Aprueban por aclamación derogar la injusta expulsión del 62.
 
Casi medio siglo ha tenido que transcurrir para que los países que integran la OEA derogaran por unanimidad la medida adoptada en enero de 1962 expulsando a Cuba del organismo continental. La histórica rectificación que significa ese acuerdo contó incluso con la participación de representante de los Estados Unidos. En las distintas intervenciones, en tono mesurado pero firme, diversos cancilleres recordaron el entorno en el que se adoptó entonces esa decisión, cuando la Organización de Estados Americanos ejercía como un verdadero «ministerio de colonias» del gobierno norteamericano.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. Entre otras, que el gobierno revolucionario cubano y su pueblo, más allá de aciertos y errores, aguantó presiones, aislamientos, invasiones, ataques y bloqueos y hoy recoge el fruto de su coherencia y de su lucha: el reconocimiento de los gobiernos y los pueblos hermanos que aquella medida fue un error y una injusticia.
La rectificación en la reunión de Honduras es un paso histórico. Pero no es un punto de llegada, sino de partida. Porque ahora Latinoamérica debe resolver si mantiene las estructuras que durante tantos años sirvieron de cobertura para agresiones e injerencias externas contra sus países, o conforma un organismo en el que estén exclusivamente los países que tienen un origen, una cultura, una historia e intereses comunes. Como afirmaron algunos de los representantes de los países del ALBA, ahora o la OEA cambia o habrá que crear un nuevo organismo continental cuyo funcionamiento responda a la nueva realidad de América Latina.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info