El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, se constituyó en la primera fuerza parlamentaria al ganar las elecciones por las cuales fueron renovadas las bancas de la Legislatura salvadoreña. Esta estructura política es la continuidad histórica del movimiento que durante varios años constituyó una de las más activas guerrillas de América Latina, hasta el acuerdo de paz firmado en el año 1992.
Según confirmó el Tribunal Supremo Electoral, el FMLN consiguió 35 de los 84 escaños, logrando así una leve ventaja sobre el derechista partido Alianza Republicana Nacionalista, (ARENA), que obtuvo 32 parlamentarios. Esta victoria electoral no quitará el control derechista de la legislatura, ya que ARENA puede contar con el respaldo del Partido Conciliación Nacional (11 escaños) y el Partido Demócrata Cristiano que dispondrá de cinco parlamentarios. En las municipales, y según los datos oficiales, ARENA se impuso en 120 alcaldías y el FMLN ganó 96, de un total de 262 existentes en todo el país. Un dato significativo es que tras gobernar la capital San Salvador durante 12 años, el FMLN perdió ante ARENA el principal municipio del país. Pero la derecha -a su vez – perdió varias poblaciones significativas, entre ellas Izalco, localidad donde ARENA solía iniciar triunfalmente sus campañas políticas. Izalco, situada a 55 kms de San Salvador, fue el principal escenario del alzamiento de miles de indígenas y campesinos en 1932, aplastado a sangre y fuego por la dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez.
En conjunto, estos resultados fueron bien recibidos por el Frente, que aspira a ganar las elecciones presidenciales que se realizarán el próximo 15 de marzo. Esta posibilidad es confirmada por algunas encuestas, que dan como probable vencedor a Mauricio Funes, el candidato del FMLN. Tras desempeñarse durante 17 años como principal fuerza opositora a nivel estatal, el movimiento político fundado por los ex guerrilleros tiene posibilidades de desplazar en Marzo al ARENA un partido fundado por Roberto D´Aubuisson -ya fallecido- un ultraderechista a quien se considera planificador del asesinato de Monseñor Romero, Arzobispo de San Salvador, ocurrido el 24 de marzo de 1980 mientras pronunciaba una homilía exhortando al Ejército que no utilizara sus armas contra el pueblo.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info