Un pequeño galpón del sindicato de transportistas de colectivos urbanos en un populoso barrio de Santa Cruz, fue el lugar elegido por los movimientos sociales bolivianos para proclamar al binomio Evo Morales – Álvaro García Linera como sus candidatos para las elecciones presidenciales de diciembre próximo.
Santa Cruz de la Sierra es una región económicamente rica, que alberga industrias, fábricas y extensiones de cultivo. Su clase dirigente representa uno de los núcleos duros de oposición para el proceso de cambios liderado por Evo Morales. Allí se multiplican las conspiraciones y periódicamente se alienta la segregación política del estado. Ese bastión opositor fue elegido por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, para congregar a representantes de la coalición de movimientos sociales que respalda los cambios.
El secretario ejecutivo de esa organización campesina, Isaac Ávalos, reafirmó el compromiso de las organizaciones de base y de los dirigentes con esa candidatura. «Esta es la verdadera democracia, proclamó. Somos una fuerza social que buscamos el cambio para vivir bien, no para embolsillarnos los recursos». Denunció los dos atentados con sobres-bomba realizados días pasados, y que causaron varios heridos, entre ellos la esposa del líder campesino Fidel Surco, quien puede perder la vista. Responsabilizó a los sectores derechistas “siempre proclives a utilizar la violencia contra el movimiento popular”. Marcó las grandes diferencias que les separan de la oposición. Dijo que mientras la candidatura popular se lanza en este barrio, en la modestia de un galpón sindical, la del ex presidente Jorge Quiroga (neoliberal que también fue vicepresidente del ex dictador Hugo Bánzer), se realizaba en un hotel de lujo.
Así se inicia la campaña, a poco más de tres meses de las elecciones. Otros candidatos opositores son el empresario cementero y dueño de la franquicia de Burger King, Samuel Doria, y el ex prefecto de Cochabamba y ex capitán Manfred Reyes Villa, vinculado con gobiernos dictatoriales bolivianos. El mejor colocado de todos ellos es Víctor Hugo Morales, del movimiento político que tuvo en la presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada, que escapó del país en el 2003 tras ordenar una represión que dejó 67 muertos y centenares de heridos y se refugió en Estados Unidos donde todavía reside. Cárdenas podría alcanzar el 18% de los votos. Esas mismas encuestas estiman que Evo podría superar el 50% de los votos populares.
Mientras tanto, el Consejo Nacional Electoral prepara el costoso padrón biométrico, exigido por la oposición alegando que así podrán evitarse posibles fraudes.