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La ecología social es el nuevo desarrollo
Dice el Papa Francisco en su nueva encíclica que “el medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Y quien se apropia de algo debe ser sólo para administrarlo en bien de todos”.

Dice el Papa Francisco en su nueva
encíclica que “el medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la
humanidad y responsabilidad de todos. Y quien se apropia de algo debe ser sólo
para administrarlo en bien de todos”.

La Encíclica Laudato si del Papa
Francisco trasciende la cuestión medioambiental para presentar la crisis
ecológica como el fracaso del actual sistema de relaciones internacionales y
del modelo de desarrollo neoliberal que profundiza las inequidades
distributivas entre personas y entre países. El documento va mas allá de la
denuncia de la destrucción del planeta que afecta la vida de la humanidad para
centrarse en las causas de esa destrucción que se encuentran, fundamentalmente,
en el actual sistema económico y político internacional. Dice el Papa: “Se
pretende legitimar el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con
el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar,
porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante
consumo” (ver nº 50), para agregar que “la inequidad no afecta sólo a
individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una ética de las
relaciones internacionales. Porque hay una verdadera ‘deuda ecológica’,
particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios
comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso
desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por
algunos países” (nº 51). La responsabilidad del Norte rico se verifica en la
acción depredadora de las multinacionales que aprovechan las necesidades
dramáticas derivadas de la pobreza y la debilidad de los gobiernos de muchos de
las naciones del Sur pobre (ver nº 51).
Por ello el Papa denuncia a “los poderes económicos (que) continúan
justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una
búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar los efectos sobre la
dignidad humana y el medio ambiente”. Y avanza advirtiendo que “el problema
fundamental es otro más profundo todavía: el modo como la humanidad de hecho ha
asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma (…) tecnocrático
que tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía
asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a
eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la
economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial
y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental”.
A este paradigma basado en la propiedad privada que se va concentrando cada vez
en menos propietarios, la encíclica le opone una nueva forma de ver el concepto
de propiedad: “la tierra es una herencia común cuyos frutos deben beneficiar a
todos… y, por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una
perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más
postergados. El principio de la subordinación de la propiedad privada al
destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es
una ‘regla de oro’ del comportamiento social y el ‘primer principio de todo el
ordenamiento ético-social’. Este principio implica otro modelo de desarrollo,
porque ‘no sería verdaderamente digno del hombre un tipo de desarrollo que no
respetara y promoviera los derechos humanos, personales y sociales, económicos
y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los pueblos’ (nº 93).
Un modo de desarrollo en el que “El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio
de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Y quien se apropia de algo
debe ser sólo para administrarlo en bien de todos” (nº 95).


Nota: este artículo fue publicado originalmente en el semanario Trabajo y
Economía, en la edición de Tiempo Argentino.

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2015-07-21 00:00:00
Etiquetas: Internacionales.
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