“La sensación de ese día fue desoladora, obviamente, como para todos los lugares que fuimos afectados por el temporal. Nosotros en particular estábamos muy abocados a poder avanzar en la habilitación del salón ya que veníamos luchando muchísimo y en ese año habíamos terminado los baños del club”, recuerda la presidenta del Club Talleres, Carla Mariani.

Hubo una cuota de milagro ese 16 de diciembre, ya que se encontraban preparando la fiesta de fin de año, por lo que, si la tormenta se hubiera retrasado un par de horas, los daños no hubieran sido únicamente materiales en la sede: “En ese momento nosotros perdimos todo, todo derrumbado, una parte de la comisión directiva quedó dentro del salón, otra parte estábamos recolectando mandados para ese evento que teníamos… mi sensación como presidenta de ese lugar que ya no había nada, fue terrible. Llegué a una cuadra del club y ya no vi club y pensé en la gente que estaba ahí adentro. Fue desolador”.

Aquel temporal encontró a la recién asumida gestión de Federico Susbielles frente a un desafío inédito. Secundando la histórica tradición de autogestión de los clubes bahienses, su administración respondió con el programa Clubes de Pie, articulando recursos públicos y privados para la reconstrucción. Su gestión logró un hito: comprometer a empresas multinacionales en obras con impacto social directo, algo que no se había visto en la administración anterior, más enfocada en lo discursivo que en soluciones concretas.

 “Fuimos apadrinados por la empresa Oldelval por un proyecto de la Municipalidad. Fuimos decretados categoría 1 en la catástrofe del 2023, lo que nos permitió acceder a fondos y recursos para la reconstrucción. Armamos un proyecto con el Colegio de Ingenieros, en ese momento el director de Deportes, Gustavo Lari, con Horacio Varela, y Oldelval que nos hizo una donación económica”, sintetiza la joven dirigente.

Después de la remoción de escombros, y de la demolición de los sectores que corrían riesgo de derrumbe, se llevó a cabo el diseño del proyecto, cuya construcción se puso en marcha el último 20 de enero: “Nos falta muchísimo de la obra, todo lo que es luz, agua, gas e instalaciones completas. Pero estamos avanzados en un 80%”, compartió a mediados de mayo ante la requisitoria de la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Un 2024 solidario

Mariani pone el énfasis en la ayuda que recibieron para atravesar un año complejo sin poder contar con instalaciones propias, en el deporte que tiene al Club Talleres como protagonista: las bochas. “Hicimos de local en la cancha de Almafuerte unos meses, casi la mitad del campeonato, hasta que pudimos habilitar nuestra cancha”. También referencia el acompañamiento del Sindicato Unido Portuarios Argentinos como sponsor del equipo – “y por parte de Marcelo Osores, desde lo personal”.

En lo deportivo, el resultado fue altamente positivo, por cuanto el equipo de Villa Serra derrotó en la final a Kilómetro 5 y ascendió a la máxima categoría de las bochas bahiense. El equipo estuvo integrado por Kevin y Ramiro Casco, Pedro Sánchez y Oscar Fidalgo.

En junio de 1925 un grupo de vecinos dio inicio a las primeras actividades en ese sector de la zona sur de la ciudad, lindante con la Estación de trenes de Spur. Por eso cobra especial trascendencia el esfuerzo que hizo la comunidad barrial para recuperar el club desde lo edilicio: “Queremos celebrar este aniversario por todo lo alto, inaugurando las nuevas instalaciones y reafirmando nuestro compromiso de seguir siendo un espacio de encuentro, de aprendizaje y de desarrollo para todos», finalizó Mariani.

Detalles técnicos de la reconstrucción del Club Talleres

En la reconstrucción del Salón de Usos Múltiples del Club Talleres -con una superficie de 17 m x 20,40 m-, la obra preservó el entrepiso existente mientras implementó modernos sistemas constructivos.

El diseño estructural contempló columnas metálicas sobre bases de hormigón armado de 1,5 x 2 metros, reforzadas con 90 kg de acero por m³. Los cerramientos mezclaron mampostería tradicional (ladrillos huecos de 20 cm) con modernos paneles de policarbonato que optimizan la iluminación natural. El sistema de cubierta incluye canaletas internas y un innovador aislamiento térmico-acústico bajo las chapas galvanizadas.

En materia de seguridad, el portón principal de 2 metros cuenta con mecanismo antipánico y el retiro de 1,50 metros respecto a la línea municipal garantiza accesibilidad. El piso, una losa de hormigón con fibra plástica de 10 cm de espesor, incorpora juntas de dilatación con sellado especializado para garantizar durabilidad.

Cabe destacar que toda la obra contó con supervisión permanente de profesionales matriculados, cumpliendo con los más altos estándares de calidad constructiva.

Autor: Redacción Ecodías