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La necesidad de una planificación integral a largo plazo
Recientemente, un proyecto del gobierno municipal, busca ceder tierras públicas destinadas a espacios verdes para la construcción de pistas de speedway y motocross, poniendo nuevamente en jaque la conservación del frente costero bahiense.
Categoría: Opinión

Recientemente, un proyecto del gobierno municipal, busca ceder tierras públicas
destinadas a espacios verdes para la construcción de pistas de speedway y motocross,
poniendo nuevamente en jaque la conservación del frente costero bahiense.

En diciembre de 2017 el Automoto Club y el Club de Pilotos de Motocross de
Bahía Blanca, con el consentimiento de palabra dado por funcionarios públicos del
Municipio de Bahía Blanca (MBB), comenzaron las obras de relleno y delimitación
perimetral de terrenos públicos ubicados sobre la Ruta Nacional Sur Nº 3, a la
altura del km 692. El objetivo esla construcción del “Circuito de Speedway y
Motocross Bahía Blanca” asignando 10 y 11 ha, respectivamente, a escasos metros
del Balneario Maldonado y de la Reserva Costera Municipal. Las obras comenzaron
sin el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado, y sin haberse convocado a
la Audiencia Publica en Materia Ambiental como lo establece la Ordenanza 14.253
con el objetivo de; “conocer la opinión
de la ciudadanía respecto de una decisión administrativa o legislativa a
tomarse
”. En este sentido, al no haberse respetado el debido proceso
administrativo, ambos clubes incurrieron en un acto de usurpación de tierras
públicas. Tanto el Sr. Intendente Héctor Gay, como así también, la responsable
del área de Gestión Ambiental, Lic. Adriana Chanampa, y el Subsecretario de
Planificación y Desarrollo Urbano, Arq. Luis Pites, obraron con absoluta
connivencia para que esto ocurra.

El EIA presentado en forma conjunta por ambos clubes, e incluso su ampliación
posterior solicitada tras haber sido rechazado por el mismo MBB, fueron
totalmentetendenciosos y en esencia, muy deficientes ya queno cubrieron los
aspectos ambientales y sociales críticos del proyecto, como tampoco los
impactos ambientales negativos más significativos, muchos de ellos de carácter
irreversible y no mitigables.
En este sector se ubica el Parque Marítimo Almirante Brown, el cual, según el
Código de Planeamiento Urbano esta categorizado como Zona Urbanización Parque
(UP3) “Parque Marítimo Almirante Brown, corresponde a zonas
destinadas a espacios verdes o parquizados de uso público”.
En este
sentido, se plantea como incompatible con el objetivo de “recuperación de costas” planteado en documentos de planificación
preexistentes; el Plan de Desarrollo Urbano de Bahía Blanca del año 1970 y su
reformulación de 1986, el Plan Estratégico de Bahía Blanca del año 1999 y las
reformulaciones de los Códigos de Planeamiento Urbano y Edificación del año
2008. En dichos documentos esta zona ya había sido reconocida como un sector
donde se promovieran las actividades al aire libre como el camping, la
natación, los circuitos de salud, la observación de aves, etc. compatibilizando
con el uso recreativo y de esparcimiento que actualmente se lleva a cabo en el
Balneario Maldonado. En concordancia con estos conceptos, la Comisión Asesora
Permanente de Planeamiento en su Acta 549 en alusión al proyecto de las pistas expresó
claramente la incompatibilidad de la actividad privada en un sector público
sugiriendo la relocalización del mismo. En otro documento técnico, emanado por la
propia Subsecretaría de Gestión Ambiental, se deja en claro que, de llevarse a
cabo las pistas “lejano estaría a
mantener un equilibrio con el entorno circundante y las actividades que fueron
planteadas para su creación
”.
En el año 2015, el MBB firmo voluntariamente un compromiso internacional ante
la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras que aplica sobre la Reserva
Costera Municipal. Es decir, se comprometió a no llevar adelante acciones que
generen impactos negativos sobre las aves playeras migratorias y sus hábitats. Está
comprobado que la exposición a los ruidos generados por este tipo de vehículos
ocasiona serios daños sobre las aves y la salud humana. Así, según lo
manifestado por los responsables de este proyecto, se prevé que la emisión de
ruidos se llevará a cabo durante todo el año, afectando de forma directala
biota y a la población local en un radio de menos de 500 metros (Barrio Vista
al Mar ex Villa Caracol). Este punto crítico no fue abordado en el EIA.
A escasos metros del área, se encuentra la Reserva Costera Municipal. Para el observador
poco experimentado, y en particular paralas distintas gestiones municipales (responsables
del saneamiento del lugar), paradójicamente arbustales y cangrejales fueron y son
considerados como terrenos “baldíos”. Sin embargo, en este sector de una complejidad
paisajística aparentemente pobre, existenhumedales y relictos de vegetación autóctona
con un importante valor de conservación. Este sistema de humedales brinda
múltiples beneficios directos e indirectos a través de servicios ecosistémicos.
Los humedales son indispensables para la vida por los servicios que brindan:
desde el suministro de agua dulce para consumo humano, alimentos, materiales
para la construcción, medicinas naturales, sitios de recreación y turismo,
protección costera, regulación de las inundaciones, la recarga de aguas
subterráneas y la adaptación y mitigación al Cambio Climático Global. El frente
costero de Bahía Blanca fue identificado como uno de los sectores más
vulnerables del ecosistema y en caso de concretarse este proyecto, se
acentuarán aún más los procesos de fragmentación y empobrecimiento ecológico.
Ya fue publicado en la literatura especializada, que, debido a sus
características geomorfológicas, la costa de la bahía Blanca, sufrirá más
tempranamente los efectos del incremento del nivel del mar debido al Cambio
Climático Global. Este aspecto no ha sido tenido en cuenta al momento de pensar
el desarrollo del sector, el cual debería ser preservado manteniendo sus
características naturales. Dicha medida garantizará, en el corto plazo, una
mejor calidad de vida de sus habitantes, a través de la generación de espacios
verdes que faciliten el contacto de los habitantes con la costa. A largo plazo,
evitará el uso de recursos económicos públicos para mitigar, por ejemplo, los
efectos de las crecidas y la erosión costera, simplemente dejando que operen los
procesos naturales de los sistemas de humedales y marismas sin costo alguno,
como lo vienen haciendo por cientos de años.
Echando mano a la historia reciente, encontramos un caso que bien sirve para
ejemplificar como ciertas malas decisiones políticas impactan sobre el bien
común, por lo general sobre los sectores socialmente más vulnerables. La
instalación de la planta de tratamientos cloacales Tercera Cuenca, por ejemplo,
generó un impacto ambiental irreversible para el Balneario Maldonado (hoy
funcionando con agua de perforación) y pérdidas económicas. Desoyendo las
recomendaciones técnicas que desestimaban la ubicación de la planta en la zona
interna de estuario, se procedió a su instalación. Ante las reiteradas fallas y
los elevados niveles de bacterias coliformes se debió clausurar el balneario
por dos años y se redujo el uso de agua de marea para las piletas. Hoy estamos
cometiendo errores similares, lo cualescobran mayor relevancia si consideramos la
existencia de zonas alternativas que generarían menores impactos ambientales, incluyendo
dentro de estos la sobrecarga de tránsito vehicular sobre una zona que ya está
al límite de su capacidad.
Es tiempo que desde el Municipio de Bahía Blanca se inicie un camino que
promueva la búsqueda de la convivencia entre las actividades propias derivadas de
una ciudad en crecimiento y la conservación de la biodiversidad. Este primer
paso podría darse incorporando en una planificación integral estos sistemas de
humedales costeros, reconociendo su vulnerabilidad y garantizando su
sustentabilidad a largo plazo. La instalación de cualquier emprendimiento en
este sector debe garantizarla continuidad de los procesos biológicos en
funcionamiento, dentro de los cuales se incluyen los servicios ecosistémicos
que brindan beneficios directos para el bienestar de la población. Los
funcionarios municipales, bajo su único rol de meros administradores temporales
de los bienes públicos, deberían de velar para que esto finalmente suceda.

Adhieren las siguientes instituciones: Gekko-Grupo de Estudios en Conservación
y Manejo de la UNS, Tellus-Asociación Conservacionista del Sur, Consejo
Argentino de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, Comisión de
Especies Emblemáticas del Municipio de Bahía Blanca, AVDA-Asociación en Defensa
del Ambiente de Gral. Daniel Cerri, Guardianes del Estuario, docentes
universitarios e investigadores del CONICET, Club de Observadores de Aves de
Bahía Blanca Loica Pampeana y Estación de Rescate de Fauna Marina “Guillermo
Indio Fidalgo”.

*Por Pablo Petracci

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2018-07-31 00:00:00
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