El paro general convocado por la Central General de Trabajadores, se cumplió con gran respaldo en el sur del país y con menor adhesión en Lima, la capital. La movilización de carácter nacional, tuvo como finalidad protestar contra el alza del coste de vida, la privatización de puertos y aeropuertos, los atentados contra los derechos de propiedad de las comunidades, la corrupción reinante en el Ejecutivo y la falta de respuesta del gobierno ante las demandas de los gremios y regiones, entre otras situaciones. En Cusco, la paralización de actividades fue casi total. Incluso dejó de funcionar el servicio turístico de trenes hacia Machu Picchu. En Ica la Carretera Panamericana Sur fue tomada por manifestantes por varias horas; y en Pisco fue tomada la vía Libertadores de Wari, que conecta a Lima con Ayacucho.

En los departamentos de la región selvática la paralización de actividades se prolongó durante 72 horas, ya que los habitantes de estas regiones protestan contra una legislación propuesta por el gobierno de Alan García que modifica los criterios para ejercer la propiedad en aquellos espacios naturales. Este hecho podría abrir la puerta a la privatización de grandes territorios que actualmente son habitados por poblaciones indígenas de acuerdo con sus costumbres y cultura. En Madre de Dios miles de manifestantes, entre campesinos, mineros y pobladores, incendiaron la sede del Gobierno Regional de Puerto Maldonado, capital de la región selvática más alejada de la capital. Aunque en Lima la paralización no fue total, se realizó una importante concentración en la plaza 2 de mayo, donde miles de personas expresaron su rechazo a las políticas gubernamentales. En el cierre del acto central de la movilización, Mario Huamán, Secretario General de la CGTP denunció que en el Perú, los verdaderos terroristas son aquellos que desde el gobierno sostienen un sistema injusto, neoliberal, que atenta contra el pueblo.

Maestros y campesinos. Seguirán los paros

Quienes interrumpieron de forma unánime sus actividades fueron los maestros afiliados al Sindicado Único de Trabajadores de la Educación (SUTEP), pues los colegios permanecieron casi vacíos. Este conflicto continúa con dinámica propia y unos 50 trabajadores administrativos del sistema educacional tomaron la catedral del Cusco, exigiendo el aumento salarial que el Gobierno se había comprometido a pagarles. Por su parte, los frentes regionales ligados al campo anunciaron su decisión de conformar un Comité de Lucha que agrupa a las organizaciones sindicales agrarias de Puno, Arequipa, Cusco, Apurimac y Huancavelica. El Ministro del Interior, Luis Alva Castro, dijo al país que el paro fue un fracaso, pero reconoció que hay problemas por la desigualdad y la pobreza, “los cuales hay que resolver con el diálogo”. Para las organizaciones sindicales peruanas, la huelga solo es el comienzo de una lucha para que se produzcan cambios profundos en el país.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info