El rechazo a la Ley General de Educación que actualmente se discute en el senado chileno, se ha extendido por gran parte del estudiantado y pone en difícil situación al gobierno de Michelle Bachelet. Cientos de estudiantes que se manifestaban por la Alameda de Santiago, la principal avenida de la capital, fueron duramente reprimidos por carabineros que utilizaron gases y carros lanza-agua. La próxima promulgación de la ley, activó nuevamente las movilizaciones de los estudiantes secundarios y universitarios que desde hace dos años vienen reclamando a favor de mejoras en la educación pública y rechazando la consolidación de medidas privatizadoras. A pesar de las promesas del gobierno ante las protestas estudiantiles anteriores, el lucro sigue siendo motor de la enseñanza en colegios particulares subvencionados con recursos estatales. La derecha política en alianza con los promotores de colegios privados, muchos de ellos con vínculos con la iglesia, formula declaraciones a favor de un sistema pluralista y gratuito, pero en la práctica apunta a consolidar las diversas fórmulas que se denuncian como la privatización de la enseñanza pública. La crisis educacional se gestó durante la dictadura de Pinochet y se profundizó durante el gobierno de Frei. Pero la Concertación (alianza de centro-izquierda) tampoco rectificó el rumbo. Ahora el gobierno busca que la discusión del proyecto de ley pase por la comisión senatorial de Hacienda, en lugar de la Comisión de Educación, circunstancia que fue denunciada por el propio presidente de este último organismo, senador Alejandro Navarro.
Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info