Con el objetivo de redescubrir la ciudad de un modo más placentero durante las siestas otoñales, se iniciaron las caminatas literarias. En un punto de encuentro comienza la caminata por los barrios y los parques de la ciudad, incorporando la lectura de autores locales, en lo posible, o pequeños fragmentos de otros autores vinculados a los lugares que se visitan.

La iniciativa fue aprobada por el Programa de Solidaridad Cultural con apoyo de la Cooperativa Obrera y cuenta con una serie de ocho recorridos que serán propuestos durante el otoño e invierno, si este último lo permite sino se retomará en primavera. “Algunos recorridos se podrán repetir e incluiré alguno nuevo”, adelantó la profesora en Historia y guía Turística, María Laura Langhoff.

Las fechas pautadas tienen frecuencia quincenal, y dependen de las condiciones climáticas. No hay límite de personas, más allá de los cuidados personales que tenga cada participante. Lo que se solicita es confirmar la asistencia mediante el número de celular 0291-154054547 o al correo electrónico: [email protected] o en las redes sociales: caminatasliterariasBO, donde se publican los encuentros. Se recomienda calzado y ropa cómoda, abrigo porque se puede transitar zonas con más viento y llevarse su botella de agua y celular.

Abordaron los relatos de suspenso y terror de escritores bahienses que en el entorno del ex policlínico se hizo más interesante. “En otros casos las obras elegidas tienen un enfoque más de divulgación científica, todo depende del lugar al que hacemos referencia”, detalló Langhoff.

El 7 de mayo iniciaron la caminata desde el parque Boronat, atravesaron el barrio Bella Vista por la avenida Pringles y subieron hasta una vista interesante del centro de Bahía Blanca. Después, cruzaron el barrio Miramar, conocieron el origen del nombre y la relación con Bella Vista y siguieron hasta el Parque del Desierto para ver la vegetación nativa. Finalmente, retomaron el recorrido por calle Alsina y transitaron el barrio La Falda hasta llegar al mural de los perros del espacio verde inicial.

La lectura estuvo centrada en fragmentos y relatos del libro Mi Bella Vista querido: “Son relatos de ex jugadores e hinchas gallegos, que pone en valor al fútbol como elemento de identificación barrial y por otro lado, conociendo las especies nativas, se leyeron fragmentos de una obra de un grupo conservacionista de la ciudad”, ejemplificó la especialista.

Anécdotas

La organizadora del proyecto reconoció que el año pasado fue “muy satisfactorio” y recordó que en la visita al muelle de General Cerri, hubo personas que lo vieron por primera vez y en la actualidad ya no existe después del temporal que se vivió en marzo. “La gente se mostró conforme, porque se cree que uno ya conoce Bahía por el transitar diario pero hay muchos lugares ocultos que son super interesantes y están distanciados de nuestros recorridos habituales”, explicó.

En la conjunción de caminar y leer, la profesora suma la intención de difundir la producción literaria local. “Hay una demanda por parte de la gente que participó de estas actividades recreativas, de salir al aire libre, de recorrer, de mirar con otros ojos la ciudad, y a su vez, conocer más autores y obras bahienses”.

Autor: Redacción Ecodías