Drogas de diseño
La situación en Bahía

¿Qué son las “pastillas” cuando se habla en materia de adicciones? Estos
derivados del éxtasis pueden recibir diferentes nombres y ocupan
últimamente muchos minutos de informes televisivos.
Más allá de la influencia de estas pastillas en nuestra ciudad, la
contención afectiva para con una persona con adicciones sigue siendo la
mejor herramienta.

Son de colores, pueden tener ciertos dibujos en una de sus caras, se las
relaciona con la música electrónica, se dice que son muy frecuentes en los
boliches, se habla de éxtasis y últimamente del “calmador”. En fin, minutos
y minutos de informes de televisión mostrándonos la supuesta realidad
nacional de las llamadas “drogas de diseño”. Cualquier padre podría
asustarse al ver imágenes de chicos de la edad de sus hijos consumiendo
estas pastillas.
Cuando hablamos de drogas de diseño tenemos que buscar el origen en el
éxtasis ya que son derivadas del mismo, con diferencias en los nombres, y
la portación de determinado logo, ya sea una corona, una estrella o un sol.
Son sustancias que se producen para que funcionen como drogas y no para
otra cosa: “Son químicas y por eso se las llama drogas sintéticas, todas
tienen un proceso diferente al de un psicofármaco, el cual está prescripto
para distintas enfermedades”, amplía Malena Fernández, lic. en Psicología
(Mat. Prov. 355) y directora del Centro Provincial de Atención a las
Adicciones (CPA)
En los informes que circulan en la TV posiblemente se da por cierta una
realidad de ciertos sectores de la Ciudad de Buenos Aires que no se
reproduce en los mismos niveles en el interior del país, y además se pierde
de vista que lo central no es el tipo de sustancia que se consume sino la
persona que sufre la adicción, más allá del tipo de droga en cuestión.
Respecto a la difusión que se ha generado alrededor de estas drogas,
Fernández señaló que “no sabría decir por qué ese boom. Sí creo que la
persona con problemáticas sigue buscando efectos distintos. También se las
asocia a la música electrónica, las fiestas rave, a todo lo que tiene que
ver con esos espacios que tal vez responda a una clase social con un poder
adquisitivo mayor: en realidad, son drogas caras. Esto es lo que se escucha
a través de las consultas o lo que se puede leer en los medios”.

Diferentes realidades
“No creo que haya drogas en algún nivel social y no en otros, pero sí hay
drogas que se prefieren en unos o en otros por distintas cuestiones. Uno
puede ser el poder adquisitivo, otro, el alcance a nivel social y distintos
factores. También responde a lo cultural, a otros factores que se van como
integrando; en estas fiestas tal vez no está tan presente el alcohol por
los efectos colaterales -que son letales a corto plazo-, y por eso circula
el agua”.
Si bien no se puede brindar un diagnóstico de situación respecto a las
drogas de diseño en Bahía Blanca, una relativamente escasa cantidad de
consultas al CPA por estas sustancias hace suponer una realidad local que
poco tiene que ver con lo que muestran los medios de comunicación
nacionales: “La problemática a la que nos referimos tal vez está más
centrada en Capital Federal y el conurbano que es de donde bajan estas
novedades, de los diarios de allá. Me parece que hay que escuchar lo de la
realidad local, no hay que creer que tenemos la misma realidad”.
No es una realidad que desborde nuestra región, dice Fernández, entonces,
¿cuál es la que lleva la delantera en consumo? “Tanto el alcohol como la
marihuana siguen siendo drogas de mayores consultas en los centros de la
región. Son las de mayor consulta, lo que implica que los diagnósticos
toxicológicos tienen que ver con estas drogas. Lo que no quiere decir que
no haya consumo de otras pero la prevalencia sigue siendo esa”.
De las encuestas con las que el CPA trabaja anónimamente se desprende que
esas dos sustancias son las de mayor preferencia.

El mensaje es otro
Lo escrito hasta aquí no intenta sacar preocupación respecto a drogas, pero
sí instalar el debate respecto a que el tema no radica tanto en puntualizar
sobre tal o cual sustancia, sino enfocarse en la gravedad de una adicción y
qué hacer frente a eso: “Yo no sé si el tema de estas drogas está instalado
o no en la ciudad. Yo hablo desde las consultas que tenemos: el mensaje que
damos a los papás es que no importa cuál sea la droga. Por supuesto en el
tratamiento y en la evaluación se va a tener en cuenta, porque hay que
trabajar interdisciplinariamente las consecuencias clínicas, es decir, se
tiene en cuenta el tipo de droga. Pero el mensaje más importante es que no
es tan central la droga usada sino qué le pasa a su hijo con esa droga y
qué vínculo de compromiso tiene con esa sustancia”, opina Fernández quien
propone la contención como camino a seguir: “La orientación tiene más que
ver con esto y qué pasa con los lazos sociales de esa familia, la
comunicación; toda la orientación está dirigida desde ese lugar”.

Dónde consultar
El Centro Provincial de Atención a las Adicciones (CPA) trabaja durante
todo el año en Humberto Primo 338. Para más información, sus teléfonos son
454 2131 y 453 8798.