El día de los océanos fue el 8 de junio y las jornadas se llevaron a cabo desde el 10 al 14. Contó con la participación de 28 disertantes que contaron sobre sus experiencias en la investigación y acción al resguardo por el medioambiente y los océanos.

“El océano es muy inteligente. Tiene mil mecanismos para defenderse de los humanos, pero llega un momento en que ya no puede más”, sostuvo una de las estudiantes de la carrera de Oceanografía en la Universidad Nacional del Sur (UNS), Azul Fiore, quien también formó parte de la organización: “Estas jornadas buscaban resaltar el respeto que los ciudadanos tienen que tener con el Ambiente y con el océano. Como es tan inmenso, toda la vida se tiró todo allí, porque se pensaba, total no lo veo, no va a pasar absolutamente nada”.

A la vez, enfatizó sobre la importancia del océano para la vida en la Tierra: «El 70% del oxígeno que respiramos viene del océano, el clima está regulado por él, y es una fuente de alimento y económica importantísima para muchos países».

La estudiante e integrante del Centro de Estudiantes de Geografía y Turismo recordó que la primera jornada fue de un día en el 2022 y estuvo organizada sólo por este grupo estudiantil. En el 2023 no se pudo realizar y este año, quisieron abordar el tema siguiendo el consejo de sus docentes: “La Oceanografía y las Ciencias del Mar, son interdisciplinarias. Entonces decidimos invitar a estudiantes de las carreras afines a sumarse en la organización y difusión”, contó Fiore.

Por lo tanto, a estas jornadas con actividades propuestas para toda la semana se sumaron a la organización los Centros de Estudiantes de Química e Ingeniería Química; Geología y Medio Ambiente; Física y Geofísica, y Biología, Bioquímica y Farmacia. «Somos nosotros cinco que realizamos la segunda edición de la Jornada», reiteró.

Conocer para cuidar

En particular sobre la carrera de Oceanografía, la entrevistada compartió con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, cuál fue su principal estímulo para participar primero en el Centro de Estudiantes y luego en la organización de las Jornadas: «Me metí para difundir más mi carrera, hacer cosas para que la gente la conozca y tratar de llegar a alumnos de secundario para incentivarlos a estudiarla, ya que lamentablemente, es muy poco difundida».

Fiore mencionó que el primer objetivo es «ayudar a los estudiantes a entusiasmarse nuevamente con su carrera. Estamos a mitad de cuatrimestre y, tal vez, las cosas no salieron como esperábamos. Escuchar a los disertantes sobre todas las investigaciones zarpadas que están realizando, o los trabajos de campo que realizan, es un estímulo para retomar los apuntes y decir ‘voy a estudiar porque quiero recibirme’”.

La segunda meta es la concientización y el respeto hacia los océanos, una tarea que le corresponde a toda la ciudadanía. “Abrimos la Jornada a quien quiera participar, por eso buscamos charlas que sean de interés a la población en general”. Para ello, participaron organizaciones como Estación de Rescate de la Fauna Marina y Guardianes del Estuario, que “tienen propuestas súper importantes y la idea es formar conciencia. Que al escuchar uno pueda reconocer qué cosas están mal, porque realmente las personas lo hacen desde la ignorancia. Si nadie te lo enseñó, lo haces porque lo hacés y listo”.

La estudiante reconoció que quisieron poner un lema este año, “El océano comienza acá”, sin embargo dieron marcha atrás para evitar una interpretación literal que compete sólo a las ciudades con mar. “No importa en qué parte del país o del mundo estés, cuan cerca o lejos de la costa te encuentres, cualquier acción inconsciente, en el sentido de tirar un plástico en una calle en la ciudad de Salta, por ejemplo, va a llegar al océano, no solamente cuando lo hacés en la playa. Queremos concientizar y revalorizar realmente lo que es el océano y las acciones que tiene el ser humano en su vida cotidiana y que afectan a este gran ecosistema», subrayó.

El mar, cerca

Fiore resaltó la importancia de la educación ambiental y la necesidad de cambiar la percepción de la ciudadanía sobre el océano. «Muchas personas no saben que tenemos mar, que para eso hay que ir a Pehuen-Có,» dijo. «Falta difusión y enseñanza. Tenemos el estuario que es un ambiente súper complejo y rico, es importante que la gente sea más consciente de este espacio».

Finalmente, Fiore se expresó de forma optimista sobre el futuro de la concientización ambiental. «A medida que pasa el tiempo, la gente va a empezar a ser más consciente de este espacio y va a ir mejorando. Las personas tienen que saber que vivimos gracias al océano y por eso, hay que respetarlo», concluyó.

Autor: Redacción Ecodías