El
flamante gabinete, órgano dependiente del Instituto Cultural de Bahía Blanca,
funciona en las instalaciones del ex Cine Plaza.
Dos de sus integrantes dialogaron con EcoDias y destacaron la necesidad de que
la cultura se convierta en una herramienta política para mejor pensar la
ciudad.
Pareciera que en Bahía Blanca a lo cultural se le está dando nuevos impulsos, o
al menos eso se percibe tras las nuevas incorporaciones realizadas en esa área
municipal. Días atrás el intendente Cristian Breitenstein anunciaba la
conformación del Gabinete de Política y Planificación Cultural. Se trata de un
órgano dependiente del Instituto Cultural dirigido por Silvia Corinaldesi,
presente en la conferencia de prensa, y que tendrá como fin principal, dijo
Breitenstein, poder lograr una estrategia sustentable en el tiempo que permita
incluir a todos los sectores de la cultura bahiense en una misma política de
Estado.
A cargo del nuevo gabinete están Marcelo Díaz, Guillermo Goycochea y Sergio
Raimondi, quien ante la prensa informó que ya se está trabajando en proyectos
que refieren a la historia de las unidades sanitarias y de los hospitales, narradas
por los propios trabajadores.
Por su parte, Goycochea, profesor de Filosofía Oriental en la UNS y editor de
“17 grises”, señaló que se buscaba articular el programa Bahía Piensa con la
llegada de los mejores intelectuales del país para lograr un intercambio con
intelectuales locales a través de una mesa de debate.
Instalados en las oficinas del ex Cine Plaza, los responsables del gabinete
recibieron a EcoDias y explicaron el sentido del mismo. “Es un espacio -manifestó
Raimondi- desde el cual pensar programas de política cultural tanto a corto
como largo plazo. Por un lado, enfatizar algunos aspectos de la cultura, tratar
de coordinar las acciones de las distintas dependencias que tienen que ver con
el Instituto Cultural, pero también con otros emprendimientos culturales de la
ciudad”.
Marcelo Díaz, a su vez, resaltó la cuestión cultural como un derecho de todos:
“Se hacen muchas cosas en Bahía no sólo a nivel artístico sino también a nivel
barrial, a distintos niveles culturales. Quizás lo que está haciendo falta es
organizar ese movimiento para potenciarlo, encontrar qué es lo que se puede mejorar
para dar soluciones a algunos problemas que hay estructurales en cultura, y
para de algún modo también llevar adelante esto de que la cultura es un derecho
para todos los ciudadanos”.
Homenaje a Mirta Colángelo
Una de las primeras actividades del Gabinete consistirá en realizar un
modelo de programación de vacaciones de invierno que incluya un homenaje a
Mirta Colángelo por su trayectoria en el trabajo con los niños: “Nuestra idea
es tratar de generar una programación de cultura que no ignore la historia
cultural de Bahía Blanca. Tratar de dar una base sólida a la programación
cultural a partir de una memoria efectiva sobre aquellos emprendimientos que
más marcaron a la ciudad. Consideramos que sobre todo Mirta Colángelo con todo
lo que fueron las experiencias de educación por el arte marcó una serie de
problemas, de preocupaciones y de soluciones que pretendemos recuperar”.
La iniciativa contiene lugares habituales como el Teatro Municipal, pero
también espacios no conceptualizados como culturales como los hogares de día,
el Patronato de la Infancia, sociedades de fomento o talleres, “que es una de
las mayores prácticas de Mirta a lo largo de su historia, de distintas
experiencias artísticas y también talleres en torno a las narraciones orales: hacerle
un homenaje que no sea uno que se hace en un día particular y al otro día se
terminó, sino que sea un homenaje desde las acciones mismas, que los catorce
días de las vacaciones sean un homenaje a Mirta”.
El rescate de los saberes
Al hablar de los objetivos se insistió con la idea de los trabajos a corto,
mediano y largo plazo. Díaz explicó que se trata de trazar ejes que tengan que
ver con lo que la gestión comunal piensa como prioridades de la cultura de
Bahía Blanca. En esto se integran cuestiones tales como el acceso a los bienes
culturales, el rescate de los saberes y del hacer de la ciudad para luego
debatir sobre ellos con diferentes instituciones y vecinos organizados, “que de
algún modo son los que hacen a la cultura todos los días en los distintos
lugares de la ciudad. Poder charlar esos ejes, discutirlos y ahí trazar un plan
de cultura”.
En el mismo sentido, Raimondi agregó la importancia de extender la noción de
cultura, lo cual implica pensarla como una posible herramienta y una
intervención política: “De algún modo el eje o la perspectiva con la que
queremos trabajar tanto a corto, mediano y largo plazo es generar programas de
cultura que permitan pensar y debatir la ciudad. Pensar la cultura como una
herramienta para intervenir en los debates que la ciudad constantemente propone,
y de algún modo recuperar la historia de la ciudad que es muy particular por
más que esté atada a la historia nacional y mundial. Tomar conciencia de la
historia cultural que tiene la ciudad y poder volverla a pensar en el presente,
ya eso es parte de la agenda”.
Y en esa extensión del concepto surge la aclaración de que la cultura no sólo se
resume a un hecho artístico: “Hay una cultura que tiene que ver con gente que
hace gestiones como sostener una biblioteca, abrir una pequeña sala en
determinado lugar, dar apoyo escolar o directamente determinados oficios y
trabajos que son particulares de la ciudad y que no encontrás en otro lugar. No
pensar que lo cultural es lo artístico, poder pensarlo en un término más
amplio, en el hecho de la cultura como lo que hace que la ciudad se mueva todos
los días de algún modo”.
Continuando con la referencia de la cultura como herramienta política para
pensar la ciudad, Raimondi finalizó: “Eso para cualquiera de nosotros tres no
significa dar respuestas, tal vez significa armar buenas preguntas. Si uno
efectivamente pudiera a través de preguntas bien hechas, pertinentes y
eficaces, empezar a generar un movimiento de respuestas en la ciudad,
articulando las distintas prácticas artísticas y no artísticas, culturales en
general, para dar respuestas que tengan que ver con nuevas miradas sobre la
ciudad, sobre lo que hay que hacer, sobre lo que falta, sobre lo que se puede
desarrollar, en términos de perspectivas general, eso es hacia donde vamos”.
Recuerdos del mateismo
Tanto Díaz como Raimondi formaron parte del conocido movimiento de Poetas
Mateistas que se destacaban por sus intervenciones artísticas en espacios
públicos. Un ejemplo conocido era el paredón de ferrocarril de la calle
Montevideo, a la entrada de Villa Mitre. Al hacer referencia EcoDias, recordó
Raimondi: “Había algo en el mateismo que tenía que ver con lo público, con
ocupar espacios públicos. Ver la poesía no como un libro que se lee en un
dormitorio o en un salón sublime de escuchas selectos, sino puesto en la pared
por donde pasa todo el mundo. El mateismo de algún modo conllevaba una
intervención en el espacio público de la ciudad, y en ese lugar sí se puede
pensar tal vez como parte de la genealogía por la cual estamos acá”.
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt
2023– Copyleft. Todos los derechos compartidos / Propietario: Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda. / Domicilio Legal: Gorriti 75. Oficina 3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). Contacto. 2914486737 – ecomedios.adm@gmail.com / Directora/coordinadora: Valeria Villagra. Fecha de inicio: julio 2000. DNDA: En trámite
Desarrollado por Puro Web Design.