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Como juega el gato maula con el mísero ratón
Categoría: Opinión

Así
nos va, fuimos engañados hoy, lloramos todos, el errático comportamiento de la
sociedad argentina nos retrotrae a un pasado desde Mayo de 1810 hasta ahora.
Este proceso lo vivimos primero bajo el imperio español, al que continuó el
imperio inglés y ahora lo padecemos en manos de los grandes emporios
capitalistas, corporaciones mundiales, una patria financiera que no es nuestra,
y de la Independencia de la que se trató un 9 de Julio de 1816, estamos pasando
a una nueva etapa de colonización.
Se da el caso como el de nuestro país que quienes gobiernan no representan los
intereses del pueblo argentino, y como país pasamos a la órbita de país
dependiente de Estados Unidos.
El movimiento nacional justicialista con quien se inicia la era de Perón,
continuada por Evita, tuvimos un peronista peor que Macri (Menem).
Volvimos a tener a un Néstor Kirchner y después a Cristina.
El movimiento peronista nunca fue ni tuvo tropilla de un solo pelo.
De extrema derecha a democracia burgués-capitalista.
Es cierto que la clase obrera tuvo sus momentos, pero subordinada a los
intereses de la burguesía terminó en 2015 perdiendo por escaso margen frente a
la derecha y, si llegamos al 2016 y sin arreglar ni resolver, mas bien
destruyendo al país, estamos hablando de las elecciones del 2017, y ya salieron
a florearse futuros candidatos.
Las corrientes políticas que tenemos no ven otra salida que las elecciones, y
solo a través de ella, cómo volver a recuperar y reconstruir el país.
Lo importante es mantener al pueblo, clase obrera y movimientos sociales dentro
de un contexto burgués capitalista.
El futuro lo veo como un movimiento nacional, bajo una nueva forma que no será
defendiendo los intereses de la derecha, sea macrista o peronista y cuyo común
denominador sea el pueblo.
Esta transición de un sistema de derecha capitalista con dominio sobre sus
pueblos y bajo formas de explotación (capitalista), no es lo que el futuro
debía depararnos.
Tampoco los pueblos lo permitirán.
Mientras exista el capitalismo, existirán las luchas de clases. Cabe preguntarse:
¿cuál es la solución?
Enfrentar a una dictadura mundial capitalista con otra dictadura.
Mao dijo: “Destruir y volver a construir”, en China lo hicieron.
Si hablamos de una cuestión universal, la cosa cambia, el paso intermedio
podría ser un nuevo orden económico mundial.
Quizás el mayor problema consista en cómo adaptarse a nuevas condiciones de complementación
económica entre todos los estados.
Y si realmente se piensa en satisfacer las necesidades de los pueblos, ¿cómo
estos participarán?
El pensamiento clásico marxista no se adecua a la realidad económica social y
política en que vive el mundo de hoy, no es porque carece de vigencia sino que
debe “aggiornarse” a los cambios que suceden en el mundo.
No hay Marx que por bien no venga.

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2016-09-27 00:00:00
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