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Una fiesta popular

La asunción de la presidencia de la República de Paraguay por el ex obispo Fernando Lugo Méndez, constituyó una fiesta popular donde hubo muchas emociones y pocas formalidades, las imprescindibles. Era previsible si se tiene en cuenta que entre los invitados estaban -además de presidentes como Hugo Chávez y Evo Morales- figuras latinoamericanas como el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, o el teólogo brasileño Leonardo Boff. Miles de paraguayos soportaron horas a pleno sol, deseosos de saludar al nuevo presidente, pero también a los populares invitados que le acompañaron en este momento histórico. Para una gran mayoría de los paraguayos, fue la posibilidad de ver por primera vez asumir a un gobernante que no perteneciera al partido Colorado, que durante más de 60 años controló al país, incluyendo la larga dictadura del Gral. Alfredo Stroessner. Lugo ganó las elecciones del pasado 20 de abril al frente de una heterogénea coalición denominada “Alianza Patriótica para el Cambio”. No tendrá mayoría en el Parlamento y tendrá que lidiar con una administración estatal reconocida como la más corrupta de A. Latina, y cuyos funcionarios son o han sido adictos al partido colorado, por convicción, por conveniencia o por coacción. Todo eso cambiará. Al menos ese es el propósito manifiesto de Fernando Lugo, quien volvió a ratificarlo en sus primeros minutos como presidente.

En guaraní y con sandalias
Tras su juramento, vestido sencillamente con un típico tejido paraguayo y calzando sandalias Lugo hizo un discurso que incluyó extensos párrafos en guaraní, como una afirmación de esa lengua que es la que utilizan para comunicarse más de la mitad de sus habitantes, y que se habla en el 80% de los hogares paraguayos. Por extensión, un reconocimiento a los sectores campesinos e indígenas, que son los más empobrecidos. «Hoy termina un Paraguay exclusivo, un Paraguay segregacionista, un Paraguay con fama de corrupción. Hoy se inicia la historia de un Paraguay cuyas autoridades serán implacables con los ladrones de pueblo», afirmó el nuevo presidente. Se describió como “este humilde paraguayo de un bello rincón del Sur” y refiriéndose a su sacerdocio explicó: “opté preferentemente por aquellos que la historia había arrojado en los marginales escenarios de la exclusión y la miseria”. Citó a los escritores Roa Bastos y Alfredo Barret, y a uno de los más grandes poetas paraguayos: “quisiera que otras plumas que cantaron al mundo nuestra historia de dignidad secuestrada, como Elvio Romero, sepan que estoy aquí, fiel a su impronta: con los de mi camino; con el justo, el pobre, el perseguido y el rebelde”.

Otras citas históricas
Pero también recordó a Francisco Solano López a quien reivindicó en su discurso cuando leyó la carta que aquél redactara y dirigiera al gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 25 de julio de 1811, donde, a la par que reivindicara la ruptura con el tradicional amo español, se manifestara la decisión de no aceptar hacia el futuro ningún otro vasallaje. Reconoció que no hay plazos estimables para encontrar soluciones, y formuló una propuesta de participación colectiva convocando para ello a todo el pueblo paraguayo, sin banderías. Citó a Josué de Souza para anunciar que renuncia “a vivir en un país donde unos no duermen porque tienen miedo de los pobres y los pobres no duermen porque tienen hambre”. También recordó a Salvador Allende, quien dijera que “mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas, por donde pasará el hombre libre para construir una sociedad mejor”. Al evocar a los miles de paraguayos que tuvieron que irse al exilio tuvo palabras de agradecimiento hacia Argentina. “Como no pudieron volver, se arroparon en el abrigo solidario de Vtro. país, presidenta Cristina, y es ésta la histórica oportunidad de dar las muchas gracias”. Afirmó que no criminalizará la pobreza ni las luchas de los sectores sociales. Hizo especial mención de los indígenas, a quienes se refirió como “hermanos y genuinos dueños de la historia y la tierra”. Uno de sus principales compromisos es llevar adelante una Reforma Agraria que permita una justa y productiva redistribución de la tierra, ya que unas 500 familias y corporaciones controlan más del 80% de las tierras cultivables.

“Todo cambia”
Ya fuera de protocolo, Lugo y Chávez unieron sus voces para acompañar el canto del tema “Todo Cambia” del chileno Julio Numhauser. El presidente Venezolano, totalmente distendido y declarándose “paraguayo y latinoamericano”, recitó “Por aquí pasó”, un poema de homenaje al libertador Simón Bolívar. El pueblo paraguayo estaba encantado de una ceremonia que por sus características ya se constituía en sí misma en un cambio de formas y de contenidos. Las alusiones éticas, el contenido humanístico y el profundo acento social, encajaban perfectamente con lo que fue la trayectoria de Lugo como obispo y los que fueron sus compromisos de campaña electoral. Pero también con las expectativas y la voluntad expresada en las urnas por una mayoría del pueblo paraguayo. El proyecto político propuesto por Fernando Lugo en sus intervenciones se define como “soluciones paraguayas para problemas paraguayos.” Ha intentado marcar que su sentimiento de proximidad con Chávez, con Evo Morales o con otros presidentes embarcados en procesos de cambio, no significa dependencia ni el traslado mecánico de otros modelos. Pero su elección significa un refuerzo para la corriente transformadora que intenta vertebrar la unidad latinoamericana. Es de esperar que las expectativas paraguayas, encuentren comprensión en los demás países del continente, en particular Argentina, Venezuela y Brasil. En el caso de éste último, Lula tendrá que aceptar una renegociación del acuerdo sobre la presa de Itaipú y un precio más justo para la energía que Paraguay vende anualmente a su país, y que es el 20% del total que necesita el gigante sudamericano. En síntesis, Paraguay fue una fiesta y el cambio presidencial (y posiblemente de época) es otra bocanada de aire fresco en el continente y precisamente en un país entrañable que parecía ajeno a los cambios.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info

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2008-08-24 00:00:00
Etiquetas: Internacionales.
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