NO MÁS VIOLENCIA
Pasión de multitudes

No más violencia nace en 1996, a partir de observar la pasión que
significaba el fútbol para los argentinos y la carencia de un trabajo que
apuntara a la violencia que generaba.
En el marco de este proyecto se busca operar dentro de las canchas. El
primer partido en el que se desempeñaron fue el último encuentro de
Maradona con la camiseta de Newell’s, y a partir de ahí comenzaron con
algunos encuentros en La Plata, sobre todo en los clásicos.
Uno de sus impulsores es David Ballet, integrante de la Juventud
Evangélica Bautista Argentina. Delfín Viano es uno de los colaboradores de
“No más violencia” y hace años que participa de la campaña. Nos cuenta que
el trabajo fue creciendo con el paso del tiempo, trabajo realizado “a
pulmón” con las ganas que le pone cada uno de los 50 integrantes del grupo.
La campaña consiste básicamente en trasmitirle a los espectadores
algunos valores relacionados con la no-violencia y el respeto por los
demás.

Trabajo previo
Durante la semana previa al encuentro deportivo comienzan las tareas
que tienen que ver con las entrevistas con la policía a quien le compete la
seguridad del encuentro: “Ahora con el Consejo Provincial de Seguridad
Deportiva (COPROSEDE), que avala el trabajo y nos autoriza a estar en la
cancha, solamente tenemos que avisar a las comisarías”, nos comenta Delfín.
También necesitan el permiso de las autoridades de los clubes para
pasar entre los vallados, para apostarse entre el primer vallado, en el de
cacheo y en el del acceso a la cancha.
El día del partido, unas horas antes del encuentro, se reúnen entre 20
y 30 voluntarios -según la importancia del partido- y organizan el trabajo:
“Ninguno de los que va a la cancha, aunque sea el club de su amor, entra
gratis, todos pagamos la entrada. Por tener la camiseta de la campaña no
dejamos de pagar la entrada; en realidad es porque creemos que no pagar
también es un acto de violencia, cuando violentás la seguridad y te colás”,
argumenta Delfín.
Ya en la cancha, los integrantes de “No más violencia” se ubican en los
accesos de las hinchadas con volantes que contienen frases como “A veces
decir NO es positivo”, “Decile NO a la violencia” y “Si querés tirar algo
en la cancha… tira este volante”.
En Bahía Blanca los partidos que se cubren con la campaña “No más
violencia” son los que juegan Olimpo y Villa Mitre.

Metodología pacífica
“Tratamos de apelar a la repetición para que la gente entienda que no
es necesaria la cancha para hacer desmanes, que uno puede ir a disfrutar,
aunque hoy hay quienes van alcoholizados, drogados o utilizan la cancha
como medio de escape por los problemas que tienen a diario. Sabemos que es
en una ‘guerra’ desigual… Igual, en ningún momento se habla de una iglesia,
pero sí creemos que es un mensaje de Dios, porque la Biblia habla de paz”,
agrega Viano.
Después de la entrega de volantes, y cuando la gente está ubicada en
las tribunas, con la autorización del referí, ingresan al césped con una
bandera de 12 por 8 metros, negra y blanca portada por niños vestidos con
los colores de los equipos que se enfrentan. La bandera reza “No más
violencia. Un mensaje de Dios” y con ella se recorre toda la superficie de
la cancha para que todos la vean.
Después se ubican en el medio del terreno y se levanta hacia la tribuna
oficial, mientras 2 chicos que representan a cada equipo se abrazan y dan
algunas vueltas alrededor de la bandera.
Le preguntamos a Delfín cuál es la violencia más común que puede verse
en las canchas y nos contesta que “lo más común es lo verbal, es permanente
la violencia hacia el otro, hacia el hincha contrario, hacia la policía.
Otro tipo de violencia común es tratar de ingresar a las canchas sin las
entradas, con el convencimiento de que el club les pertenece y que tienen
el derecho de entrar gratis, asociando eso al amor al club, cuando en
realidad nada tiene que ver con el amor… Porque si así fuera, ese amor me
llevaría a pagar la entrada para que el club esté mejor, se le pueda pagar
al jugador, se puedan hacer mejoras edilicias, o de otro tipo”.

“No más violencia” a la escuela

A partir del análisis de la campaña y la necesidad de ampliar sus
alcances y sobre todo en relación con el objetivo preventivo de “No más
violencia”, se empezó a pensar la manera de anticiparse por medio de la
educación.
Al principio se pensó en los clubes, aunque se descartó esa idea ya que
es un porcentaje muy pequeño de niños los que asisten, así que directamente
se decidieron acudir a las escuelas.
“Este proyecto consiste en 8 módulos, o sea 8 clases donde se hablan de
temas relacionados con la no-violencia, a la bulimia y anorexia, a la
sexualidad, abusos, maltratos, golpes y violencia verbal”.
Las clases se extienden por 45 minutos, y están avaladas por el
Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, de Chaco, de
Misiones y de Río Negro. A los alumnos se les entrega un cuadernillo, donde
pueden encontrar actividades que se realizan a partir de las charlas.
“El objetivo es motivar al chico y convertirlo en un agente de cambio
para que sea un trasmisor del mensaje de no-violencia y que participe
activamente en su comunidad educativa”, finalizó Viano.