Lamentablemente, muchas personas discapacitadas de Bahía Blanca se han acostumbrado a tener que recorrer varias ventanillas de la Terminal de Ómnibus para que alguna empresa les otorgue su correspondiente pasaje gratuito.
El hastío, el maltrato, la incomprensión, llevan a no pocas personas a desistir de hacer la denuncia cuando desde las empresas responden que no tienen cupo para poder transportarlas. Un problema que sigue sin solucionarse.

Todas las personas que sufren alguna discapacidad tienen el derecho de viajar de manera gratuita y al destino que requieran. Es un derecho que les es propio, no un beneficio. A ese derecho pueden acceder dirigiéndose directamente a la ventanilla de cualquier empresa de micros de larga distancia con 48 horas de anticipación al viaje que deseen emprender. En caso de negarse al cumplimiento de este derecho, las empresas pueden ser sancionadas con sumas de dinero que llegan hasta los 13 mil pesos.
La ley es demasiado clara. Pero no se cumple de manera cabal. Una persona discapacitada debe armarse de paciencia para, con suerte, conseguir un pasaje. Las empresas aluden a la falta de cupo en los coches para no entregarles el pasaje a los discapacitados. De esta manera, ganan más dinero ya que comercializan los boletos que a aquellos les corresponden de manera gratuita.
EcoDias publicó notas por esta problemática en 2007 y también en 2009. En el tema se expresaron miembros del INADI y también integrantes del Concejo Deliberante. Todo hacía parecer -los funcionarios tienen ese poder de convicción- que el conflicto iba solucionándose. Sin embargo, el problema se ha mantenido a lo largo del tiempo.

CNRT
En la Terminal de Ómnibus de Bahía Blanca está ubicada, en lugar visible, una oficina de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. Allí se pueden dirigir quienes tienen cualquier tipo de problemas con las empresas de transporte de pasajeros.
Por eso, la oficina de la CNRT es la posibilidad que tienen los discapacitados para hacer valer sus derechos. Consultado por la problemática que sufren estos ciudadanos toda vez que se les niegan pasajes, su titular Daniel Cuadrado le respondió a EcoDias: “Realmente ha mejorado bastante el tema con los discapacitados, porque salió un acta de comprobación de infracción que es de trámite sumarísimo que tiene resolución en 30 días donde se le aplican multas de fuertes sumas de dinero a las empresas que no cumplen con la ley. Más allá de eso, normalmente los problemas que ha habido en la terminal, en su mayoría los hemos podido resolver. Es una lástima que la persona discapacitada tenga que venir a vernos a nosotros para resolver algo que es ley, pero en lo que hacemos hincapié es en que se le resuelva el inconveniente al pasajero y que pueda viajar”.
Según Cuadrado, las denuncias han bajado de alrededor de 100 -que se venían tomando cada año- a 15 durante 2010.

Acostumbrados a la injusticia
Claro está, causa impresión la disminución de denuncias declarada por el ingeniero Cuadrado. Al respecto, el presidente del Centro Luis Braille, entidad que nuclea a numerosas personas ciegas o disminuidas visualmente, refrenda los dichos del titular de la CNRT en cuanto a que la cantidad de denuncias es menor. Pero, señala Alonso, el problema es otro: “Lo que pasa muchas veces es que la gente no denuncia, esto es como en cualquier otro tipo de denuncias, las estadísticas marcan eso, son reales, pero no todos denuncian”.
Explica Alonso que los perjudicados ya no hacen la denuncia debido a que se han acostumbrado a seguir el proceso que proponen las empresas con tal de conseguir el tan ansiado pasaje.
La ley marca que es suficiente presentarse en ventanilla con 48 horas de anticipación. Pero la práctica cotidiana alude a unos 15 días previos al viaje para tener suerte: “A mí me ha pasado muchas veces. Como presidente de Braille o miembro de otras instituciones en las que intervengo, que se produce una reunión, por ejemplo en Capital Federal, de la que te avisan tres días antes. Realmente es complicadísimo conseguir los pasajes aún ateniéndonos a lo que dice la legislación. Lo que pasa es que la gente ha aprendido a hacer este camino, tomar esta previsión de ir quince días antes pero realmente la legislación dice que una persona con discapacidad se puede presentar cuarenta y ocho horas antes del viaje y la empresa debe brindarle el servicio”.
Alonso pidió que todos aquellos que sufren esta discriminación la denuncien: “En Bahía Blanca tenemos la fortuna de que existe una oficina de la CNRT. Siempre invitamos a las personas que tienen problemas a que se acerquen a esa oficina y que hagan la denuncia correspondiente. Esta es la única manera de revertir esta situación. Si se producen las denuncias, las empresas son sancionadas: las multas existen y es la única manera de que nuestros derechos se consoliden”.
Como bien decía Cuadrado, al decreto que daba el beneficio al discapacitado se suma esta nueva resolución de trámite sumarísimo. Por esta razón, dice Alonso, los discapacitados deben hacerse fuertes acudiendo a la CNRT.
¿Cómo es la ejecución de la sanción? Responde Cuadrado: “Con esta resolución, nosotros vamos, hacemos un acta de comprobación en compañía del pasajero al que no se le está queriendo dar el pasaje. Si se lo dan en ese momento, igualmente hacemos el acta y dejamos una constancia, lo que significa un apercibimiento para la empresa que no está actuando conforme a la ley”.
Alonso explicó que en varios casos, desde ventanilla se le dice a la persona discapacitada que no hay pasajes, situación que se modifica mágicamente cuando concurre a la misma ventanilla con un representante de la comisión que regula el transporte a nivel nacional: “Las empresas te dicen que no tienen cupos, es una discusión en la ventanilla con la persona y muchas veces aparece el cupo cuando se visita la oficina de la CNRT. A mí me ha pasado. Vas acompañado con un inspector y aparecen los cupos. O directamente la amenaza con ir a los medios y ahí aparece la buena voluntad del empleado de la empresa. Es importante señalar que si nos trasladamos a Punta Alta, Pringles, Dorrego o Monte Hermoso, allí no tienen oficina de la CNRT. Conseguir pasajes en esos lugares es una odisea”.

Cómo se soluciona
El primer problema que tienen los discapacitados es obtener un pasaje. Ya desde el vamos la norma no se cumple debido a los días de anticipación con los que tienen que ir a pedirlos. En caso de conseguirlos, no quiere decir que el problema esté solucionado: suele ocurrir que no pueden elegir entre los horarios disponibles para viajar: “Nos ha pasado de tener que estar a las 8 de la mañana en un lugar y el único coche que tenemos sale a las seis de la tarde de Bahía, no podés elegir horario. Te dicen que tienen cupo pero en determinado horario y uno lo toma por una cuestión laboral”, reseña el presidente del Braille..
El problema sigue instalado, la CNRT realiza su trabajo y hace cumplir la legislación. La cuestión pasa ahora por seguir denunciando las injusticias por parte de los discapacitados y por una mayor presencia de funcionarios y concejales para que los discapacitados gocen de sus derechos: “Tenemos una legislación de lujo y por eso deberían estar las cosas mucho más aceitadas como para que los derechos se cumplan sin tener que desgastarse en escritorios y ventanillas”.

Dónde reclamar
La Comisión Nacional de Regulación del Transporte atiende de 9.30 a 16.30 hs. en la oficina 25 ubicada en la planta baja de la Terminal de Ómnibus de Bahía Blanca.
Su teléfono local es (0291) 481-7222, además del gratuito nacional 0800 333 0300. Su web es www.cnrt.gov.ar.

¿Y el transporte urbano?
EcoDias consultó también a Alonso para saber su percepción sobre el funcionamiento del sistema de transporte público de pasajeros en Bahía Blanca. El dirigente social se quejó de la falta de cumplimiento de la ordenanza en lo que respecta a las personas con discapacidad: “Realmente, la ordenanza es de lujo, pero no se cumple ni en un 50 por ciento. Si no recuerdo mal se promulgó en 2007, había un plazo de dos años para que las empresas tuvieran todos los coches con rampa para el acceso de las personas con discapacidad motriz. Eso no se cumple y lo puede ver cualquiera, ya que hay una gran mayoría de colectivos con escalones. Cuando Plaza y Mayo llegaron presentaron el 100 por ciento de sus unidades con rampas y accesibles pero esto poco a poco fue decreciendo. Hoy nos encontramos con que ni Fournier lo cumple, Plaza tampoco. Charlas y reuniones se hicieron todas, pero falta el organismo de control que haga lo que deba hacer y exija a las empresas”.