El intendente de Morón, Martín Sabbatella, pasó por la ciudad para presentar el Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE) un nuevo espacio que pretende disputar terreno en la provincia a las tradicionales estructuras políticas con un modelo de gestión basado en la participación, el compromiso social y el rescate del valor de la ética y la honestidad en la función pública.

Martín Sabbatella se convirtió en el jefe comunal más joven de la provincia de Buenos Aires el 10 de diciembre de 1999 -a los 29 años- de la mano de la Alianza y luego de presidir la comisión investigadora que desde el Concejo Deliberante moronense destituyó al “emblema de la corrupción menemista” Juan Carlos Rousselot. A partir de allí, con su propio partido -Nuevo Morón- ganó los comicios de 2003 con más del 50% de los votos y repitió en 2007 sacando un 44% de ventaja sobre el segundo más votado, siempre apostando al corte de boleta.
En conferencia de prensa advirtió que prefiere la “democracia de proximidad”, entendiendo que el rol de los gobiernos municipales está relacionado con “el desarrollo estratégico, social, cultural, humano, integral, económico, pero creemos que eso tiene que ser parte de un proyecto de país, de provincia y con una fuerte impronta de ese estilo queremos impulsar la construcción de un proyecto que dé cuenta de estos valores”.
Para Sabbatella el sistema de partidos políticos actual está “agotado, viciado, degradado, corrompido y vacío de contenidos” y sus estructuras “no expresan lo que algunas vez expresaron y por lo tanto se necesitan nuevas fuerzas que renueven la política, recuperen el valor de la ética y la honestidad, el valor del compromiso social, que se nutran con la historia pero que inviten a construir algo nuevo”.

Participación vs. Corrupción
La victoria de la participación sobre la corrupción se dio en Morón, según Sabbatella, porque “los y las moronenses nos dimos cuenta que se puede, que hay otros caminos, que no todo es lo mismo, que la política puede ser otra cosa y esto no solamente en términos de discurso sino también de acciones y de prácticas. Esto permitió vencer la cultura de la resignación”.
Ese distrito del conurbano bonaerense era el paradigma de la corrupción menemista provincial, por eso las primeras medidas aplicadas por Sabbatella fueron políticas innovadoras de transparencia en la gestión pública, rendición de cuentas y destrucción de las redes delictivas que estaban enquistadas en la estructura del Estado.
“Esto no se puede hacer si no hay un modelo de gestión participativa, donde la comunidad se involucre y la democracia local no sea solamente votar cada dos años sino también una participación activa”, dijo el intendente.
Concretamente, se avocaron al proceso de descentralización, la creación de consejos vecinales en los barrios, consejos asesores sobre distintos temas donde las organizaciones de la comunidad son protagonistas a la hora de pensar y elaborar las políticas públicas y un presupuesto participativo. A su alrededor, “una fuerte política de rendición de cuentas y de libre acceso a la información pública”.

Presupuesto participativo
Según explicó el jefe comunal moronense, el presupuesto participativo “es un mecanismo que permite que una parte de libre disponibilidad, que no está sujeto a los gastos rígidos, se discuta con la comunidad para ver cuáles son sus prioridades”.
Se realizan asambleas en alrededor de 60 zonas, los vecinos y vecinas mayores de 14 años discuten cuáles son las urgencias y piensan sus proyectos. Las conclusiones son analizadas en una feria donde el municipio estudia la viabilidad.
Luego se evalúa y se hacen ferias nuevamente donde la comunidad vota y elige qué se va a priorizar. “Así, por distintas zonas surgen proyectos vinculados a lo más cotidiano, a lo más cercano, y esos vecinos después también constituyen una comisión de seguimiento, y vos estás en el año 2008 pensando qué se incorpora al presupuesto 2009 y controlando lo que se decidió en 2007”, detalló Sabbatella.

Recolección de residuos
La problemática de la basura fue un tema central para su gestión tanto en lo referido a la higiene, la salud y el medio ambiente como en su impacto presupuestario. Se sumaba en el caso de Morón que siempre “los procesos licitatorios habían sido sospechados de ser nichos de corrupción asociados al enriquecimiento ilícito de los funcionarios y al financiamiento ilícito de la política”; de hecho una comisión investigadora encontró “faltas graves, negligencias reiteradas y haber causado un perjuicio al patrimonio municipal”
Entonces, mediante un convenio se creó el programa Discrecionalidad Cero junto a Poder Ciudadano. Sus dos ejes básicos son la audiencia pública para elaborar el pliego de bases y condiciones de la licitación -“rompiendo esta lógica de un pliego armado a medida de alguien desde una oficina del poder”-, y un pacto de integridad desde el sector público y el privado donde las empresas garantizan una absoluta transparencia y genuina competencia a riesgo de ser inhibidas.
“Hubo mucha participación, veedores nacionales e internacionales, logró mejorar la calidad del servicio y se ahorró un 35%. Está en manos de la empresa Urbaser y el proceso incluyó una zona testigo para evaluar cómo podría funcionar en términos de municipalización”, comentó el dirigente.
 
Políticas de género
“Creemos en un modelo de sociedad que incluya, que integre y, por lo tanto, una sociedad que garantice derechos políticos, sociales, culturales, económicos, y en esa preocupación general de inclusión uno de los temas es la paridad de género”, manifestó respecto a la Dirección creada para atender la problemática de las ciudadanas.
El funcionario agregó que se orienta a la construcción de “un debate y acciones públicas que permitan enfrentar una cultura histórica patriarcal, que ha generado entre otras cosas exclusión, discriminación o marginación de las mujeres en particular. Esto con una lógica de paridad de género y de igualdad de oportunidades”.
Un claro ejemplo es el Programa de Igualdad de Oportunidades (PIO), una serie de medidas “que permiten garantizar las mismas oportunidades a hombres y mujeres para acceder a la política, la vida pública, social, cultural y al trabajo. Esto va dando sus resultados, tiene que ver con construir una nueva cultura ciudadana y democrática e implica romper moldes pero me parece justamente que un proyecto político o una idea distinta implica construir nuevos caminos, debatir e interpelarnos”.