Pocas horas antes del comienzo de la reunión continental en Trinidad Tobago, una fuerza especial de la policía boliviana irrumpió en un céntrico hotel de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, un enclave de la oposición política al gobierno. Allí intimaron la rendición de varias personas que se alojaban en dos habitaciones del hotel, pero encontraron resistencia armada. Tras el tiroteo, se confirmaba que tres presuntos terroristas habían muerto y otros dos estaban detenidos. El ministro de Gobierno confirmaba más tarde que los mercenarios detenidos habían confesado su participación en el atentado contra la residencia del cardenal Julio Terrazas y la del viceministro de Autonomías, ocurridos en marzo pasado. Alfredo Rada calificó los hechos como parte de un complot contra la seguridad del estado.
Los terroristas fueron identificados como Mayarosi Ariad (rumano), Michel Martin (irlandés) y Rozsa Flores, boliviano de ascendencia croata. Entre los detenidos, hay un ciudadano de origen húngaro y otro boliviano pero con vínculos croatas. La jueza que instruye el sumario les decretó prisión al encontrar indicios de su implicación en hechos violentos. Tras las detenciones fueron allanadas las instalaciones de la Feria Exposición de Santa Cruz, y en el local de una empresa privada de telefonía, la policía encontró un arsenal de armas y explosivos, pertenecientes al grupo terrorista desbaratado.
El vicepresidente García Linera afirmó que los documentos obtenidos confirman que los mercenarios estaban vinculados con sectores de extrema derecha del país. Añadió que el grupo es sólo una parte de una conspiración en la que están implicados otros mercenarios y apoyos locales.
Evo Morales afirmó que el gobierno recurrirá al Ejército para afrontar estas amenazas violentas.

El vínculo croata
Eduardo Rozsa, uno de los mercenarios muertos, era conocido a nivel internacional por su vínculo con los grupos que operaron como paramilitares en Croacia en los años 90, en el proceso previo a la declaración de independencia de ese territorio. En su blog en Internet puede leerse que en algún momento simpatizó con el comunismo, pero su posible ideología resulta errática, ya que también fue miembro del Opus Dei y defensor de monseñor Escribá de Balaguer.
Más recientemente, se convirtió al Islam, llegando a ocupar puestos directivos en la comunidad islámica en Hungría. En ese blog, se pueden encontrar enlaces y una abierta simpatía por grupos racistas bolivianos, como “Nación Camba”, que opera precisamente en Santa Cruz de la Sierra. El diputado Jorge Silva del Movimiento al Socialismo no descartó que los componentes del grupo desbaratado tuvieran vínculos con el Comité Cívico, uno de los ejes opositores al gobierno, y con la Unión Juvenil Cruceñista, un grupo de choque de la extrema derecha. El presidente del Comité, el empresario de origen croata Branco Marinkovic desmintió tener relación con los terroristas.
El vicepresidente García Linera anunció que el gobierno esclarecerá “quien les trajo desde Croacia e Irlanda a Santa Cruz, quién pagó sus pasajes, quien les mantenía, quien contrató los hoteles, cómo llegaron las armas y los explosivos, y cuáles son los móviles de esas personas”.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info