©Todos los derechos compartidos

Más allá de precios bajos

Para todos aquellos que nos quedamos en Bahía Blanca en estas vacaciones, y también para los que nos fuimos y regresamos, el balneario Maldonado es una opción más que interesante.
Ubicado frente al mar, el balneario Maldonado cuenta con un camping y con una amplia pileta de agua salada habilitada en diciembre del 2006 y abierta hasta mediados de marzo de este año. Nos pareció importante poder recorrer este espacio.
Si bien hoy es un sitio mejorado, persisten algunas cuestiones no resueltas y falencias según nuestra percepción que merecerían ser puestas a punto para lo que resta de la temporada.

Día de semana. Mucho calor. ¿Qué hacemos? Vamos a Maldonado.
En remis llegar desde el centro cuesta un poco más de 8 pesos. El colectivo -línea 505- ida y vuelta, $ 2,70. Optamos obviamente por el cole. El dato para no esperar ni 10 ni 47 minutos es hacerse de los horarios de salida del coche que realiza ese recorrido y que cuenta con un cartel que dice “Balneario Maldonado”.
Llegamos.
Pagamos $ 1 si somos mayores y $ 0,50 si somos menores hasta 12 años. Los jubilados no pagan los días de semana y los fines de semana abonan $ 0,50.
Nosotros, pagamos $ 1…

Si bien el control del ingreso de alcohol se ha mencionado en varios medios desde la mirada de los encargados del complejo como un dato positivo, no hay cartelería que mencione el tema y la presencia policial parecería ser la única manera de “prevenir” el ingreso de bebidas.
Por caso, en la cola para pagar el ingreso nadie nos advirtió sobre el tema de las bebidas alcohólicas, ni tampoco vimos que revisaran nada.

Hacia el interior
Ingresando, hacia la derecha se encuentra “la cantina” que es uno de los dos espacios concesionados a Cáritas Arquidiocesana en los que por precios justos podemos degustar comida rápida y rica. Hamburguesas, milanesas de pollo, panchos, y hasta un menú del día, con gaseosas de varias marcas, precios y tamaños. Y para la hora del mate cosas dulces.
El otro lugar es “El Kiosco” que está frente a la pileta y es el lugar al que se llega la gente para comprar gaseosas, galletitas y helados como también para “dice mi mamá si me abre estas latas de paté”.

Por un sendero de arena sin papeles y el marco de tamariscos y fogones llegamos a la pileta rodeada en casi todo su perímetro por las carpas a las que podemos acceder todo el día por $ 1 adicional.
En la pileta se pueden observar tres puestos de bañeros que vigilan y están atentos ante cualquier imprevisto que pudiera ocurrir.

Limpieza y mantenimiento
Hay que destacar la limpieza del lugar que se logra gracias a la tarea sostenida por los empleados contratados para tal fin, quienes hasta le dan una terminación artesanal de espigas a la superficie de la arena que rodea algunos sectores. Son ellos los mismos empleados que se encargan de recolectar los papeles, botellas, que se “caen” en al agua. El mantenimiento de los baños también es constante.

No estaría de más…
Si bien la mayor parte de lo que ofrece el Balneario este año es muy bueno, existen deficiencias en otros aspectos que no son menores.
Una sala de enfermería sin equipamiento apropiado para los posibles problemas de salud que se pueden suceder en un espacio de esparcimiento de las características del balneario, es una de esas carencias. La llegada al lugar de un promedio de 3.500 personas los fines de semana hace que la infraestructura montada y el equipamiento resulten insuficientes.
Durante la temporada anterior el Balneario contó con un móvil sanitario debidamente equipado, que podía responder con celeridad ante las situaciones que se presentaron.
Este año no es igual. Si bien la consigna es que está el 911 y que también hay una ambulancia disponible los fines de semana, nunca alcanza en lo que a emergencias de salud se refiere. Y esta aseveración no es porque hayan ocurrido muchos casos urgentes de gravedad, sino para que si sucedieran -las posibilidades están- no se cuenta con el material necesario.
Los enfermeros al frente de esta sala son cuatro, y aunque a veces superponen parte de sus turnos, habitualmente hay un enfermero por turno.
En nuestra recorrida por el lugar vimos que el despojo de la enfermería no es sólo estético: no cuenta con armario ni mobiliario para disponer los insumos, la tijera con la que cortan las gasas es prestada, tampoco hay pinzas ni instrumental necesarios para la extracción de elementos en caso de cortes profundos en que haya que higienizar la herida, como ocurre a diario.
Hace unos días llegaron unos cuellos para inmovilizar preventivamente en caso de caídas o golpes, y eso fue una suerte porque al poco tiempo hubo un caso en que se utilizó este material ortopédico.
Un caso impactante ocurrió para la época de las fiestas de fin de año. Un muchacho convulsionó en la pileta y tuvo que ser socorrido. La sala de enfermería no cuenta con oxígeno, ni con una camilla rígida o de vacío para poder realizar traslados en caso de ser necesarios. Cabe aclarar para los que no conocen el lugar, que no sólo la pileta es de grandes dimensiones sino que además las distancias en el predio son amplias. Es decir, si alguien se golpea en la zona de la compuerta hay al menos doscientos metros para recorrer hasta la enfermería.
Quienes trabajan en ese lugar son personal especializado con amplia experiencia y trayectoria, pero poco pueden hacer en casos de urgencias si no cuentan con los elementos necesarios. Cabe aclarar que en su momento habría sido presentada una lista con los elementos básicos y necesarios.
Hoy, afrontan el día a día con la esperanza de que no haya nada grave que necesite elementos básicos que no tienen.

Compuerta
Otra de las obras necesarias para el Balneario es un acondicionamiento de lo que es la compuerta que permite el paso del agua del mar a la pileta.
Construida hacia la época en que se inauguró la pileta, su “tecnología” es manual. Por ella el agua pasaba “por arriba” el día que, a mediados del mes de enero, se desató un importante movimiento natural de aguas que hizo desaparecer la pileta por la inundación.
Por otra parte, por la profundidad existente en ese sector de la compuerta, los chicos -y no tanto- aprovechan para tirarse unos clavados con las consecuencias de contusiones, golpes en la cabeza, choques, etc.

Seguramente, el trabajo de poder pensar al Balneario Maldonado como un lugar al que hay que realzar, mejorar y mantener para lo que resta de este verano y las próximas temporadas, hará que no sólo se lo vea y se lo piense como un espacio recreativo de fácil acceso para los bahienses y barato, sino también seguro.

facebook
Twitter
Follow
2007-02-24 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
Relacionados
ESTEMOS CONECTADOS
campañas
144 600x600px (1)
137 (1)
adhesiones
adhesion facundo 600x325px (1)
adhesion lopez 600x325px (1)
última Edición
Cooperativa Ecomedios
Nos apoyan
Nosotros
Ecodías es una publicación de distribución gratuita.
©Todos los derechos compartidos.
Registro de propiedad intelectual Nº5329002

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de la editorial.
Agradecemos citar la fuente cuando reproduzcan este material y enviar una copia a la editorial.

> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt


es un producto de:

Matrícula INAES 40.246. 

Desarrollado por Puro Web Design.

RSS
Follow by Email
Telegram
WhatsApp