Organismos de derechos
humanos de Bahía Blanca enviaron cartas a sectores de la iglesia católica a fin
de que colabore para dar con el paradero del cura Aldo Vara, imputado por
crímenes durante la última dictadura militar.

Habrá que ver que diría Dios si supiera del prontuario del sacerdote Aldo Vara
pero para empezar seguro se agarraría la cabeza por tanta atrocidad cometida.
Aldo Omar Vara fue capellán auxiliar del V Cuerpo de Ejército desde 1971 y 1979
y tuvo participación en lo que fue el plan criminal sistemático llevado a cabo
durante la última dictadura militar.
Fue el propio Vara quien estuvo junto a los chicos secuestrados de la escuela
ENET, quien vio cómo habían sido torturados y que sin embargo nada hizo para
ayudarlos y ni siquiera dio aviso a sus familias de que los chicos estaban en
el Batallón con vida. Vara solo se ocupó de llevarles a esos adolescentes la
palabra de Dios, galletitas y hacerlos rezar.
Por ese y otros
varios hechos Vara es buscado por INTERPOL. Se le imputan los delitos de
privación ilegal de la libertad agravada por amenazas y violencia; homicidio
agravado por alevosía en concurso de tres personas por lo menos y homicidio y
desaparición forzada e imposición de tormentos.
Ya el año pasado en el primer juicio a represores en Bahía Blanca, el tribunal
había pedido que se investigue la participación de Vara en los centros
clandestinos y dentro del ámbito del V Cuerpo. La fiscalía así lo hizo y pidió
la detención e indagatoria del cura. Fue el juez Santiago Martínez quien denegó
dichas medidas solicitadas hasta que la decisión fue apelada por fiscalía y
revocada por la Cámara Federal quien dictó finalmente la detención e
indagatoria del peligroso sacerdote que aún continúa prófugo.
En razón de ello, organismos de derechos humanos de Bahía Blanca enviaron
cartas a sectores de la iglesia católica para que colabore a fin de dar con el
paradero de Vara.
 “Nos dirigimos a Ud. y por su intermedio a Su
Santidad el Papa Francisco, para solicitar su ayuda en el delicado asunto que
pasamos a exponer” comienza una de las cartas dirigida en este caso al nuncio
apostólico en Argentina, Monseñor Emil Paul Tscherrig.
La misiva
informa sobre los hechos en los que está involucrado Vara y concluye: “Nuestro pedido concreto al Papa Francisco es
que, en virtud de su autoridad canónica y espiritual, interceda, instruya,
ordene, o cuanta acción considere útil, para que Aldo Vara se allane al proceso
judicial que se sustancia en la República Argentina en el que se podrá
demostrar su responsabilidad criminal o confirmar la presunción de inocencia en
el marco del goce pleno de las garantías constitucionales y el estado de
derecho democrático”.
Las cartas fueron firmadas por HIJOS, Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos y Red por el Derecho a la Identidad, todas organizaciones de Bahía
Blanca.
Integrantes de esos mismos organismos brindaron una conferencia de prensa para
dar a conocer públicamente el pedido de colaboración a la iglesia.
Alejandra Santucho de HIJOS señaló: “Los organismos de derechos humanos de la ciudad
de Bahía Blanca, APDH, la Red por el Derecho a la Identidad de Abuelas, y
nosotros desde HIJOS, les hicimos llegar a la iglesia católica en todos sus
ámbitos nuestra preocupación y nuestro pedido de que interceda, instruya y tome
todos los recaudos necesarios para la localización del cura Aldo Vara que en
estos momentos se encuentra prófugo y está siendo requerido por la justicia
internacional como es INTERPOL”.
Al seguir siendo
Vara un miembro de la iglesia, ésta debe hacerse responsable de su localización
“y
arbitrar todos los métodos que estén a su alcance, más teniendo en cuenta hoy
en día que el discurso de la iglesia desde el papa Francisco es colaborar con
todo lo que esté a su alcance para poder dilucidar estas situaciones como se lo
dijo en persona a Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo, que estaba a
disposición para poder arbitrar todos los métodos que hicieran falta.
Basándonos en eso también nosotros creemos que es necesario que con esta clase
de hechos, si está buscado el cura Vara por INTERPOL, por la policía
internacional así que emitimos tres cartas a tres estamentos diferentes.
Primero a monseñor Garlatti de acá de Bahía Blanca, al arzobispado, también al
arzobispado de la provincia de Buenos Aires con el arzobispo Mario Aurelio Poli
y al nuncio apostólico para que por intermedio de él se la haga llegar al papa
Francisco”.
Santucho recordó el caso de los chicos de la ENET: “En los juicios por la verdad
en el año 99 Vara admite haber estado con un grupo de chicos que fueron los
chicos de la ENET, un grupo de chicos secuestrados de entre 16 y 18 años que
pasaron por La Escuelita y luego por el batallón. Vara admite que estuvo con
ellos, los chicos le mostraron los signos de tortura, Vara admite que los vio,
está grabado, están los videos, él dice que sí, que los chicos le mostraron sus
torturas y también admite que no hizo nada. Los chicos le pidieron por favor
que le avise a las familias que estaban ahí, que estaban vivos, también admite
que no lo hizo, que no lo recuerda pero que no lo hizo pero si admite haberles
visto las torturas a chicos adolescentes prácticamente”.

Suena raro
El doctor Walter Larrea es abogado querellante en el juicio a los
represores y también se hizo presente en la conferencia de prensa: “El cura
Vara no está siendo buscado, no ha sido imputado y llamado a indagatoria por su
misión pastoral. En la oficina del cura Vara que tenía grado militar dentro del
Batallón de Comunicaciones, se interrogó y se sometió a tormentos a detenidos
además de la experiencia de los chicos de la ENET que como bien decía Alejandra
en su momento eran chicos de entre 16 y 18 años que habían estado treinta días
sometidos a las condiciones más gravosas para la dignidad humana en el centro
clandestino La Escuelita. Una vez pasados al batallón, continuando con su
estado de detención merced a una parodia de rescate y demás, vale decir, en
esos casos de personas de carne y hueso estamos hablando porque por ahí cuando
uno lo diluye o lo clarifica en los tiempos penales, quizás no se alcance a
dimensionar la verdadera gravedad de las imputaciones que pesan sobre el cura”.
Más allá del caso mencionado, Larrea refirió otro que habla de la participación
de Vara: “Una detenida que luego del tránsito por el centro clandestino de
detención La Escuelita es visitada en la unidad de Villa Floresta por el cura a
quien conocía de sus estudios secundarios y el cura lo que hace es endilgarle a
ella y a sus padres la responsabilidad por los sufrimientos que esta detenida
pasa. Vale decir, no estamos hablando de un reproche penal por u opinión, por
sus discursos en la misa dominical, estamos hablando de conductas positivas y
activas que tienen como resultado delitos penales muy graves. En algunos casos
no solamente con aplicación de tormentos sino que tienen que ver por su
participación mediata en estos hechos, con homicidios”.
“El cura Vara por la jerarquía y por la autoridad que implica un cargo
religioso tenía en sus manos haber podido morigerar y hasta evitar esas cosas y
no solamente que no lo hizo sino que contribuyó al plan sistemático, al plan
criminal participando activamente de los mismos”.
Por lo dicho en la conferencia, suena raro que la iglesia desconozca el
paradero de Vara: “Es posible que se encuentre en el país como es posible que
no y en ese sentido creo que es determinante, fundamental y absolutamente
necesaria la colaboración de la iglesia católica para que diga donde está Vara.
A nosotros o en lo personal a mi, y creo que compartimos quienes estamos en la
mesa, nos resulta francamente insostenible pensar que la Iglesia Católica no
sabe donde está Vara”.