Según se informó desde la Secretaría de Salud de Bahía Blanca, ha habido un crecimiento en los nacimientos en 2008, llegando a 4607 y una destacada disminución en los decesos, que bajaron de 12, 3 a 9,6 por mil.

Todos los años para esta época, las autoridades locales del área de Salud reciben los informes del Ministerio de Salud provincial referidos a la siempre preocupante mortalidad infantil y sus estadísticas. Afortunadamente, desde hace algunos años, la tasa de mortalidad infantil en Bahía Blanca viene en descenso. Esa disminución, dicen desde las áreas con competencia en este tema, se debe a los trabajos realizados en materia de prevención y promoción de la salud, y también en lo que concierne a asistencia social.
Más allá de estas causas, que no son las únicas, lo cierto es que la mortalidad infantil bajó y mucho en Bahía. Los números proporcionados arrojan una disminución del 12,3 por mil registrado durante 2007 a un 9,6 por mil para 2008, datos que responden a las últimas informaciones recibidas desde el citado ministerio.
Esta tasa de medición, que mensura los fallecimientos de menores de un año, cuando hay bajas, señala buena prevención e indicadores de mejor calidad de vida y bienestar, es por eso que cuando hablamos de mortalidad infantil debemos relacionarla directamente con pobreza e indigencia, es decir la población de escasos recursos.
En conferencia de prensa, el médico Guillermo Quevedo, secretario de Salud municipal, anunció: “Desde el año 1999 Bahía viene disminuyendo su tasa significativamente, en ese año era de 14,6 por mil y el último valor del año 2008 arroja 9,6 por mil con una diferencia considerable a la obtenida en 2007”.
Para definir esta tasa se establecen dos valores: uno en el denominador que expresa la cantidad de fallecimientos en niños y niñas menores de 1 año, mientras que el numerador marca la relación existente con la cantidad de nacidos y nacidas vivos, “y se discrimina en dos formas, una tasa de mortalidad neonatal temprana y una pos neonatal. La primera fundamentalmente relacionada con el sistema de salud, los servicios de neonatología, los controles de embarazo y los controles neonatales precoces. Ahora, las tasas posneonatales, que es a partir a de los 27 días hasta los 365 días del niño, están más en relación con cuestiones medioambientales y con cuestiones relacionadas con la pobreza como aquellas posibilidades de enfermedades infectocontagiosas, que son las causas más frecuentes de deceso en la posneonatal, como las enfermedades gastrointestinales, respiratorias y la deshidratación”.

Números positivos
Los datos del Ministerio alcanzan al conjunto de la Región Sanitaria I. De allí se concluye que de una población de 668 mil habitantes, la cantidad de nacidos vivos trepó de 9474 a 9777. Esto significa un aumento de la tasa de natalidad. Y si bien la cantidad de defunciones se mantuvo similar -de 99 en 2007 pasó a 100 en 2008-, el número mayor de niños y niñas nacidos modifica la tasa mortalidad de 10,5 a 10,2 por mil en 2008.
Por otro lado, y refiriéndonos solamente a la ciudad de Bahía Blanca, la situación es más notoria “porque no solamente aumentaron la cantidad de nacimientos, de 4323 a 4607, sino que la cantidad de defunciones bajó de 53 a 44 y éste es el impacto importante en la tasa de mortalidad que baja de 12,3 a 9,6”.
Decía Quevedo que había dos tipos de tasa de mortalidad. Una de ellas, la neonatal, bajó de un 5,1 por mil durante 2007 a un 3,9 por mil en 2008. Por su parte, la posneonatal lo hizo de 7,2 a 5,6: “Esto habla específicamente de la eficacia y mejoramiento de nuestro sistema de salud, de la mayor accesibilidad de la comunidad a ese sistema, de la vinculación estricta y directa entre estos valores y la pobreza y de las políticas sociales implementadas justamente para solventar aquellas demandas que la comunidad en este sentido se hace”.

Causas
“Las prenatales son todas las vinculadas al embarazo, directamente relacionadas con las tasas de mortalidad neonatal, esto es malformaciones congénitas, nacimientos, prematuros, nacimientos de bajo peso, por eso están en directa vinculación con el sistema de salud. Cuanta mayor cantidad de controles se realizan en una embarazada, menos probabilidad hay que de que tenga un bebé de pretérmino o de bajo peso. Todos aquellos programas de promoción de la salud, de prevención de enfermedades, aquellos relacionados con salud sexual y procreación responsable, impactan directamente sobre estos valores”, explica Quevedo acerca de las causas de la mortalidad infantil, entre las cuales están las posneonatales: “Por enfermedades, las gastrointestinales como diarreas, vómitos, consecuencia esto de la deshidratación, lo cual conlleva a las internaciones, la complicación y el deceso. También tenemos las respiratorias, y entre ellas la bronquiolitis como la que mayor impacto produce. Desde 2003 se implementó un programa de contingencia para la bronquiolitis que vincula las unidades sanitarias con una asistencia precoz y se evita que el paciente menor de 1 año concurra al hospital”.
Según el funcionario en 2003 se internaban entre 250 y 270 pacientes; hoy son 250 pacientes solamente en el Penna, que asiste a toda la región, y 80 en el hospital Municipal: “Todas las políticas relacionadas con el fortalecimiento de la atención primaria impactan directamente sobre estos valores, todas las políticas relacionadas con el fortalecimiento de las maternidades o los servicios de neonatología, más capacitación en la terapéutica, en la asistencia de niños de bajo peso o prematuros implican mayor supervivencia de los mismos. Lo importante de todo esto son todos los aspectos de prevención”.
En comparación con otras ciudades de la provincia, la que más se acerca a las cifras bahienses es Vicente López, dice Quevedo: “En relación al resto de la provincia tenemos una tasa relativamente baja y comparado con el resto de la región, salvo Patagones y Dorrego, todos los demás partidos tienen una tasa superior a la nuestra”.

Acción integral
En la conferencia brindada por Quevedo también estuvieron el secretario de Promoción Social, Ariel Zaballa, y la subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Sandra Polak.
Polak, reforzando los argumentos de Quevedo en cuanto a los trabajos que se realizan para disminuir las tasas, destacó que desde los programas dependientes de la subsecretaría se benefician 1700 niños, además de las 3200 situaciones trabajadas desde los servicios de promoción y protección de los derechos.
También habló de la asistencia a 20 mil familias en forma permanente y de los 420 niños y niñas que concurren a las diferentes escuelas deportivas municipales: «Estas acciones muestran un trabajo integral en defensa de los derechos del niño”. A su vez, Zaballa señaló: “Desde 2008 se asisten a las familias de menores recursos con diversos programas, y podemos poner como ejemplo la Tarjeta Social que apunta a aumentar no sólo la cantidad, ya que se duplicó su valor, sino la calidad de su utilización, a través de dictados de cursos de educación alimentaria para optimizar los recursos».