De un día para el otro se dejó de
hablar de la problemática del agua en Bahía Blanca. Sin embargo, el problema
sigue presente tanto en el escaso caudal que pueden recibir algunos vecinos
bahienses y, fundamentalmente, en la potabilidad del recurso. Desde un espacio
político se sumaron al debate sobre la ahora olvidada crisis hídrica.

Cuando se habla de los problemas que sufre Bahía Blanca parecería ser que no se
pueden discutir dos temas a la vez. Si se tocan los conflictos que sufren los
vecinos y vecinas con los colectivos, todas las voces se refieren a ello. Si
aparecen nuevos problemas en el Polo Petroquímico, el aire de los medios va
hacia aquel lugar. Da la sensación de que no puede haber lugar en un mismo
tiempo tanto para el problema de colectivos como para los incidentes del Polo.
En esto, los medios informativos tienen mucho que ver y son contados los que
intentan no dejar en el olvido a los grandes problemas que aquejan a los ciudadanos.
Un caso típico en el que se da esta situación es en el de la crisis hídrica.
Parecería que pasaron varios meses desde la última vez que se debatió realmente
sobre el tema, y sin embargo eso no está tan lejano, fue por el inicio de los
días de calor. Aparecieron las preocupaciones sobre lo qué podría pasar en el
verano por el desabastecimiento y, finalmente, al igual que en el verano
anterior, la lluvia trajo una tranquilidad precaria y de alguna manera pasó el
tema para otro momento.
La crisis hídrica continúa y no se agota únicamente en la escasa cantidad de
agua que podamos recibir en nuestros hogares sino que alcanza al tipo de agua
que sale de esas canillas.

Calidades
En las últimas semanas el tema fue reflotado por el Encuentro por la
Equidad y la Democracia de Bahía Blanca que presentó un informe en el cual
discute la potabilidad del recurso hídrico de la ciudad. Ambas cuestiones, la
calidad y la cantidad, son temas que aborda el trabajo elaborado por este
espacio político y que se sufren en la ciudad desde hace muchos años a causa de
la falta de inversión.
Así lo manifestó a EcoDias el abogado Elisardo Tunessi, presidente de la
agrupación a nivel local: “Han anunciado obras faraónicas y paliativos
determinados que lo que han hecho es dilatar en el tiempo la resolución del
problema concreto. Creemos que la resolución es simple, digo simple en función
de tomar la decisión política de hacerlo. Lógicamente, es una obra que va a
llevar su tiempo en función de la resolución de las redes que están
estropeadísimas y con deficiencias claras como pérdidas. Por otro lado,
respetar la ley de lo que signifique la prioridad del consumo humano que
tampoco se está respetando”. Tras estos argumentos, Tunessi responsabilizó al
gobierno provincial, al municipal y al órgano de control correspondiente: “Se
nos ha dicho, inclusive desde la época de Azurix y de cuando era Obras
Sanitarias de la Provincia, que la resolución de Bahía Blanca no alcanzaba con
el dique Paso de las Piedras. Años vista, no se ha hecho ninguna inversión
más”.

Agua que asusta
En algún momento, las autoridades municipales afirmaron que el agua de
Bahía Blanca es potable. En el informe presentado por el espacio que integra
Tunessi muestran un vaso con agua turbia de red y otro con agua envasada, las
diferencias son visibles y es allí donde se empieza a discutir la posible no
potabilidad del recurso: “Vayamos al Código Alimentario y veamos qué conceptos
da el código de potabilidad, a lo mejor no es letal desde el punto de vista
biológico pero no es potable desde el punto de vista químico. El código es
claro en decir la transparencia, que sea inocua, incolora, inodora… Entonces, no
estamos cumpliendo con el Código Alimentario Nacional que propone justamente un
concepto de agua potable absolutamente distinto; lo impone, además”.
Tunessi insistió en que si bien la calidad del agua puede que no tenga
consecuencias letales, no quiere decir que sea totalmente potable ya que, quedó
demostrado, no cumple ciertos requisitos que impone el mencionado código
alimentario
Estas son algunas de las patas del gran problema del agua pero no son las
únicas. Tunessi se refirió a las lluvias que paliaron la situación: “Si la
naturaleza no se acordaba de nosotros, el verano hubiese sido terrible. Ya en
los meses de septiembre, octubre y noviembre se notaba la falta de agua y lo
que venimos reafirmando es que no se le da la prioridad al consumo humano. Acá
hay redes directas hacia el Polo (Petroquímico). No escuchamos quejas de las
empresas del Polo pero sí de los vecinos”.
En el medio de todo esto no hay que olvidar los anuncios de obras por parte de
la Municipalidad y la Provincia, como los famosos pozos de Bajo San José y
también los surgentes naturales utilizados por los vecinos para abastecerse de
agua “pero tampoco tenemos una certeza sobre la calidad de esa agua. Sin
embargo permitimos que los vecinos vayan a retirar agua que no sabemos
exactamente en qué calidad está. No escuche a nadie de la autoridad de la OCABA
o de la autoridad municipal diciendo que en el surgente tal, el agua es potable
y se puede ir tranquilo”.

Causas y propuestas
Uno de los orígenes de la problemática ya había sido señalado por Tunessi y
tenía que ver con la falta de inversión. A ello se debe sumar, señaló que “hay
una inoperancia lógica, pero también un negociado con determinadas empresas por
lo que priorizan el consumo industrial y no el humano. Es la desidia de muchos
de no tener la voluntad política de hacer las cosas. Es la respuesta más clara
que tenemos. Lo más grave es qué hacer con aquel que no puede o no tiene acceso
al agua envasada. Si va al surgente tampoco le damos la certeza de que se agua
esté buena, no hay estudios al respecto”.
Acerca de posibles soluciones, Tunessi habló de la restructuración de la red,
su mejoramiento y también de discutir el tema de los surgentes como paliativos,
“porque Bahía Blanca está emplazada en un gran surgente de agua. Sabemos que
hasta en pleno centro de Bahía hay surgentes que se están usando, como es el
caso de Galerías Plaza, que están nutriéndose de surgentes naturales. Podría
ser un paliativo siempre y cuando tengamos la voluntad política de invertir
realmente en poco tiempo y mejorar esto, y no depender exclusivamente de la
naturaleza ni de los pozos del Bajo San José y demás. Además, sabemos que no se
pusieron en marcha. Inclusive hay pozos que no se terminaron de hacer y las
empresas se fueron sin cobrar, esto es muy grave”.