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La mies en sazón
Es imprescindible tratar de tener una visión del conjunto de lo que sucede. Esta semana pasaron varias cosas (hechos, procesos, fenómenos) que es necesario contextualizar.
Categoría: Opinión

Es imprescindible tratar de tener una visión del conjunto de lo que
sucede. Esta semana pasaron varias cosas (hechos, procesos, fenómenos) que es
necesario contextualizar.
En primer término,
el discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante
el G-20 y la posterior entrevista entre la primera mandataria y el primer
mandatario. En cuanto al discurso, baste decir que en el documento final del
G-20 los primeros puntos de la declaración se adaptaron para reflejar lo que
había planteado Cristina en su discurso. No sólo eso, sino que el presidente
francés Sarkozy tomó otros aspectos señalados por la presidenta para
“militarlos” como propuesta de modificación de las actitudes del capitalismo
financiero. Esto no había sucedido nunca en la historia. Lo mismo la
advertencia, elegante pero firme, que le formuló Cristina a Obama: que si no
hacemos el esfuerzo de equilibrar la balanza comercial entre ambos países, Argentina puede tomar otro camino, como dificultar la
remesa de utilidades a las casas matrices de las empresas o comprar maquinarias
en terceros países cuyo balance comercial con nosotros sea más favorable. Esto
no había sucedido nunca y sucedió. 
Por otro lado, hubo un intento bastante serio de atentar contra la estabilidad
del dólar. La embestida fue frenada por varias acciones llevadas a cabo de modo
conjunto y coordinado. Una es la que describe Verbitsky en su columna
dominguera de Página/12. Dice que al mediodía desde el Banco Central llamaron a
un banco privado que había vendido 1.200 millones de dólares. El funcionario
del banco privado lo negó. El funcionario del Banco Central le marcó el lugar
en que se había realizado la operación, la sucursal y la caja en que había
ocurrido la transacción. Y, continúa relatando Verbitsky, “sabían hasta el
nombre de la cajera”. En definitiva se había tratado de un error de asiento y
la operación era en verdad de 120 mil dólares. No obstante, sirvió para evaluar
la determinación de las actuales autoridades, porque no sólo tienen las
espaldas anchas en lo que a reservas se refiere, sino que saben de economía,
saben de historia y saben cómo hacer reflexionar a los poderosos del mundo.
A esta altura de los acontecimientos ello no es poca cosa. Se pudo contener una acción hostil contra el
dólar, pero la reflexión es más amplia.
Mercedes Marcó Del Pont lo
explicó con claridad en una charla el sábado al mediodía en la Biblioteca
Nacional. El hecho lo refleja con amplitud una nota también de Página/12, del
especialista en Economía Raúl Dellatorre, cuando dice: “La presidenta del Banco
Central dijo: ‘No
estamos ante una crisis por excesiva desregulación del mercado, sino que es una
crisis larga, de más de treinta años, en la cual se van sucediendo diferentes
episodios. Es una crisis que nace en un cambio de patrón de acumulación, que
ahora se llama financiarización. Y que la Presidenta la planteó muy claramente
como una tendencia al anarcocapitalismo’,
un sistema descontrolado en el
que la ganancia financiera se apartó de la actividad productiva. Ante ello,
enfatizó finalmente, Argentina va a avanzar fortaleciendo las herramientas del
Estado y rechazando ‘todas esas falacias del neoliberalismo, que pretenden hacernos volver
atrás; a ellos les decimos que, esta vez, las profecías autocumplidas no van a
ocurrir’
”.
En este lado del mundo, el análisis del mercado granario y acerca de los
recientes anuncios en torno del trigo, efectuado por gente que habitualmente
quiere buscar “pelos en la leche”, sorprendió por ser laudatorio. Ello se
reflejó en la frase: “No es lo mejor, pero soluciona problemas”. Viniendo de
operadores tradicionales, este tipo de expresiones son llamativas, porque
hablan de que se ha consolidado una política económica en función de los
intereses nacionales y populares. La conclusión la expresa con nombre y
apellido un productor tradicional de Dorrego: “¿No será que tenemos que hacer
nosotros cooperativas?”. Esto dijo el productor Irazusta, que en apariencia no
tiene antecedentes que predigan que fue “comprado” por el oficialismo. La nota
aparece en La Nueva Provincia del domingo y releva las opiniones de los
operadores del mercado de cereales y la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca.
Aporto de mi coleto: no es un dato menor el almuerzo de la Presidenta en Coninagro,
visita a la que le dedicó tres de las presidenciales horas, que es mucho
tiempo. De ahí viene la implementación de la propuesta de Federación Agraria
para la comercialización de granos, pero vienen otras cosas, porque el respaldo a la producción al
agregado de valor a la misma y al asociativismo en función de consolidar
objetivos, no es cartón pintado. Esto
nos exige ser creativos, multiplicarnos y no cansarnos de sembrar, siendo
plenamente concientes que ya tenemos algunas “mieses en sazón”, es decir, es
momento de cosecha.

 
Víctor
Tomaselli (h) es olivicultor y oleólogo de la región.




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2011-11-07 18:31:00
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