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De todos, un poco
Categoría: Interés general

En el Preámbulo de la Constitución Nacional Argentina de 1853 -y su reforma de 1994- se busca asegurar los beneficios de la libertad “para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

La política migratoria argentina definida en la Constitución Nacional y en la Ley 25.871 es inclusiva, respetuosa de los compromisos internacionales asumidos por nuestra nación y promotora del pleno respeto de los derechos humanos de los migrantes.
La Dirección Nacional de Migraciones es el organismo encargado de su aplicación. EcoDias entrevistó al ing. Alejandro Meringer, titular de la Delegación Bahía Blanca de la Dirección Nacional de Migraciones, con quien conversamos sobre los movimientos migratorios de Bahía Blanca y su zona de influencia.
Establecido por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 21.430 de 1949, esta fecha recuerda el 4 de septiembre de 1812 cuando el primer Triunvirato firmó un decreto que decía que «el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio». De esta forma la República Argentina abrió sus fronteras a los nacidos en cualquier lugar del mundo que quisieran vivir en este suelo.

La DNM

La delegación local de la Dirección Nacional de Migraciones se crea en la ciudad de Bahía Blanca en 1969 habiendo realizado la función migratoria hasta ese momento la Prefectura Naval Argentina, Policía Federal Argentina y dependencias policiales.
La Delegación tiene una jurisdicción sobre aproximadamente el 30% de la Provincia de Buenos Aires: “La jurisdicción de la delegación abarca el sur de la Provincia de Buenos Aires, en el centro hasta González Chaves, y sube por el oeste hasta General Villegas”, comentó Alejandro Meringer, a la vez que definía que “el organismo fundamentalmente es el que promueve la regularización documental de quienes eligen radicarse o quedarse en el país, realiza el control de ingreso y egreso de las personas dentro del territorio, controla la permanencia en el marco, la registra, archiva y procesa el movimiento migratorio que se produce en Argentina”.
Para cubrir esta vasta extensión la Delegación cuenta con una sede con asiento en la ciudad de Bahía Blanca, ubicada en Brown 963, una oficina móvil que se traslada a localidades como Pedro Luro, Mayor Buratovich, Villalonga, Tornquist, y las oficinas migratorias que funcionan en las dependencias de las Policías Migratorias Auxiliares, como el Puerto y el Aeropuerto de Bahía Blanca.
El aeropuerto de Bahía Blanca es internacional a requerimiento. Esto significa que no funciona las 24 horas como internacional, sino a pedido, es decir, se habilita y ahí se hace la registración de ingreso y egreso de personas.
En el puerto, funciona la oficina de la Dirección Nacional de Migraciones, que sí trabaja las 24 horas. Allí se hacen los controles de los tripulantes que ingresan y egresan internacionalmente.
Migraciones también es responsable de la autorización y registración de las personas autorizadas a embarcarse como tripulantes, desembarque o trasborde a otro buque.
“Básicamente, para entenderlo, la Dirección Nacional de Migraciones hace dos cosas: una pata es el ingreso y egreso de una persona al país, y después está la permanencia, los que quedaron en la República Argentina.
Para los que optaron quedarse, para la regularización, y el ingreso y egreso, para controlar quien entra y sale -como cualquiera en su casa- la DNM controla quién entra o sale”.
En lo que es la permanencia, la delegación est
á trabajando en la regularización de los ciudadanos con el programa “Patria Grande”, que finaliza el 30 de noviembre de este año.

Números en varios lenguajes
“La Ley 25.871 está aprobada pero falta la reglamentación. Dentro de la ley tenemos el artículo 23 inciso L que dice que una de las condiciones para poder regularizar la situación en la República Argentina es ser ciudadano del Mercosur o país asociado, o sea, todos los países limítrofes a la Argentina más Perú, Ecuador, Colombia y la República Bolivariana de Venezuela.
Entonces ciudadanos nativos de cualquiera de esos países, pueden solicitar la radicación en nuestro país simplemente por ser de esa nacionalidad”.
Las nacionalidades predominantes en Bahía Blanca y la zona son justamente las del Mercosur y de los países asociados. “Hemos tenido europeos y de alguno de Oceanía que son fundamentalmente personas que se han jubilado y que por una diferencia económica les conviene, incluso algunos que regresan al país. Del grueso que maneja la delegación, el 80% o el 90% pertenece al Mercosur más asociados”.
De las nacionalidades del Mercosur más asociados entre 2004 y 2008, a nivel nacional la nacionalidad predominante ha sido la paraguaya con 43%, la segunda ha sido la boliviana con 31%, en tercer nivel la peruana con 16%, y después los chilenos con 2,56%.
En el mismo rango, en la zona que abarca la delegación, la mayoría es boliviana con 55%. El 17%, paraguayo, 14% chileno, y 4,5% peruanos.
“La diferencia con los números nacionales se debe a que en los números locales, los porcentajes son mayormente de la zona de riego del Río Colorado, desde Stroeder hasta el final de la provincia. Allí existen grandes comunidades bolivianas que trabajan en las cosechas. La comunidad paraguaya se afinca más al centro de la jurisdicción”.
De todas manera, aclaró Meringer, “que se hayan radicado no significa que estén viviendo, porque fundamentalmente el índice de nativos de Paraguay está compuesto por inmigrantes que regularizaron su situación para poder trabajar, pero después regresan a su país, son los trabajadores golondrinas. Por eso no hablamos de ilegalidad, sino de irregularidad, que es en este momento lo que hace la ley: cambió el término ilegalidad por irregularidad. Cuando hablábamos de ilegalidad se confundía con criminalidad, y en realidad es un tema de papeles”.
El porcentaje de chilenos, a diferencia de la estadística nacional, se debe a que hay en la ciudad una comunidad grande pero la mayoría comienza lo que se llama tramites endémicos, gente que hace años que está y que no se regularizó.
Por otro lado, “a nivel nacional la corriente de ciudadanos chilenos disminuyó, están llegando menos al país, porque se encuentran bien en su país”.

Un poco de historia
En la entrevista con EcoDias, el ing. Meringer -que cuenta con quince años trabajados en Migraciones- compartió un interesante estudio que se remonta a los primeros inmigrantes italianos y vascos que llegaron a la ciudad en 1838.
Para 1856, llegan italianos de la Legión Agrícola Militar. Apareció el primer ejemplar del periódico «La legión Agrícola», cuyo director fue el italiano Juan Bautista Cúneo, amigo de José Garibaldi.
Para 1881, también las migraciones internas se activan y llegan a la ciudad personas provenientes de Córdoba y Santiago del Estero. Ello estaría apoyado por la organización de Ingeniero White como puerto comercial y por las mensajerías que llegaban hasta Azul y se combinaban allí con otras.
Otro hecho destacado en el informe es uno de 1883, cuando por las características que tenía la ciudad el periodista Benigno Lugones escribía que “Bahía Blanca es ahora una California en que se hablan todos los idiomas”.
En 1897, se ubicaron los colonos rusos del Volga -unas 150 personas- en el área de Ingeniero White, Lamadrid, Tres Arroyos y Pringles.
La base militar de Puerto Belgrano fue una empresa gigantesca llevada a cabo bajo la dirección del ingeniero italiano Luiggi. Ya estaba habilitada en 1901, funcionando como apostadero, puerto naval, arsenal, base de defensa costera y lugar de reparación de buques de guerra, en función de lo que se consideraba una inevitable guerra con Chile. Esta construcción fue atractivo para muchos inmigrantes que llegaron a la ciudad a principios de 1900.
En 1903, se inaugura el Hotel de Inmigrantes ubicado en la calle Saavedra al 900 y la inmigración masiva se hará sentir en Bahía Blanca a pesar de que el hotel pasa a ser ocupado por el ejército en 1911 y no se ofrece ese servicio a quienes arriban a la región.
Entre 1911 y 1912 llegan vapores con inmigración directa: el primero, el 26 de febrero de 1911, el segundo, el 1 de julio de 1911, y el último en octubre de 1912. Eran los últimos años del arribo aluvional de inmigrantes. La mayoría venía en destartalados e inseguros barcos. No siempre el lugar de destino era Buenos Aires, algunos recalaban en el moderno puerto de Bahía Blanca, aunque los recién llegados preferían hacer el recorrido ferroviario desde la sureña ciudad hasta la estación Constitución.
No es un dato menor que, por ejemplo, en 1914 más del 50% de la población bahiense fuera extranjera.
En el periodo comprendido entre 1915 y 1934, comienza el período de estabilización demográfica, con la reducción significativa de los aportes migratorios.
Entre 1935 y 1950, Bahía Blanca recepciona una importante migración rural debido a las sequías en parte, y el bloqueo americano a las importaciones y exportaciones de Argentina durante la Segunda Guerra Mundial.

La cuna de la inmigración
“(Ingeniero) White fue el polo de atención de inmigrantes, fue el lugar donde llegaron los primeros inmigrantes, es la imagen del crecimiento de la mano del extranjero. También los que llegaron para las grandes construcciones, como la Base Naval Puerto Belgrano”, detalló Meringer.
Por el decreto del 20 de junio de 1899 del presidente Julio Argentino Roca se cambia la denominación de la estación “El Puerto” por la de “Ingeniero White”, en homenaje al ingeniero Guillermo White, constructor del muelle y elevadores del puerto de Bahía Blanca y de la construcción de la línea férrea de Bahía Blanca Sud – Neuquén construida en un plazo de dos años sobre una extensión de 500 kilómetros e inaugurada el 1 de julio de 1899. La misma fue resuelta durante el conflicto existente con Chile por cuestiones limítrofes y por tal motivo el gobierno aceptó hacer ciertas concesiones en compensación, ya que no existía perspectiva alguna en lo que a tráfico se refiere, a causa de lo árido y despoblado de la zona. La única utilidad inmediata que se vislumbraba entonces era que algún día pudiera unirse el puerto de Ingeniero White con Chile, continuando la línea de Neuquén a Zapala y de ésta a Talcahuano del Sur.
Como toda población portuaria, Ingeniero White, en la conjunción de nacionalidades con mayoría de italianos y españoles, recibió además a croatas, griegos, judíos, belgas y polacos entre otros grupos de extranjeros. De allí que lenguas y hábitos distintos le generaron una riqueza que la diferencian de muchos pueblos de la provincia no portuarios. Y por supuesto que muchos de quienes vinieron habiendo pasado penurias y necesidades en sus países, marcaron con sus esfuerzos a esta población.

Las huellas de su paso
Es imposible en nuestro país pensar una cultura libre de influencias extranjeras. Fueron los inmigrantes quienes trajeron su cultura y sus costumbres y adoptaron las nuestras llegando a crear nuestra identidad: “Las comunidades extranjeras dejaron muchísimo de su cultura e influenciaron la nuestra. Todos los inmigrantes van dejando su cultura, pero lo que es importante es que nosotros entendamos que todas las colectividades van sumando”, recordó el titular de la Delegación Bahía Blanca de la Dirección Nacional de Migraciones.
Todas las colectividades que han pasado por nuestras ciudades dejaron sus huellas en el colectivo social, en una adaptación y adecuación que ya nos son propias. En muchas de nuestras acciones cotidianas, palabras, formas y modos, manifestamos, sin saber, influencias foráneas.
Existe en la ciudad de Bahía Blanca una asociación civil sin fines de lucro que reúne a las agrupaciones que representan a las distintas colectividades extranjeras teniendo como objetivos alentar y promover las tradiciones de cada nación en las expresiones del arte y la cultura, enmarcados en el sentir de la Nación Argentina y respetando sus símbolos patrios, fomentando la difusión de actividades en sus aspectos formativos y sociales. En dicha institución existe una participación muy activa desde la asistencia a las asambleas y reuniones y apoyando sus proyectos de difusión cultural.
El Centro de Colectividades Extranjeras organiza todos los años la Feria de las Colectividades, una actividad que reúne todas las manifestaciones culturales de cada grupo y las expone para que toda la comunidad las conozca y se reconozca en ellas.

Datos migratorios de algunas colectividades extranjeras locales
Alemanes
Su número reducido se dividía en los afincados en Bahía Blanca, los cuales eran empresarios o propietarios de talleres e industrias, hotelería y gastronomía, y los que eran personal de casas exportadoras e importadoras de origen alemán.
En 1885 se crea la Sociedad Alemana de Socorros Mutuos y en 1890 se establece en la ciudad una oficina consular, fundándose en 1903 la Sociedad Escolar Alemana de Bahía Blanca.

Alemanes del Volga
Fue una comunidad de agricultores alemanes que colonizaron el valle del Río Volga de Rusia a fines del siglo XVlll.
Llegaron en 1897 y se establecieron en cercanías de la Estación Sauce Corto (hoy Coronel Suárez) donde fundaron tres colonias agrícolas. A partir de la crisis de 1930, al perder sus bienes, se refugiaron en la ciudad de Bahía Blanca.

Bolivianos
Arriban fundamentalmente en la década del 70 y el 80 siendo sus labores principales las del cultivo intensivo (cebolla, ajo, etc.) y la construcción. Su mayor arraigo se producen en la zona del CORFO del Río Colorado, y los partidos de Carmen de Patagones, Villarino y Tornquist.

Británicos
Aunque no fue numerosa, su importancia se debe a su poder económico ya que además de dos de los tres ferrocarriles, muchos de los servicios estaban en sus manos.
Participan en firmas importadoras de maquinaria agrícola, carbón, materiales de construcción y actividades bancarias. Introducen actividades deportivas al fundar numerosos clubes donde se practicaba fútbol, básquet, criquet, natación y golf.
En 1910 se crea la Sociedad Británica de Bahía Blanca.

Chilenos
Arriban atraídos por la necesidad de mano de obra en la región a partir de la década del 50.
En 1959 se crea la Asociación Chilena de Cultura y Socorros Mutuos. Se empleaban como artesanos, jornaleros, trabajadores de la construcción y rurales.

Croatas
Se puede dividir en tres etapas históricas, cuyas bisagras fueron las dos guerras mundiales. Las dos primeras etapas pueden considerarse como inmigraciones económicas; la posterior a la segunda guerra mundial tiene ya carácter de inmigración política.
El primer nombre croata ligado al destino de esta tierra es el de Jakov (Santiago) Buratović, como constructor y destacado contratista entre 1860 y 1865. Participó en el avance con las comunidades indígenas radicadas en la Patagonia. Por sus acciones le otorgaron el grado de mayor. Buratović estableció la primera línea telegráfica entre Buenos Aires y Rosario, que luego se extendió hasta Azul, Carhué y finalmente Bahía Blanca.

Españoles
La actividad sobresaliente que desarrollaron fue el comercio como almaceneros, tenderos, ferreteros y farmacéuticos, También se ocuparon de panaderías, confiterías, jabonerías, talleres metalúrgicos y en fábricas de fósforos. El idioma les permitió el ingreso en actividades administrativas tanto privadas como estatales. El periodismo y la enseñanza reclutaron entre ellos sus maestros y escritores.
En 1885 se habilita la oficina consular en Bahía Blanca. La amistad y reconocimientos surgidos entre españoles y argentinos llevó a imponer el nombre de España a una calle céntrica bahiense en 1900.
Fundaron la Asociación Española de Socorros Mutuos.

Franceses
Desde 1880 se dedicaron a la ganadería principalmente lanar existiendo desde 1883 la barraca “francesa”, negocio casi exclusivamente francés hasta los primeros años del siglo veinte. También desarrollaron la herrería, ferretería, pinturería, talabartería, colchonería y carpintería, y profesiones típicamente francesas como modistas, peluqueros, sombrereros, zapateros, entre otros.
El capital francés participó en el tendido ferroviario del Ramal Rosario – Puerto Belgrano.
En 1890 se crea el consulado de Francia que luego se convertiría en Agencia Consular. El centro de difusión de la lengua desde 1913 es la Alianza Francesa.

Griegos
El principal lugar en que se asientan es en Ingeniero White. Allí arriban mientras se construía territorialmente la Grecia Moderna. Muchos provenían de zonas administradas por el Imperio otomano, existiendo tres periodos básicos de inmigración (1900-1922, 1922-1945 y posterior a la finalización de la segunda guerra mundial).
De los primeros en arribar trabajaron como buzos en la construcción de la Base Naval Puerto Belgrano.
Las principales actividades que realizaban eran portuarias como estibaje, navegación de embarcaciones de carga y tripulación de remolcadores. Luego con un nuevo arribo entre 1922-23 se dedican al comercio minorista, siendo dueños de verdulerías, almacenes y bares, desarrollando oficios como zapatero y sastre; algunos ingresaron al ferrocarril y otros fueron dueños de sus propias embarcaciones o fueron proveedores marítimos.
La llegada de los primeros griegos marineros fue muy difícil por la carencia de recursos económicos y el desconocimiento del idioma. Aun así muchos pudieron crecer y traer a sus familias. En 1927 fundan la Sociedad de Socorros Mutuos.

Italianos
En 1838 llegan inmigrantes italianos y vascos a Bahía Blanca. Siembran trigo y obtienen una buena cosecha. El italiano Vicente Dasso construye en márgenes del arroyo Napostá el primer molino harinero, movido por las aguas retenidas en una represa cercana.
En 1856 la Legión Agrícola Militar llegó a Bahía Blanca, y fundaba y se instalaba en la ya denominada Colonia Nueva Roma. Éste fue el primer emplazamiento de un grupo de inmigrantes con sus familias bajo la tutela de la Fortaleza Protectora, que contribuyó a la consolidación del futuro poblado desafiando a los malones y al virtual aislamiento de los principales centros provinciales. A partir de esta fecha el ingreso fue masivo componiendo casi el 58% de los extranjeros.
Los trabajos más comunes que realizaban era como jornaleros en obras del ferrocarril, construcción o estibaje portuario, el cultivo de frutas y hortalizas, comercio, industria metalúrgica y harinera.
Fueron fundadores de asociaciones recreativas y mutualistas y en el año 1882 se habilita la oficina consular.

Judíos
El aporte más importante fue a partir de 1910 con la llegada de familias de colonias vecinas y en menor escala inmigrantes. Es importante destacar que en el censo aparecen con la denominación de rusos.
Hasta el año 1920 el grueso se volcó al comercio minorista y el resto a distintos oficios, pequeñas industrias, algunos profesionales. Algunos incursionaron como comerciantes mayoristas, acopiadores de granos y el comercio de importación y exportación.

Sirios y libaneses
Los actuales países de Siria y Líbano formaban parte del imperio otomano. La opresión del imperio, el deseo de escapar al servicio militar turco, la pobreza de la posguerra y los disturbios políticos hicieron que muchos emigraran a Bahía Blanca. Los primeros en arribar lo hicieron en 1906 y la mayor cantidad entre 1919 y 1931 siendo más importante la llegada de sirios que de libaneses.
Se dedicaron al comercio minorista como tenderos, merceros o almaceneros, vendedores ambulante rurales y urbanos; algunos establecieron almacenes de ramos generales en la zona, también se incorporaron al ferrocarril. Fueron asimilados como los griegos ya que al ser la mayoría masculina se unieron con mujeres de otras colectividades.
En 1908 crearon la Sociedad Siria Ortodoxa de Beneficencia que luego se denominaría Sociedad Sirio – Libanesa, naciendo posteriormente el Centro Social Sirio Libanés. En 1921 se crea la Sociedad Cultural Sirio – Argentina.

Vascos
A fines del siglo diecinueve se dedicaban a actividades agropecuarias y a la consignación de frutos. En el rubro comercial, establecieron armerías, bazares y otros, destacándose en la rama hotelera y gastronómica. Hacia 1880 establecieron fábricas de cal, alpargatas, aserradero y un molino harinero. El lechero a domicilio fue un oficio típicamente vasco.
Crearon una institución de ayuda mutua en 1899 denominada la Sociedad Laurak Bat de Socorros Mutuos, que cuando comenzó a recibir como socios a personas que no eran de la colectividad pasó a denominarse Unión Vasca de Socorros Mutuos de Bahía Blanca.

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2009-10-03 00:00:00
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