El 17 de diciembre, Bahía Blanca amaneció sin luz, con centenares de árboles caídos, vidrios rotos, chapas de espacios habitacionales esparcidas y tapas de tanques destruidas por las calles.

A seis días de asumir su cargo como intendente, Federico Susbielles, tuvo que poner a prueba su capacidad de liderazgo. La ciudad sufrió uno de los temporales más fuertes de los últimos años, con el registro de 13 personas fallecidas y más de una decena de heridos.

Fue un domingo atípico. A una semana de Navidad, las y los bahienses se encontraron con un panorama desolador. A pesar de ello, tanto desde el municipio como de la misma ciudadanía, se activaron de forma inmediata para recopilar información de los daños y puntos de concentración de donaciones; no hubo ningún tipo de servicio normal en los hogares, ni en la ciudad, relacionado a la electricidad e internet. Se convocó a un comité de emergencia del cual participaron los equipos del presidente, Javier Milei, de la provincia, con Axel Kicilof y del municipio, encabezado por Susbielles.

Tanto las áreas de la Municipalidad vinculadas a la emergencia, como la policía y bomberos, se pusieron al servicio y fueron abriendo vías de circulación que se encontraban totalmente congestionadas por los árboles caídos. También, llegaron a la ciudad delegaciones de localidades vecinas que se solidarizaron y pusieron a disposición sus recursos.

Desde el municipio se decretaron tres días de duelo, por lo que quedaron suspendidas las clases, las tareas administrativas estatales sin vinculación a la emergencia, con la recomendación al área privada para adoptar las mismas medidas, con el objetivo de evitar la circulación de personas en espacios donde pudieran existir riesgos.

Quienes tampoco se hicieron esperar, y desde el mismo domingo se acercaban a las zonas más afectadas, fueron las voluntarias y voluntarios que querían hacer algo para aliviar el dolor de las personas afectadas. Por ello, se lanzó un formulario gestionado por la Municipalidad para colaborar con la organización.

Al correr de los días, de forma pausada se fue reactivando el suministro eléctrico en las zonas de servicios de atención sanitaria y zona centro. Se creó un formulario virtual Emergencia Bahía para reportar incidentes relacionados a árboles caídos, voladura de techo, escombros, seguridad alimentaria, postes o cables caídos, gas, agua, electricidad, entre otros; el nivel de severidad del hecho y la afectación del espacio público y privado. Las líneas de colectivos comenzaron a funcionar el miércoles siguiente con frecuencia de los días sábados y con algunos recorridos modificados, debido a la dificultad de circulación.

Continuaron los días de lluvia, vientos y frío. Después volvió el calor. Así, llegó la Noche Buena y pasó la Navidad, y comenzamos un año nuevo en el que. más allá de ver los daños concretos, las pérdidas de vidas, los dolores de perder todo, también se pudo ver a las y los bahienses que no se quedaron en sus casas esperando a que otros solucionen y fueron actores y actrices principales de esta contención, que es la primera etapa fundamental para continuar con la reconstrucción de la ciudad.

Golpe al deporte

A nivel institucional, en el análisis general se evidenció que los clubes y asociaciones deportivas fueron las más afectadas por el temporal: Bahiense del Norte, Comercial, Estudiantes, La Armonía, Liniers, Libertad, San Francisco, Olimpo, Sansinena, Sporting, Tiro Federal y Villa Mitre, entre los más destacados.

A raíz de ello, el municipio lanzó una convocatoria, de la cual participaron representantes de 100 organizaciones e instituciones deportivas en el Teatro Municipal. Asistieron el intendente y el equipo del Instituto del Deporte, conformado por Gustavo Lari, Sebastián Barisone y Leandro Iribarren. Susbielles instó a conformar una red solidaria de acompañamiento conjunto, además de reafirmar el compromiso del estado de asistir en el proceso de reconstrucción de todas ellas.

Servicios municipales

El Cementerio Municipal, durante diciembre, permaneció cerrado al público por el riesgo de desprendimiento de mampostería y peligro de derrumbe, y las Dependencias municipales dentro del palacio comunal continuaron con atención normalizada. Sin embargo, la Oficina de Tránsito reabrió sus puertas, dando avisos de prórrogas a las fechas de renovación de licencias, y reprogramando turnos para la licencia de conducir.

La recolección de residuos fue uno de los servicios que lograron restablecer de forma inmediata luego de los días declarados de duelo. En los barrios dónde no podían llegar se colocaron bateas para el desecho de basura domiciliaria en puntos estratégicos.

Finalmente, durante la primera semana, el estacionamiento medido y pago no fue acatado por completo por las y los ciudadanos que, ante los cortes de calles y la necesidad de transitar por el centro, se comportaron como si no estuviera funcionando.

Electricidad

Al finalizar diciembre, la compañía eléctrica EDES, a través del gerente general, Roberto Grioli, afirmó que “cuentan con servicio 129 mil de 159.200 suministros. La devastación que sufrimos fue tan grande que llevará más tiempo del que todos quisiéramos. Estamos instalando el servicio eléctrico de la ciudad de nuevo, desde cero, nos quedamos prácticamente sin red”.

En este panorama se suma un sector de la población, que conforman asentamientos o barrios precarios en las afueras de la ciudad, que no está contabilizado porque no poseía una habilitación legal, también sufrió esta carencia.

Cultura a beneficio

La última semana de diciembre el Teatro Municipal ofreció dos espectáculos a total beneficio de las familias damnificadas por el temporal. La primera fue la murga Original, de Permiso Precario con la solicitud para la entrada de agua potable, alimentos no perecederos o velas. La segunda fue Pecadora, una banda de músicos y actores locales que presentaron clásicos de los géneros cumbia, cuarteto, funk y rock, y quienes solicitaron la donación de agua mineral en botellas o bidones.

En una ciudad devastada por el temporal, salieron a la luz los mecanismos oficiales y comunitarios de ayuda mutua. Mientras continúa la espera por la reconexión de los servicios, vecinos y vecinas se escuchan, abrazan, y trabajan en conjunto.

Autor: Redacción Ecodías