La violencia se consolida en México, donde no hay día en el que los ciudadanos no sean sacudidos por las noticias sobre masacres, secuestros o el asesinato selectivo de personajes de la política, de la seguridad pública, o incluso del mundo de la música. En todos los casos, las mafias del narcotráfico -o lo que genéricamente se define como “el crimen organizado”- aparecen como el siniestro brazo ejecutor de la violencia.
Desde hace más de un mes, permanece secuestrado Diego Fernández de Cevallos, uno de los “dinosaurios” del Partido de Acción Nacional, al que pertenece el presidente Rafael Calderón. No se sabe quien lo retiene ni tampoco si continúa con vida. La prensa mexicana acordó silenciar referencias sobre su situación, según se afirma, para facilitar contactos entre familiares del “jefe Diego”, como se lo conoce, y sus captores. Fernández de Cevallos es uno de los políticos más influyentes del país.
El gobierno parece impotente para controlar la situación y las acciones de sicarios se extienden, cada vez con más audacia y más medios. La última ha sido el asesinato del candidato a gobernador del estado de Tamaulipas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). La camioneta en la que Rodolfo Torre Cantú se dirigía al aeropuerto fue baleada por un grupo atacante. El candidato, favorito en las encuestas para ser electo gobernador de Tamaulipas en las elecciones del domingo próximo, resultó muerto, al igual que cuatro de sus guardaespaldas y acompañantes.
El presidente Calderón convocó una reunión de emergencia del gabinete de Seguridad Nacional, y reiteró que “el crimen organizado es una amenaza permanente” y llamó a “cerrar filas”. Pero esas declaraciones ya resbalan sobre los ciudadanos mexicanos que están agotados de soportar esta presión cotidiana de la violencia.
En el estado de Tamaulipas se libra una batalla entre los carteles de El Golfo y Los Zetas por controlar el tráfico de drogas en la región, según datos del Ministerio de Seguridad Pública. Torres Cantú había prometido que el combate a la inseguridad sería el principal eje de su eventual gobierno en el estado. Las amenazas y las presiones de los grupos mafiosos han logrado que en diversos estados mexicanos los principales partidos no encuentren quien asuma presentarse como candidato. El gobierno mexicano analiza suspender o postergar los comicios en Tamaulipas. Si finalmente se realizan, el PRI presentaría como candidato al hermano del político asesinado.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info