Santa Margarita, al igual que San Roque, escapa a la realidad de la mayoría de los distintos barrios que componen el Consejo Vecinal Norte de nuestra ciudad, ya que no sufre la falta de obras imprescindibles para vivir dignamente, como hemos visto en notas anteriores donde se destacaba la urgente necesidad de realizar, por ejemplo, las obras cloacales.
El barrio está ubicado entre las calles Hernández, Cuyo, Zapiola y Avenida Alem, involucrando 21 manzanas salidas a la venta en el año 1957, hoy habitadas por más de 600 familias.
En una reunión realizada en la casa de uno de los vecinos de la época, se conformó el 10 de junio de 1972 la Sociedad de Fomento que actualmente posee su sede social en Rosario 2261. Cuenta con 130 socios, aunque llegó a tener más de 400 durante los años de formación del barrio donde las necesidades se hacían notar con mayor facilidad.
“Somos casi siempre los mismos, a veces se agrega uno, dos… pero la colaboración es igual a lo que pasa en todas las Sociedades de Fomento. La verdad es que el grupo es cada vez más chico”, se lamenta el actual presidente, Carlos Guzmán.
Desde hace 15 años vienen reclamando a la Caja de Jubilaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, propietaria de una gran extensión de tierra inutilizada, que les ceda en comodato a la entidad fomentista, para que junto a la Escuela Nº 74, creen un área de deportes para los chicos del barrio. Más allá de no tomar una decisión al respecto, las autoridades policiales tampoco brindan el permiso necesario para que la Municipalidad pueda intervenir en el mantenimiento de estas 5 hectáreas que afean a Santa Margarita por sus yuyales.
Al recorrer Santa Margarita da la sensación de estar en un barrio tranquilo, con chicos jugando a la pelota en las calles, como sucedía en la mayoría de los barrios bahienses años atrás, pero de igual manera deben hacerlo con el cuidado de aquellos que por ahorrarse unas cuadras en sus trayectos, se olvidan de las normas de tránsito y circulan sin respetar el sentido de las arterias.
Dentro de las obras faltantes, se encuentra el asfaltado de siete cuadras de De Ángelis y una de Zapiola, que no se puede hacer hasta que se construya el desagüe pluvial que atravesará ese sector. “Hace poco hablamos con Micca (subsecretario de Infraestructura municipal), y aunque tuvo buena voluntad para encarar el asfaltado, nos dijo que hay que esperar. El pedido está en la lista de obras provinciales pero no hay fondos… se necesitan cerca de cuatro millones de pesos”, afirma Guzmán.    
“Necesitaríamos sobre Alem y los terrenos de la Policía, una bicisenda o vereda, porque en los días de lluvia el camino se embarra y la gente camina por la calle… y esto es muy peligroso. Pero bueno, la promesa está, pero la vereda no se hace”, completa el presidente fomentista.
Por último, dentro de las actividades que desarrolla la Sociedad de Fomento se encuentran las clases de Inglés, gratuitas y promovidas por un programa provincial, Tai Chi Chuan, Tango y Ajedrez. Este último taller cuenta con un gran éxito, incluso con el pedido de los padres para que continúe durante el verano: “Los chicos están muy entusiasmados, vienen con sus tableros y hay veces que terminan la clase y los ves sentados en el cordón de la vereda jugando”,  concluye conforme Carlos Guzmán.