Los sectores políticos desplazados del poder y del control total de la nación tras más de 60 años sin alternancia, no han esperado los “100 días de gracia” que suelen otorgarse a los nuevos gobiernos. Según lo denunció el nuevo presidente Fernando Lugo, que asumió su cargo el pasado 15 de agosto, el pasado fin de semana hubo una reunión de opositores a la que fue invitado un militar clave a fin de sondear “sus ambiciones políticas”.
Según la denuncia presidencial, el general Máximo Díaz Cáceres, enlace de las fuerzas armadas ante el Congreso, fue llevado por un chofer de Enrique González, presidente del Senado, al domicilio particular del ex general Lino Oviedo donde, además de los citados, dijo que estuvieron presentes el ministro de la Justicia Electoral, Juan Manuel Morales y el fiscal general del estado Rubén Candia Amarilla. «El general Díaz fue consultado por el general Oviedo sobre cuál es la opinión de las fuerzas armadas acerca de la crisis en el Senado. Díaz respondió que las fuerzas militares están institucionalizadas y no tenían opinión sobre un asunto político, retirándose inmediatamente», dijo Lugo. Añadió que los responsables de esta reunión son Nicanor Duarte Frutos, su antecesor en el cargo, y Lino Oviedo, que ocupó el tercer lugar en los comicios presidenciales de abril pasado.
Lugo pidió a los paraguayos «que estén alertas ante las conspiraciones golpistas.”

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info