Tras el cuestionado proceso electoral de renovación parlamentaria en el que el uribismo se aseguró el control del senado, la violencia de los paramilitares volvió al primer plano de la actualidad colombiana. El lunes 17 fue asesinado el presidente del Comité de Derechos Humanos de La Catalina, en el departamento de Meta. Jhonny Hurtado, de 59 años estaba realizando tareas agrícolas en su parcela cuando fue alcanzado por varios disparos.
A pesar de que toda la zona está militarizada, no se sabe de detenidos o pistas sobre el crimen. Allí opera la Brigada móvil Nº 7 de la Fuerza de Tarea Omega del ejército. Una delegación de campesinos y líderes comunales han denunciado las constantes agresiones y amenazas recibidas en la zona ribereña del río Guayabero. Dos días después, desde una motocicleta en marcha, acribillaron al periodista Clodomiro Castillo, director de la revista Pulso del Tiempo y de la emisora La Voz. El periodista se destacaba por sus denuncias de corrupción administrativa y había recibido varias amenazas.
Concretamente, había denunciado los vínculos de muchos legisladores del oficialismo (partidarios del presidente Álvaro Uribe) con el narcotráfico y los paramilitares. “Su muerte es un atentado contra quienes en el departamento de Córdoba han pedido que se investiguen los nexos entre el paramilitarismo y sectores de la vida política y económica”. El asesinato del periodista Clodomiro Castillo conmocionó al país, que suma diariamente víctimas de una represión y una violencia solapada, de la que nunca aparecen responsables y ejecutores. Activistas sindicales, líderes sociales y campesinos, periodistas y activistas de derechos humanos parecen ser el objetivo principal de las bandas paramilitares y los sicarios.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info