Representantes de diversas comunidades indígenas han planteado una vez más la necesidad de que sus voces se escuchen en los grandes organismos que, en definitiva, deciden la suerte de los pueblos. Así ha ocurrido nuevamente en la reunión del llamado “Grupo de los 8” o simplemente “G8” en la isla japonesa de Hokkaido.
Los portavoces de diferentes comunidades, acompañados por centenares de manifestantes, culparon al modelo económico que sostienen los países del G8, los más ricos y poderosos del mundo, como la principal causa del cambio climático, la crisis alimentaria y la suba de los precios de los combustibles. Poco ha cambiado la situación en los últimos años, y los datos indican que son estos gobiernos los que más han incumplido las metas fijadas en el Protocolo de Kyoto para preservar el planeta.
Tras las protestas ante el edificio donde deliberaban los representantes de los ocho países industrializados a los que se considera con el mayor peso político, económico y militar (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), los representantes de comunidades nativas de diversos países que afirman expresar la voluntad de 350 millones de personas reclamaron que los líderes del G8, abran el camino para que los pueblos indígenas puedan participar en las conversaciones globales sobre cambio climático lideradas por Naciones Unidas. “Nuestros pueblos -afirmó Ben Powless, un mohawk de Canadá- son los más afectados, pero también son quienes más tienen para contribuir”.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info