El desalojo de los obreros de la fábrica de acoplados Petinari y la orden judicial de proceder en el mismo sentido contra los trabajadores del hotel Bauen en el próximo mes de abril, reavivaron el estado de alerta y movilización en las empresas recuperadas y las cooperativas de trabajo.

Los afectados en el caso de Petinari son los 120 integrantes de la cooperativa Acoplados del Oeste (ADO), que en 2015, al cabo de varios meses de duro conflicto por deudas salariales que nunca les pagaron, ocuparon la fábrica de la localidad bonaerense de Merlo y la reactivaron para preservar su fuente laboral y la dignidad de sus familias.

La decisión de los trabajadores de apostar a la autogestión fue claramente refrendada por los diputados y senadores provinciales bonaerenses, que en el mes de marzo del año pasado completaron la aprobación de una ley de expropiación de la fábrica en favor de la cooperativa. Pero pese a que la norma fue aprobada por unanimidad -es decir, también por los propios legisladores de su partido- la gobernadora María Eugenia Vidal la vetó semanas después. Y el viernes 3 de marzo a la madrugada, decenas de policías bonaerenses respondieron una orden de un juzgado de Morón y procedieron al desalojo, al que los trabajadores respondieron con una concentración frente a la planta, que se iba engrosando con el correr de las horas, con la llegada de numerosos manifestantes de un amplio abanico de organizaciones del propio sector de la autogestión y también sociales, sindicales, políticas y de defensa de los derechos humanos.

Ese mismo abanico de organizaciones está en alerta también por la situación que atraviesan los trabajadores del emblemático hotel porteño Bauen. Allí, pese a que hace apenas poco más de tres meses celebraban la aprobación por amplia mayoría en el Congreso Nacional de una ley de expropiación a su favor, los trabajadores vuelven a afrontar una orden judicial de desalojo contra la cooperativa que conformaran para reactivar el establecimiento. ¿Qué pasó entre aquel festejo y esta nueva amenaza? El presidente Mauricio Macri vetó a fines de diciembre la norma aprobada por diputados y senadores.

El cooperativismo en total desamparo

El desalojo en Merlo y el nuevo ataque a la autogestión en el Bauen, llegado directamente desde la máxima autoridad institucional, se dan en el marco de lo que el abogado Ataliva Dinani, asesor de varias empresas recuperadas, llama “cambio de paradigma” en la Justicia, donde ya no prevalece el criterio fijado por las normas vigentes de privilegiar las fuentes de trabajo por sobre los intereses empresarios.

“No es casualidad que en los casos de crímenes de lesa humanidad, en los juicios por los compañeros desaparecidos, empecemos a ver ahora cada vez con más asiduidad el otorgamiento de prisiones domiciliarias a los represores condenados. En el fuero comercial, donde suelen dirimirse las situaciones de las empresas recuperadas, también se nota un cambio de paradigma, donde la defensa ya no es para los sectores más débiles de la sociedad si no a los más poderosos. Ahora se empieza a ver que se prioriza genocidas en los juicios de lesa humanidad y se prioriza empresarios por sobre los trabajadores en las justicias comerciales”, cotejó Dinani, abogado de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta) y también de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), de las que forman parte los trabajadores del Bauen.

Solidaridad de Fadiccra

La Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) expresó su solidaridad con los trabajadores de la fábrica de acoplados Petinari nucleados en la Cooperativa ADO y manifestó en un escrito “su enérgico repudio a las autoridades políticas, judiciales y policiales que, por acción u omisión, promueven y amparan sucesos como estos, que atentan contra derechos humanos básicos como el trabajo, la alimentación, el acceso a la salud, a la educación y a los servicios esenciales para una vida feliz”.

“Ante estos embates, que se dan en un marco de ofensiva generalizada contra el movimiento obrero, Fadiccra reafirma su compromiso con la autogestión, las cooperativas y el conjunto de los trabajadores argentinos con su larga historia de luchas, en un presente de resistencia para garantizar un futuro de inclusión y justicia social”, culminan diciendo.