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Una alternativa para el crecimiento económico de la región
Categoría: Interés general

El Trasandino del Sur es un proyecto de infraestructura férrea, en el que solamente restan ejecutar unos doscientos kilómetros de enlace entre las puntas de riel de los sistemas ferroviarios de Chile y Argentina, uniendo los puertos de la Bahía de Talcahuano con los puertos de Bahía Blanca y San Antonio Este.
Su propósito es conectar los océanos Atlántico y Pacífico, contribuyendo a un desarrollo conjunto de la zona patagónica y su equivalente en el vecino país trasandino, abarcando una faja geográfica de siete millones de habitantes.
Esta obra se inscribe en el marco del denominado “Corredor Bioceánico del Sur”, programa regional binacional de total actualidad, que tiene por objetivo unir comercial y turísticamente a Chile y Argentina, a través de la zona más permeable de la cordillera de los Andes.
El objetivo de este artículo es describir los alcances de este proyecto y sus implicancias para la economía de Bahía Blanca y la región.
A modo de introducción a la problemática objeto de estudio, se describen las principales repercusiones que tiene la integración económica para aquellas regiones que se ven beneficiadas por estas iniciativas.
En segundo lugar, se presentan algunos datos económicos que muestran la importancia que tiene para ambas economías nacionales la realización de este emprendimiento.
A modo de conclusión, se discute la importancia que tiene el Trasandino del Sur para Bahía Blanca y su zona de influencia.

La importancia de la integración
En términos teóricos, la integración económica interregional supone un cambio fundamental en la dinámica de comportamiento de las regiones implicadas, ya que significa una ampliación importante de sus mercados objetivos.
Los beneficios más evidentes provienen de la integración del comercio, y específicamente de la división del trabajo, la cual posibilita un incremento en el grado de especialización productiva y de explotación de las economías de escala.
Mientras se va desarrollando el intercambio entre las diversas industrias de las distintas regiones, la integración viabiliza un mejor rendimiento de las ventajas comparativas de cada área.
A su vez, la unificación entre las áreas constituye una oportunidad para diversificar el perfil exportador de cada una de ellas, y representa un medio eficaz para incentivar producciones con mayor valor agregado.
Además, una integración económica adecuada también facilita las inversiones intrarregionales, contribuyendo a mejorar el nivel de actividad económica, de empleo e ingresos de las zonas afectadas.
En este contexto, las inversiones en infraestructuras de transporte constituyen un factor importante para el desarrollo del modelo productivo y comercial de las economías involucradas, facilitando su crecimiento sostenido.
En lo que respecta específicamente al ferrocarril, este medio posibilita mejorar y fortificar los flujos comerciales entre las zonas implicadas y proyectar dichas regiones al resto del mundo. El afianzamiento del transporte contribuye al incremento del mercado, favoreciendo el aumento de la demanda e incentivando mayores inversiones de diversa índole, ya sea en infraestructura, comercio u industria, entre otras.

Algunos datos económicos
Para países como Argentina y Chile, la consolidación de un corredor de transporte significa un primer paso en la gradual constitución de un eje de integración comercial que de sustento a la posible conformación de un bloque económico binacional.
Algunos datos del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA), relevados en el transcurso del año 2005, nos muestran la interesante potencialidad económica que reviste una iniciativa de esta naturaleza.
Actualmente, el Producto Bruto Geográfico de las regiones involucradas en el proyecto ronda los 20 mil millones de dólares, repartido en partes similares entre Argentina y Chile.
A su vez, sólo en el contexto de la región norpatagónica argentina se movilizan alrededor de 2,5 millones de toneladas de bienes de diversa índole.
Dentro de este flujo comercial, se destacan básicamente dos corrientes de transporte: en primer término, aquella que tiene como punto de partida los Puertos de Bahía Blanca y Quequén y que involucra aproximadamente 800 mil toneladas anuales de productos con destino a Chile. En segundo lugar, aquel movimiento de bienes que comienza en la Provincia de Neuquén y que finaliza en el Paso de Pino Hachado, que significan unas 330 mil toneladas anuales de productos trasladados y cuyo destino también es el país trasandino.
Este importante flujo comercial podría multiplicarse en forma significativa en caso de concretarse las obras que unan las puntas de riel en cada una de las fronteras de los dos países involucrados.

Impulsemos todos el Transandino
Es axiomático que el incentivo al desarrollo del Trasandino del Sur es de trascendencia para la economía local y regional. Son cinco los efectos de importancia: primero, el impacto que genera sobre las empresas regionales de manera directa, por medio del crecimiento y desarrollo de actividades de carácter industrial transformando materias primas en productos intermedios para la producción o finales para el consumo, para posteriormente ser transportadas por medio del corredor; segundo, el impacto de forma indirecta sobre las empresas, seria causado por la reducción del costo de transporte y mejora en el servicio del mismo, lo que permitiría ingresar a nuevos mercados, fuera de la región, con una mayor competitividad de los productos elaborados en Bahía Blanca y la zona; tercero, el hecho de que el corredor tenga un alcance hasta el puerto local permitiría el desarrollo regional en el largo plazo; cuarto, es de considerar la predilecta ubicación geográfica de Bahía Blanca, ya que es el nexo entre el transporte terrestre y marítimo, por lo que, constituye un punto clave para el desarrollo del corredor.
Y, por último, permitiría un mayor grado de inserción de Bahía Blanca en la economía mundial, a través de dos vías: en primer término, por el incentivo que generaría sobre los empresarios locales a realizar mayores inversiones y, en segundo lugar, por el incremento registrado en la cantidad y calidad de los servicios portuarios y marítimos prestados en Ingeniero White, que se verían acrecentados por el aumento significativo de los volúmenes de carga.

Diez es licenciado en Economía de la UNS, mientras que Cortés y Aversano son estudiantes avanzados de la misma licenciatura.

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2009-10-03 00:00:00
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