El gobierno boliviano continúa cumpliendo el programa y los objetivos que le permitieron afrontar con victorias todos los procesos electorales realizados desde que Evo Morales ganara las elecciones de octubre del 2005 con más del 50 por ciento de los votos.
Dos importantes medidas fueron consolidadas por el gobierno boliviano en los últimos días: una ley que regula y penaliza las expresiones racistas en los medios de comunicación y el proyecto de una nueva Ley de Pensiones que reduce la edad de jubilación y que rompe con las normas liberales vigentes desde 1966.
La primera de ellas fue contestada por los dueños de los medios de comunicación, alegando que esa normativa antirracista podría convertirse en una amenaza contra la libertad de expresión. Sectores de la oposición al gobierno boliviano han tomado este argumento para oponerse a la ley, al punto de haber llegado a editar las portadas de algunos periódicos en blanco como expresión de su denuncia. Ante la expresión de algunos propietarios de medios de que “la democracia está de duelo”, el viceministro de gobierno Wilfredo Chávez afirmó: “No está de duelo la democracia, los racistas son quienes están de duelo, los discriminadores son los que están de duelo, pues la ley afecta a racistas y discriminadores o a quienes promueven o difunden racismo y discriminación”.
En cuanto al proyecto de ley sobre jubilación, baja la edad para tener derecho a la pensión a 58 años para los hombres y a 56 para la mujeres. La nueva ley fija aportes del estado y de los patrones, y no solamente de los trabajadores, como es en la actualidad. Además, será de aplicación universal y no como la ley vigente que deja sin cobertura social al 70 por ciento de los trabajadores.
Ambas normas tienen un amplio respaldo social, pero cuentan también con fuerte resistencia de la oposición y de sectores empresariales.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info.