Se decidió modificar el arbolado pensado para la nueva obra de calle O’Higgins debido a su no compatibilidad con las características de la zona.

Es sabido que ya comenzaron las obras para la semipeatonalización de algunas cuadras de calle O’Higgins, exactamente aquellas que hoy se encuentra cubiertas por largas media sombras. La cuestión es que para dicha obra se había diseñado un arbolado con algunas especies que no se ajustarían a las necesidades de la calle. Es por eso que se realizaron estudios y se decidió modificar, con la aprobación de los vecinos y comerciantes del sector, los tipos de árboles que se van a disponer allí.
Norman Dicek es el jefe de División Patrimonio Verde Urbano de la Municipalidad y explicó a EcoDias que el proyecto original, respecto al tema arbolado, había sido diseñado mayormente por profesionales de  Capital Federal: “Cuando se va a hacer un diseño o un proyecto es muy importante, como uno de los pasos fundamentales para que el desarrollo funcione, ver como se desarrolla o como funciona cada lugar, cuales son las costumbres, las necesidades, toda la parte social y cultural en donde se va a desarrollar el proyecto, la vida cotidiana. Los comerciantes pidieron una revisión del mismo, por cuanto, si bien el proyecto era muy lindo a nivel de arbolado, ellos interpretaban que no se ajustaba  a las necesidades que tenían en ese lugar”.
El arbolado previsto para la nueva obra estaba constituido por tres “bosquecillos”, uno de fresno dorado, otro de tilo y un tercero de ligustro. Lo que explica que esas tres especies no respondan las necesidades mencionadas es que “la ubicación geográfica de O’Higgins, como está trazada, implica que una de las veredas iba a tener un sol de tarde terrible en el verano y otra una situación sombreada y además que en pleno verano se iba a generar una gran temperatura que iba a hacer que los tilos perdieran la hoja absolutamente. Hemos hecho estudios que determinan que el tilo en el radio céntrico, cuando está con sol de tarde y con mucha baldosa abajo, pierde toda la hoja y se quema, después rebrota pero lo más triste sería que cuando más lo necesitaríamos con sombra estaría sin hojas, eso es característico y se llama caladura del tilo”.
Por su parte, el ligustro es de sombra permanente y en O’Higgins se necesitaría lo que se conoce como árboles de hoja caduca para que haya soleamiento en invierno y sombra en verano: “Y en el caso del fresno dorado es un árbol que le cuesta un poco más desarrollar la copa y no es muy parejo”.

Especies compatibles
Los árboles a plantarse, cuenta Dicek, tienen que ir en concordancia con las necesidades del sector. Por ejemplo, la peatonal Drago es un espacio de encuentro y concentración social pero O’Higgins tiene características comerciales y  de tránsito, de “caminar la calle”, Por esta razón,  se necesitan especies que conjuguen con la dinámica de la calle: “Los vecinos entienden que poner en una semipeatonal, a la que se le van a ensanchar las veredas para que se pueda caminar libremente y que la gente no tenga que bajar a la calle como lo hace ahora, bosques urbanos es un obstáculo y no se llevaba bien con el tema de la ampliación de las veredas para que la gente pudiera circular. A eso le sumamos que iban a quedar lugares a trabajar con tres bosquecitos muy concentrados y otros muy despoblados”.
En síntesis, se decidieron buscar árboles compatibles con el sol, las temperaturas y las características del lugar: “Propuse el crespón, un arbolito pequeño de unos tres metros como altura máxima, con floración permanente desde primavera hasta otoño, caduco, follaje otoñal de color naranja. Esto  no daña los servicios, es bonito aun sin hojas porque tiene un tronco hermoso, no molesta el tránsito, florece todo el verano, no tiene una escala agresiva. Y además les propuse colocarlos en el lugar donde comienza un negocio y termina el otro para que de esa manera marque presencia en todos los lugares sin estar frente a las vidrieras. Así podrán convivir el negocio, la cartelería, la vidriera, el árbol, el banco, etc., y les propuse trabajar de manera unificada con crespones de flor blanca que son de los más bonitos”.
Según se informó existe una conformidad de los vecinos para disponer estos árboles que serían cuarenta distribuidos entre ambas cuadras. Así parecería que la obra de O’Higgins, que varias quejas despierta actualmente, irá tomando otro color quedando todos los interesados contentos con lo que se viene.