Un informe técnico realizado por el Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas del Sur (INBIOSUR–UNS/CONICET) constituye la base científica que fundamenta y direcciona un nuevo programa municipal para el manejo de la paloma urbana (Columba livia). El estudio, solicitado por las autoridades, confirmó la magnitud de un problema que trasciende lo meramente estético o anecdótico.

Un estudio que cuantifica el problema

La investigación diagnosticó una alta densidad de ejemplares en zonas urbanas y periurbanas del partido. Esta concentración anormal anticipa, según los especialistas, impactos sanitarios y ambientales significativos si no se interviene con políticas públicas adecuadas y basadas en evidencia. La situación llevó a que la especie fuera declarada plaga en la jurisdicción.

El documento identifica riesgos concretos para la salud pública. Señala la presencia de patógenos asociados a las aves, como Chlamydia, Salmonella y Cryptococcus, que representan un foco potencial de zoonosis. Además, detalla daños materiales considerables en el patrimonio arquitectónico e infraestructura debido a la acidez de las deyecciones.

Otro hallazgo crucial del informe es el desplazamiento de aves nativas. La competitividad por el alimento y los espacios de nidificación de la Columba livia afecta la biodiversidad local. Este dato ecológico complejiza la problemática, que deja de ser solo una cuestión de convivencia urbana para convertirse en un desafío ambiental.

Frente a este diagnóstico, el municipio diseñó un programa integral de seis líneas de acción. La estrategia busca ser ética, sostenible y multidisciplinaria. Evita expresamente las prácticas de erradicación masiva o cruentas, optando por un manejo regulado que respeta principios de bienestar animal.

Acciones planificadas

La primera línea estratégica es el monitoreo continuo y científico. Se realizarán conteos estandarizados en dormideros y sitios de alimentación, así como fotomuestreos en puntos clave. La población será relevada trimestralmente en áreas críticas y anualmente en todo el partido.

También se registrarán las nidificaciones activas y se elaborará un índice georreferenciado de quejas ciudadanas. Estos datos alimentarán un sistema de información para evaluar la efectividad de las medidas. Se promoverán convenios con instituciones para financiar estudios permanentes con el INBIOSUR.

La segunda línea apunta a reducir las condiciones que favorecen la proliferación. Se identificarán y eliminarán fuentes de alimentación accesibles, principal motor del crecimiento poblacional. Esto implica una gestión integral de residuos y control de fuentes tróficas en espacios públicos y privados.

La tercera y más técnica es el control ético de la reproducción. Se utilizará nicarbazina, un medicamento no letal que neutraliza los huevos. Basada en experiencias nacionales e internacionales, su aplicación será supervisada y segura para otras especies. Su efectividad estimada es de entre el 50% y el 90% de reducción en uno a tres años.

Paralelamente, se fomentará el manejo de palomares regulados. Estas estructuras controladas permiten un manejo ético de huevos y colonias, facilitando el monitoreo y reduciendo la nidificación en edificios sensibles. Su impacto será evaluado periódicamente.

Participación ciudadana

La cuarta línea incorpora la prevención en la planificación urbana. Se inspeccionarán y fiscalizarán establecimientos comerciales, industriales y de servicios. En el micro-centro, se implementarán planes específicos de prevención y control en edificios, incorporando barreras físicas y diseños disuasorios.

La quinta línea es la educación y sensibilización ciudadana. Se lanzarán campañas de convivencia responsable, explicando los riesgos de alimentar a las palomas. Se realizarán acciones conjuntas con escuelas, comercios y vecinos, y se capacitará a empresas en pautas éticas de control.

La sexta línea prevé la regulación de población en zonas críticas mediante captura ética. Se usarán trampas jaula para trasladar ejemplares en contenedores ventilados. Para los animales capturados, se aplicarán técnicas de eutanasia aprobadas por organismos veterinarios internacionales y nacionales.

Incidencia ambiental

La disposición final se hará en un sector tratado con un catalizador de biodegradación. Todo el proceso estará auditado y se regirá por leyes de bienestar animal. Esta medida se considera un último recurso para áreas de altísima densidad y riesgo sanitario comprobado.

El programa será articulado por la Secretaría de Salud y la Subsecretaría de Ambiente. Contará con la asesoría técnica del INBIOSUR–UNS/CONICET y la ejecución de empresas habilitadas. La participación ciudadana y la cooperación institucional son pilares declarados del plan.

El marco normativo incluye el Decreto Provincial 279/2018 y ordenanzas municipales sobre control de plagas urbanas. También se ampara en leyes nacionales de bienestar animal y ambiente. Se busca instalar una política pública sostenible y adaptativa en el tiempo.

Se estima que la implementación tendrá un impacto medible en la disminución progresiva de la población. También se prevé una mejora en la higiene urbana, la conservación edilicia y una mayor conciencia ciudadana. El éxito dependerá de la continuidad y la articulación interinstitucional.

El objetivo final, según las autoridades, no es la eliminación sino el equilibrio. Se busca garantizar una convivencia más sana y sostenible entre la comunidad, su patrimonio y el ambiente urbano, mitigando los riesgos que el diagnóstico científico ha puesto en evidencia de manera irrefutable.

Presentación del programa integral de convivencia urbana con la fauna
El 12 de noviembre se presentó formalmente el plan para reducir la sobrepoblación de palomas urbanas (Columba livia) de forma ética, sostenible y basada en evidencia científica. El programa, tratado y aprobado por los Consejos Municipales de Políticas de Salud y Ambiente, combina acciones de control, educación, prevención, monitoreo y planificación urbana.
El intendente Federico Susbielles se refirió al programa como “una intervención multidisciplinar que busca instalar una política pública sostenible en el tiempo, que genere los equilibrios necesarios y buscados por nuestra comunidad, con un trabajo conjunto entre el Municipio, el Puerto, instituciones científicas y actores privados”.
Acompañado por el titular de la Agencia De Desarrollo Social, Salud, Ambiente Y Hábitat, Diego Palomo; el secretario de Salud, Federico Bugatti; el subsecretario de Ambiente, Flavio Fuente; el presidente del Consorcio General del Puerto Bahía Blanca, Santiago Mandolesi Burgos; la directora de Zoonosis, Mariana Sierra; y la representante del Conicet-Inbiosur, Ema Casenave, el intendente aclaró que “tiene seis líneas de acción que se van a realizar de forma articulada y complementaria y cada una de ellas es muy importante para garantizar el éxito del programa”.
A su turno, Diego Palomo, explicó: “El programa busca saldar esas cuestiones, proteger la salud de las personas, proteger aquellas especies que son desplazadas por la Columba livia y poder también proteger nuestro patrimonio arquitectónico y favorecer el desarrollo industrial”.
En tanto, Mandolesi Burgos, agregó: “Desde el Puerto vimos esta problemática que también afecta a las empresas, al sector portuario, al sector industrial y que no era un tema aislado y que había que trabajarlo articuladamente”. El programa será articulado por la Secretaría de Salud y Subsecretaría de Ambiente, con asesoría del CONICET y participación ciudadana.

Autor: Redacción Ecodías