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La preocupación real por el agua de los bahienses
El Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Distrito I, organizó un debate técnico institucional sobre “Abastecimiento de agua en Bahía Blanca y la región”. El abordaje brindado por diferentes profesionales versó sobre la situación actual con una perspectiva en el mediano y largo plazo, habida cuenta del anuncio por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal de la construcción del acueducto desde el Río Colorado.
Categoría: Locales

El Colegio de Ingenieros de la
Provincia de Buenos Aires, Distrito I, organizó un debate técnico institucional
sobre “Abastecimiento de agua en Bahía Blanca y la región”. El abordaje
brindado por diferentes profesionales versó sobre la situación actual con una
perspectiva en el mediano y largo plazo, habida cuenta del anuncio por parte de
la gobernadora María Eugenia Vidal de la construcción del acueducto desde el
Río Colorado.

El
jueves 21 de abril en la sede de Ayacucho 732 de Bahía Blanca se congregó un
buen número de asistentes ante la convocatoria del Colegio de Ingenieros,
Distrito I, para discutir un tema fundamental en la vida cotidiana como es el
aprovisionamiento de agua potable para las localidades del sur de la Provincia
de Buenos Aires.
Participaron como disertantes los ingenieros
Fernando Andrés, gerente técnico del Comité Interjurisdiccional del Río
Colorado (Coirco); Olga Cifuentes, docente de la Universidad Tecnológica
Nacional Facultad Regional Bahía Blanca (UtnFrbb); Cecilio Lucas, ex jefe de la
Dirección Provincial de Hidráulica; Juan Carlos Scheffer, docente de la
Universidad Nacional del Sur y ex Director de Obras y Mantenimiento del Agua; y
Horacio Varela, también docente de la UtnFrbb.
Luego de las palabras iniciales del ing. Omar A. Bergallo, secretario de la
entidad anfitriona, y de la presentación de los panelistas por parte del ing.
Pablo Antonelli, inició su presentación el ing. Lucas: “La problemática del
agua en Bahía Blanca está resuelta desde la construcción del dique Paso de las
Piedras. Y hoy uno de los temas a abordar es mejorar el sistema del dique. Se
cree que la dotación de agua no se corresponde con la necesidad de Bahía
Blanca. La ciudad, desde 1969-1970, no ha tenido problemas de agua. Sí ha
habido inconvenientes de calidad de agua y cortes por rotura del acueducto”.
El ex director provincial de la Dirección de Hidráulica planteó cuestiones
vinculadas a las cotas de la reserva de agua así como de obras de mantenimiento
que mejorarían la regulación de los máximos que puede tolerar el dique sin
generar inundaciones aguas abajo. Fue contundente respecto de una medida que se
debe tomar en el corto plazo: “Se hace necesaria la construcción de un doble
acueducto ya que el existente tiene 60 años. Si se rompe el acueducto, ahí sí
la ciudad va a carecer de agua por no tener ninguna fuente”.
El ing. Schefer recordó que “la cuestión Paso de las Piedras-Río Colorado ya
fue planteada en la década del ’60 cuando el acueducto de la ciudad -en la
antigua toma de Saldungaray- no alcanzaba y los pozos termales tampoco”. Al
querer dotar de capacidad a la ciudad se estudiaron ambas fuentes, la de Paso
de las Piedras y la del Río Colorado, descartándose ésta por la baja calidad del
agua, con su consiguiente alto costo para su potabilización, además de la inversión
en energía por cuanto había que bombearla.
En su visión de la provisión actual de agua por medio del sistema del dique
Paso de las Piedras, “el déficit está en la potabilización, la falta de un
tercer módulo y una cisterna que no se amplía desde 1929. La capacidad es de
114 mil metros cúbicos, sumando Grümbein y Patagonia”. Apoyó la moción de la
necesidad urgente de construcción “de un segundo acueducto, sumado a los pozos
de Cabildo y Bajo San José. Con una regulación adecuada se puede proveer de
mayor seguridad”.
A su turno, el ing. Fernando Andrés abordó la historia y las competencias del
Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) ya que el río atraviesa
las provincias de Mendoza, Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires: “Este
acuerdo tiene carácter de pacto federal pues está refrendado en leyes
provinciales y ley nacional. En orden de importancia, el acuerdo fija como
prioridad de uso el abastecimiento humano, luego el riego y uso ganadero, la
industria y el petróleo en tercer nivel, generación hidroeléctrica en cuarto
nivel y, por último, compatibilizarlo con actividades recreativas. Yendo a los
cupos, a la provincia de Buenos Aires le corresponden 56 m3/s como valor
permanente a lo largo del año”.

Visión desde las universidades
Con ayuda de la proyección de distintos mapas, la ing. Olga Cifuentes se
refirió al Plan Integral de Abastecimiento de Agua con una mirada sobre toda la
región: “Bahía Blanca está fuera de la cuenca y del recurso hídrico de Sauce
Grande. Esto trajo aparejado que en 2003 algunos municipios que sí están dentro
de la cuenca plantearan otros usos, e incluso Coronel Dorrego pretendía
abastecerse de agua del dique Paso de las Piedras”.
También integrante del Grupo de Estudio en Ingeniería Ambiental de la UtnFrbb,
la ingeniera expuso algunos números: “El abastecimiento de agua a Bahía Blanca
se hace vía Paso de las Piedras a razón de 2,75 metros cúbicos por segundo (m3/s).
(…) El proyecto del acueducto del río Colorado aportaría sólo 2 m3/s, pero
abastece a otras localidades”, poniendo el acento en que es un proyecto
regional. El ing. Lucas había hablado de materializar el proyecto Sauce
Chico-Chasicó por cuanto son aguas superficiales, cuestionando a la vez la
calidad del agua que traería el Río Colorado, sobre todo por su salinidad.
Justamente, al contabilizar las pérdidas diarias que surgen de la diferencia
entre el agua potabilizada que sale de Planta Patagonia y lo que factura la
empresa prestataria Absa -reconoció que se habla en base a supuestos por la
falta de un caudalímetro a la salida de la planta potabilizadora-, Cifuentes
concluyó que “si se inyectara más agua a la red, sea del río Colorado o no, las
pérdidas serían aún mayores”.
El ing. Horacio Varela aludió a la infraestructura actual con que cuenta la
ciudad de Bahía Blanca: “Tiene 300 mil habitantes, acometida por seis rutas -cinco
nacionales y una provincial- y un camino vecinal, cuatro vías ferroviarias, un
sistema portuario que va desde un puerto militar hasta un puerto náutico,
pasando por el comercial, cereal, etc., dos centrales de producción de energía,
llegan electroductos, gasoductos, que pasan por debajo. Eso hace que la ciudad
tenga una compleja infraestructura”.
Luego de dar varios ejemplos de que los ingenieros civiles no son tenidos en
cuenta en la planificación de la ciudad por parte de la Municipalidad desde
hace ya varios años, aseveró que “el tema del agua es más complejo que la falta
o no de agua”. A esta altura muchos recordarán que el intendente Héctor Gay, en
una de sus primeras intervenciones públicas, después de anunciar que
denunciaría penalmente a los funcionarios de Absa y del Organismo de Control de
Aguas de Buenos Aires (Ocaba) para determinar las responsabilidades por
incumplimiento de sus funciones cuando la ciudad se quedó sin agua en enero de
2016, se trajo de La Plata un descuento del 15 por ciento, que finalmente se
iba a aplicar en cinco irrisorias cuotas.
Varela aportó algunos números y soluciones: “Bahía Blanca y Punta Alta consumen
6.600 metros cúbicos por hora (m3/h), de los cuales 2.300 m3/h van a la
industria en volumen crudo y volumen potabilizado. Y después están los 2.600
m3/h -que ya se mencionaron- que son pérdida o no contabilizado. Esto equivale
al volumen de la industria; quiere decir que se pierde lo mismo que se le da a
la industria. La pérdida alcanza a 55 millones de pesos por año. Lo que se
puede hacer para recuperar la pérdida es, en principio, reparar la red, con lo
cual se recuperarían 1.500 m3/h; arreglando la planta de líquidos cloacales, se
limpiaría el estuario y se le daría un segundo uso al agua, un uso industrial.
Con esto se recuperarían 1.000 m3/h de agua cruda que se está dando al polo
petroquímico. Y todavía no se habla de traer agua de afuera. Otra forma es
construir el tercer módulo de la planta potabilizadora, se podrían potabilizar
2.000 m3/h adicionales. O sea que se podría recuperar un 60 por ciento con
estas medidas. La primera conclusión es que no hace falta agua”.

Nota: Los materiales con que se realizó esta nota son gentileza del Colegio de
Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Distrito I.

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2016-05-10 00:00:00
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