Causó conmoción en Guatemala la difusión de un video donde aparece el abogado Rodrigo Rosenberg, acribillado por sicarios el domingo 10, anunciando que responsabiliza al presidente de la república de su posible asesinato. Al parecer, Rosenberg grabó ese mensaje el miércoles 6, apenas cuatro días antes del crimen, y lo dejó a personas de su confianza para que en el caso de que algo grave le sucediera, fuera enviado a los medios de comunicación.
En la mañana del domingo 10, Rosemberg fue alcanzado por al menos dos vehículos cuando circulaba en su bicicleta deportiva, y asesinado de varios disparos. Al día siguiente, diarios y otros medios de comunicación guatemaltecos recibían el video con el mensaje póstumo grabado por Rosemberg. Allí comienza afirmando que si alguien está viendo y oyendo esa grabación, o leyendo el documento escrito que lo respalda, es porque él fue asesinado. Explica luego su relación como abogado del empresario Khalil Musa, persona que fue contactada por Gustavo Alejos, secretario privado del presidente Álvaro Colom para ofrecerle la dirección de la Asociación Nacional del Café y de Banrural, dos fuertes entidades, una empresarial y la otra financiera. Musa y su hija Marjorie fueron asesinados en otro crimen por encargo el 14 de abril pasado.
Según declara el abogado Rosemberg en su mensaje póstumo, Musa había declinado aceptar esas designaciones que le ofrecían por advertir que había segundas intenciones. Y que precisamente por eso fue luego asesinado. La declaración ha tenido gran impacto, y el gobierno ha desmentido de forma rotunda su posible implicación y denuncia que todo es una trama para desestabilizar el país. Resulta difícil prever el rumbo que tomará el proceso, ya que la ciudadanía está tan conmocionada como confundida.
No hay que olvidar que Guatemala sigue siendo el reino de la impunidad, donde gran parte de los homicidios quedan sin esclarecer, y elementos ligados al narcotráfico o a los ex represores de los regímenes militares ocupan cargos públicos o están infiltrados en los propios organismos de seguridad. Apenas 48 horas después del crimen de Rosemberg, fue asesinado Oscar Augusto Gramajo Estrada, un dirigente de la Unión Revolucionaria Guatemalteca, un movimiento político de izquierda. La víctima en este caso no dejó ningún video, pero no hay dudas que también fue un asesinato por encargo.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info