estadística pero hemos
conformado entre todos un registro común de modo tal de poder apropiarnos de
ese material y de esa información y poder operar en consecuencia.
Fundamentalmente nos reunimos la gente que está trabajando en terreno, es decir
Defensoría, ONGs, Promover y demás. Y después nos reunimos con los concejales
cada dos o tres meses de modo tal de ir poder articulando también desde lo
legislativo algunas cuestiones que tienen que ver con agilizar esta situación”.
Asesinatos
El femicidio es un tema que preocupa enormemente, señaló Padula quien
agregó que según datos de Casa del Encuentro, una ONG de Capital Federal, se
registraron 260 femicidios durante 2011: “Cada 31 horas ha sido asesinada una
mujer y lo más importante de pensar es que la gran mayoría fueron ultimadas por
parejas y ex parejas. En nuestra ciudad hemos vivido este año, y es de público
conocimiento, situaciones donde uno siempre dice que el peligro mayor es la
muerte de la mujer en manos de parejas y ex parejas. Otra cuestión que nos está
preocupando mucho es el tema de lo que se llama femicidio vinculado que es
cuando el individuo no le hace daño directamente a la mujer sino a sus hijos.
Esto me parece una cuestión altisimamente preocupante de la que nos vamos a ir
ocupando, trabajando fundamentalmente en red”.
Trabajar con la urgencia
Consultada acerca de qué es lo que se hace cuando se presenta un caso de
violencia de género, Padula destacó que en violencia siempre se trabaja con la
urgencia y se establecen estrategias acordes a la situación: “Lo que se hace es
un abordaje multidisciplinario con la trabajadora social, la psicóloga, el abogado,
etc. y vemos en qué estado está la situación: si ya se efectuó la denuncia, por
eso trabajamos también con la Comisaría de la Mujer; si no se efectuó; si está
corriendo peligro inminente se hace lo que se llama una restricción, se toman
medidas donde la mujer y sus hijos son alejados del núcleo familiar o del
victimario. Si se ven los derechos de los niños vulnerados, intervienen los
servicios sociales por eso también trabajamos articuladamente con otras
dependencias de niñez como son los servicios locales”. Es decir, asistencia,
contención, ayuda inmediata, y en caso de que la mujer no tenga un lugar donde
estar, primero se intenta una solución a través de familiares o amigos de la
víctima. Si esto no funciona, se cuenta con la Casa Refugio que alberga
temporariamente tanto a la mujer como a sus niños: “Ahora tenemos otro lugar
más y estamos buscando otras posibilidades frente a esta situación”.
Una de las concejalas entrevistada por EcoDias, había hecho mención a la falta
de recursos para destinar a este tipo de problemáticas. Al respecto, Padula
dijo: “La mesa local va a conectar junto con la Secretaría de Derechos Humanos
provincial, donde una de las cuestiones, además de brindarnos una capacitación,
es la posibilidad de recibir un dinero que sirva para estos casos donde la
persona no tenga donde poder ubicarse, poder tener un dinero mensualmente que
pueda ser utilizado por cualquiera de nuestras instituciones”.
Mujeres que vuelven
Si bien el registro único se está confeccionando, lo que sí se puede decir
que un 95 por ciento de las víctimas son mujeres y que la gran mayoría sufrió
agresión por parte de su pareja o ex pareja.
Ahora bien, existen casos en que pese a los golpes recibidos, la mujer vuelve
al lugar que habita con el golpeador. A veces la ignorancia lleva a que muchas
personas opinen erróneamente y hasta insultantemente contra la mujer cuando se
da una situación de este tipo: “Está lo que se llama el Síndrome de Indefensión
Aprendida, si uno se pone a pensar esto, tendría que pensar en términos de
género. Género es una construcción social, son una serie de creencias, de
mandatos, de qué es ser varón y qué es ser mujer en esta sociedad. Una de las
cuestiones que aparece es esta sumisión con respecto a la figura del varón. Sumisión,
búsqueda de seguridad a través de la figura del varón. La mujer aparece
volviendo una y otra vez o enojándose, recuerdo las justificaciones que
aparecen frente a situaciones de violencia, me acuerdo de una mujer con una
fractura de un brazo producto de golpes que le propinó su pareja y a lo cual
ella todo el tiempo se justificaba y decía que se había caído mal”.
Dependencias
Existe cuestiones que llevan a que la mujer tal vez siga confiando en el
golpeador, esperando que cambie y hasta adaptándose a la demanda que él
propone: “Lo que se llama Síndrome de Indefensión Aprendida es este síndrome
donde la mujer, las características de sumisión y dependencia fueron valoradas
como rasgos femeninos, como síntomas de ser una buena mamá o ser una buena
esposa y donde peligra realmente su integridad y su vida. Por eso también me
parece importante, lo estamos trabajando, que el tema de la niñez sea mirado
con perspectiva de género. Entonces, también abordar de forma integral, niñez y
género, me parece que puede dar resultados preventivos frente a esta
situación”.
Otro signo común es cuando la víctima hace una denuncia y luego la retira
porque se arrepiente ya que siente temor que puede venir por, entre otros
factores, depender económicamente de su pareja o ex pareja: “Siente que está,
por sus características, muy aislada del resto, muy dependiente de esta figura
y también esta es una característica que aparece. Un día la mujer denuncia en
un lado, después retira la denuncia o se arrepiente, o no se atreve a hacerla,
es como un largo recorrido donde hay que trabajar su baja autoestima,
fortalecerla”.
Desde Promover se está pensando en trabajar con mujeres de manera grupal para
clarificar, fortalecerse y desnaturalizar cuestiones que están impuestas como
si realmente correspondieran: “Muchas veces, el tema de la dependencia
económica es un tema fuertísimo. La mujer no es solo amenazada sino que se la
amenaza con que no se le va a dar dinero, que se la saca de la casa, que los
chicos no van a poder ir a la escuela y alimentarse. Frente a estas cuestiones,
junto al tema de una maternidad, la made tiene que soportar todo y además”.
Circulo de terror
El fortalecimiento de la víctima se hace necesario sobre todo cuando la
culpa ocupa un espacio importante: “Se da lo que llamamos nosotros el circuito
de la violencia. La tensión sube se produce el estallido, aparece el golpe, el
insulto, después aparece lo que se llama la luna de miel. El individuo se
arrepiente, promete dice que nunca más lo va a hacer, la mujer le cree y reaparece
y vuelve a generarse otra vez el círculo. En este círculo el desgaste es cada
vez mayor, siempre la mujer espera que él cambie, que cumpla con su promesa”.
Hasta aquí algunos conceptos de cómo se trabaja en la ciudad y también otros
que refieren a casos cotidianos de violencia de género y las características
que presentan las víctimas. Un tema para seguir reflexionando y trabajando ya
que los números siguen creciendo día a día.
Trabajar con el golpeador
En violencia se puede trabajar y ayudar a la víctima, pero si no se realiza
una labor con el agresor, éste va a seguir repitiendo sus actos violentos.
Según Padula, este fue un tema recurrente en el último Congreso Internacional
de Maltrato. Si bien los agresores presentan rasgos que no permiten que se les
ayude “lo que se expresaba ahí con mucha fuerza es que habría que hacer un
trabajo con maltratadores. Hay algunos que lamentablemente no podemos trabajar,
pero yo creo que hay posibilidades de trabajar. Hay una experiencia muy
interesante en El Nido (…) Me parece que hay que retomar esta idea y ver qué se
puede hacer al respecto”.
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt
2023– Copyleft. Todos los derechos compartidos / Propietario: Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda. / Domicilio Legal: Gorriti 75. Oficina 3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). Contacto. 2914486737 – ecomedios.adm@gmail.com / Directora/coordinadora: Valeria Villagra. Fecha de inicio: julio 2000. DNDA: En trámite
Desarrollado por Puro Web Design.