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Cuando desconocemos lo que arruinamos
Categoría: Ecología

El 80% de las grandes ciudades del mundo están en la zona costera y generan un importante impacto negativo en el medio ambiente marino.
Bahía Blanca vive una situación similar con sus recursos marinos poniendo en grave peligro a especies que, en muchos casos, ni siquiera son conocidas.

Todo va a parar al mar. Diariamente, por falta de educación, por falta de una gestión de residuos correspondiente, por falta de una actitud estatal diferente, las poblaciones dañamos el medio ambiente con todo aquello que consumimos y tiramos. Por lo común siempre se habla de la capa de ozono, de bosques y de otros factores que forman parte del medio ambiente. Pero en pocas oportunidades se habla del medio ambiente marino, ese que en Bahía también tenemos, con especies únicas, y que, tal vez, desconocemos.
Un ejemplo de ello lo aporta el especialista en Oceanografía y Recursos Marinos, Guillermo Fidalgo: “Si uno dice que tenemos más de seis especies de delfines no te creen, tampoco te creen si  decís que tenés el delfín más chico del mundo y el más grande eventualmente en nuestra ciudad… todos estos animales los vamos a estar perdiendo a medida que sigamos impactando. Aves que hace miles de años vienen del Polo Norte o de la Antártida, de acuerdo a la época, a alimentarse en esta zona también están siendo impactadas por los residuos generados por las ciudades”.
Lo desconocemos pero lo cierto es que esos delfines y esos recursos marinos están en Bahía y  este conflicto se siente en todas partes del mundo. Según Fidalgo, el 80% de las grandes ciudades del mundo se encuentra en zona costera y generan un impacto negativo en el medio amiente marino, que es, justamente, el que menos se conoce.
Gran desarrollo, educación, planificación y pocas acciones de gobierno se conjugan en un coctel contaminante: “En Internet hay un sitio donde se muestra de forma animada cómo los plásticos están flotando permanentemente en un círculo en el Pacífico norte. Si juntás todos esos plásticos que flotan en el mar, tapás toda la superficie de España. Eso es producido por lo que se tira desde las ciudades costeras”.

Sin proyección ambiental
La mayoría de las ciudades, dice Fidalgo, no posee un tratamiento de líquidos cloacales y el punto importante radica en que en ellos no va sólo el material orgánico sino montones de elementos nocivos para el medio ambiente, entre los que podemos incluir aquellos que se mezclan con los residuos industriales que suele haber en ciudades como la nuestra: “Ahí tenés metales pesados que se bioacumulan, significa que en la medida que ingresan en un organismo, nunca se eliminan. Entonces, a medida que ese animal o planta va acumulando eso, está cada vez más contaminado y muchas veces ingresan en la cadena alimentaria donde el ser humano es parte”.
Separación de residuos, no generación de más residuos, reciclado, son cuestiones que pueden dar una mano para no aumentar el problema que tiene ejemplos que asustan. A saber, semanas atrás hubo un terrible accidente aéreo y a la hora de buscar los restos del avión hubo grandes confusiones por la cantidad de basura flotando en el mar generada por los humanos.
Considera Fidalgo que existen modelos a seguir: “Hay lugares donde hay un reordenamiento costero, donde se pretende que los líquidos cloacales no vayan tanto al mar, que se recicle, hay países muy avanzados. Lugares residenciales que sentís cierto aroma cuando vas a un restaurante de categoría y es porque a determinada hora están regando, y lo hacen con líquidos cloacales con cierto tratamiento. Son otras culturas que ojalá tengamos acá”.

Saber para empezar a proteger
Las consecuencias por el impacto negativo hacia el recurso marino a través de los residuos urbanos es y puede ser aún más grave, advierte Fidalgo. A corto plazo, lo son ya que podrían perderse, en el caso de Bahía, especies como el Delfín del Plata o el Delfín Franciscana: “Sabemos que de seguir el ritmo actual de muerte, en diez años ya se extingue, la gravedad de que aparte de ser un indicador del estado de salud del ambiente, es el único que queda entre delfines de río y de mar, es el único que existe en el mundo. También la pérdida de elementos de la naturaleza que sirven de elemento a otro, a corto plazo se está notando”.
La pregunta es qué hacer de aquí en más para no empeorar lo arruinado: un sistema de gestión de residuos es lo primordial para comenzar: “Lo que tenemos que hacer es proponer la gestión de los residuos urbanos no sólo los que generamos en los domicilios -que a veces dependen de nuestra conducta individual-, que haya una cultura de separación. Continuar con el tema de la educación para que el día de mañana quienes lleguen a la toma de decisiones sepan qué es lo que tenemos. Si no sabemos lo que tenemos, difícilmente lo podamos cuidar”.

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2009-06-13 00:00:00
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