El 18 de abril se presentó en la ciudad el informe sobre abastecimiento local y el modelo cooperativo de consumo realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el caso de la Cooperativa Obrera Limitada de Consumo y Vivienda. Para la ocasión se contó con la presencia de autoridades de ambas entidades, junto al presidente de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), Ariel Guarco y al intendente, Federico Susbielles, en la sala. A través de una videollamada se sumaron otros referentes de la FAO y de las Cooperativas de las Américas.

La responsable del área Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de FAO, Elizabeth Kleiman, inició con un emotivo discurso en el que expresó su gratitud y admiración por el compromiso y la labor de la Cooperativa Obrera en Bahía Blanca. “Cada vez que uno pone un pie en la ciudad, ve este cuidado en el trabajo y en esta integración de políticas corporativas o de cooperativismo hechas realidad, y que con tanta humildad lo pusieron a disposición”, afirmó.

Asimismo, resaltó la importancia de coordinar esfuerzos, subrayando el valor de compartir experiencias para inspirar y motivar a otras entidades y promover una agenda: “Buscamos con este estudio sistematizar los datos para generar impacto y que otros se enteren e inspiren con estas acciones”.

Las acciones se proponen en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centrándose en tres objetivos prioritarios: Hambre Cero, producción y consumo responsables, y alianzas estratégicas. Desde la FAO se resaltó la importancia de adoptar una visión integrada y sistémica en la gestión de los sistemas agroalimentarios. “Necesitamos una comunicación de punta a punta para que el efecto y el esfuerzo que se hace al principio llegue al final”, expresó, en un llamado a la colaboración para construir un futuro más sostenible y equitativo.

Ya en referencia directa al estudio realizado, Kleiman afirmó que “la tecnología nos puede facilitar un montón de cuestiones, pero también es necesaria la innovación. Y el caso de la Cooperativa Obrera tiene mucho de innovación social”.

Por su parte, otro de los responsables del estudio técnico, Sebastián Grenoville, desarrolló algunos conceptos y conclusiones del análisis que realizaron. La Cooperativa Obrera tiene 147 sucursales, ubicadas en siete provincias, en esta ocasión, sólo se tomaron en cuenta las que se encuentran en la ciudad de Bahía Blanca. Las variantes para analizar fueron: La distribución de sucursales, la accesibilidad económica, la calidad de los entornos alimentarios y las estrategias para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.

Una aclaración que reiteró el especialista fue que “pensar a los alimentos como nutrición es importante. Pero es un fenómeno más complejo. Implica qué, cómo, por qué y con qué comemos, y eso depende de políticas públicas que nos atraviesan, de la capacidad de negociación con proveedores en la larga cadena de producción. Y todo esto está dentro de la conformación de entornos alimentarios saludables”.

Redoblar la apuesta

Por parte de la Cooperativa Obrera, la presidenta del Consejo de Administración, Monica Giambelluca, resaltó la historia y los valores fundamentales que fueron guías desde la fundación de la entidad, tomando como referencia a las y los pioneros de la Cooperativa, y la importancia del precio justo en el modelo cooperativo de consumo: “La disposición de alimentos, de un amplio surtido y a precios accesibles sobre la base de un precio justo es nuestro desafío día a día”, sostuvo.

También explicó que el precio justo “surge de la suma de los costos y los gastos. En el modelo cooperativo, lo que supera esa suma, es un excedente. Y ese excedente es el que año a año se devuelve a nuestros consumidores asociados, en estricta proporción al uso que hizo de sus servicios, de manera justa y equitativa”.

La igualdad en la gobernanza fue otro aspecto abordado por Giambelluca, quien afirmó que “cada persona tiene un voto” en la Asamblea, lo que la convierte en un modelo diferencial para la construcción de una Economía Social inclusiva y sostenible.

Finalmente, enfatizó que estos desafíos actuales requieren un esfuerzo constante e innovador para satisfacer las necesidades de los consumidores y asociados. “Nos desafía más que nunca a redoblar esfuerzos en la búsqueda constante e innovadora de soluciones sin dejar atrás a nadie”.

POLÍTICA COMERCIAL
Las Naciones Unidas definen la sostenibilidad como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, mientras que la FAO  se refiere a los “sistemas agroalimentarios sostenibles”: Sistemas agroalimentarios que garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición para todas las personas de manera que no se pongan en peligro las bases económica, social y ambiental que generarán seguridad alimentaria y nutrición para las generaciones futuras.
Estas tres dimensiones de la sostenibilidad pueden verse influenciadas por el comercio, ya que conecta los sistemas agroalimentarios de los países, desempeñando así una función esencial en el suministro de alimentos suficientes, inocuos, variados y nutritivos a consumidores de todo el mundo.
Desde FAO se proponen diversas medidas para abordar los principales desafíos que se presentan:
– Garantizar que la liberalización del comercio vaya acompañada de medidas de protección social complementarias adecuadas destinadas a las personas afectadas negativamente por la competencia de las importaciones.
– Reforzar los reglamentos medioambientales para reducir al mínimo las externalidades derivadas de incrementar la producción y el transporte en respuesta al crecimiento del comercio, por ejemplo, la deforestación, la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad.
– Promover la armonización de las normas y certificados de sostenibilidad en los países a fin de facilitar su aplicación y reducir los costos de transacción; f impulsar las inversiones públicas en infraestructura rural, investigación y desarrollo y servicios de extensión para reducir al mínimo los obstáculos estructurales que afectan a la productividad y al acceso a los mercados.
– Formular y aplicar políticas de tenencia de la tierra y trabajo que se centren en lograr una mayor igualdad, prestando especial atención a las consideraciones de género.
– Reforzar el papel del comercio en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos.

Autor: Redacción Ecodías