La actividad fue organizada por el Municipio a través del Departamento de Ambiente dependiente de la Subsecretaría de Gestión Ambiental, el Museo de Ciencias, Tellus, Asociación Conservacionista del Sur, Guardianes del Estuario y voluntarios de otras organizaciones como proyecto Napostá, Estación de Rescate Guillermo Indio Fidalgo y particulares.

El evento contó con 49 voluntarios y voluntarias que registraron la situación de los distintos tramos del arroyo, mediante la identificación del tipo y extracción de la cantidad de residuos que afectan tanto las márgenes como el cauce.

Una de las participantes de la jornada, integrante de Tellus, Georgina Zapperi, contó: “Consideramos importante fomentar el compromiso de los ciudadanos con los espacios naturales de nuestra ciudad. Mostrar que podemos ser parte y vincularnos para mejorar el ambiente”.

Dentro de los objetivos de la actividad, se destacan el registro de información relevante para el Municipio, para poder tomar medidas en cuanto a cómo se gestionan los residuos; Visibilizar el valor de los ambientes naturales de la ciudad y alrededores; y poner en manifiesto la importancia del compromiso de quienes están en la gestión, en conjunto con la comunidad.

“Entender que la producción de los residuos es algo que nos ocupa a todos, y que podemos tener un impacto muy bueno a través de realizar cambios de hábitos muy simples”, puntualizó la referente.

En números

Para la limpieza y censo se organizaron cuatro grupos de trabajo, uno de ellos coordinado por Tellus, que se distribuyeron una zona del terreno que abarca desde el puente negro a Casanova, donde inicia el entubado. Así, recolectaban tanto lo que se encontraba dentro del cauce, como los residuos que había sobre la tierra.

Los resultados recopilados registraron un total de 9.746 residuos, 464 kilogramos, de los cuales el 76,23% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes. Le siguieron los papeles y cartones con un 13,01%, mientras que los vidrios representaron el 5,97%, los metales 2,33% y otras fracciones el 2,44%.

Dentro de la fracción de los plásticos, se encontraron 2.382 envoltorios, 1.353 bolsas, 906 fragmentos de nylon y 834 fragmentos de plásticos. Estos valores fueron los más representativos, seguidos por las botellas plásticas, las colillas de cigarrillos y el Telgopor encontrados tanto en el cauce como en las márgenes.

Los 264 kilogramos de residuos recuperables fueron trasladados a la Ecoplanta, mientras que la fracción imposible de recuperar, 200 kilogramos, se dispuso en el Relleno Sanitario.

Estos datos posibilitarán la búsqueda de soluciones colectivas de alcance local ya que conocer la composición de la basura encontrada permite identificar cómo poder mejorar hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación.

Volver a aprender

“Actividades así son necesarias desde la sanidad ambiental y la higiene, y también ayudan a contribuir que se ponga en valor el lugar en el que vivimos. A promover el cuidado de nuestra salud, y la de todas las especies con las que compartimos el lugar. El hecho de tener un arroyo atravesando la ciudad es un lujo, y hace un aporte muy importante a nuestra salud y nuestra calidad de vida”, indicó Zapperi.

En esa línea, reflexionó: “Es nuestro deber cuidarlo, y es un derecho que esté limpio. Estas acciones, que puedan mostrar el compromiso de los ciudadanos con su ambiente, son necesarias e importantes. Queremos ver el arroyo limpio. Lo queremos ver en buen estado. Porque nos interesa poder disfrutarlo, y es necesario para las otras especies que dependen de este ambiente”.

“Creemos que esto es un cambio de hábito de la gente, que tiene que venir acompañado de la educación, y de entender por qué necesitamos modificar la manera en la que consumimos y generamos residuos”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías