Desde hace meses las relaciones entre la empresa transnacional de matriz española Unión Fenosa y la población nicaragüenses van de mal en peor. Los ciudadanos se quejan por las deficiencias que presenta el servicio de suministro de energía. Los cortes imprevistos afectaron también el abastecimiento de agua, porque dejaron de funcionar los equipos que extraen el líquido de los pozos donde derivan los acuíferos. Finalmente, las autoridades de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), presentaron una demanda contra Unión Fenosa por daños y perjuicios provocados a los sistemas de bombeo de agua de la empresa. La presidenta de la empresa estatal, Selma Herrera confirmó que el el Juez Tercero de lo Civil del Distrito de Managua, Napoleón Sánchez, trabó un embargo de hasta 25 millones de córdobas a Unión Fenosa en bienes inmuebles, como acto preventivo ante la demanda presentada. El portavoz de la transnacional, Jorge Katin, admitió un embargo de casi un millón de dólares, y dijo que las medidas judiciales pueden poner en riesgo la continuidad del servicio, porque Unión Fenosa quedaría sin recursos suficientes para la compra de la energía que luego suministra a las redes urbanas.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info