Una empresa con más de 30 años en el mercado de de extractores y purificadores de aire entró a convocatoria de acreedores en 2001, para terminar en la quiebra en 2009. Ante esta situación un grupo de trabajadores se preocupó sobre cómo mantener su fuente de trabajo, averiguando con otras empresas que estuvieran ante el mismo problema.

Luego, acudieron al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) para hacerse conocer. A las dos semanas los síndicos de la empresa quebrada plantean la realización del balance, y les comunican que tienen que estar en la calle. Ante esos requerimientos Robledo recuerda la respuesta: “Les dije que no, que tenía una familia que alimentar. Los compañeros tenían una familia que alimentar, y que no nos íbamos a ir de acá, que era nuestra fuente de trabajo”.

Y así empezaron el camino hacia la creación de la cooperativa. “Eso fue lo que nos salvó. Si no hubiera hecho nada ellos hacían el balance, cerraban la puerta y salíamos a la calle. Porque somos hijos de provincianos, lo único que sabemos es ir a trabajar, y si nos daban la orden que íbamos a estar afuera, nos íbamos”.

“De acá no me voy: hay que armar la cooperativa”. Esa convicción empujó para adelante. Con el apoyo del Inaes obtuvieron rápidamente la matrícula, y así comenzaron a trabajar como Cooperativa La Esperanza de Monte Grande, con siete socios fundadores.

La Esperanza en marcha

En agosto la Cooperativa de Trabajo La Esperanza cumplirá siete años, y su presidente repasa algunos logros recientes: “Hicimos una campana nueva, tenemos un vehículo cero kilómetro. Se logró también el pago de los tres años de la cooperativa. Tenemos ganas de seguir creciendo. Esto es nuestro futuro. Como hablamos siempre con los compañeros que no hay que perder esta oportunidad que el gobierno anterior nos dio: la posibilidad de mantener nuestra fuente de trabajo”.

Referente no solamente de su cooperativa sino también de una federación de cooperativas de trabajo metalúrgicas, Robledo sostiene que “estoy charlando con la gente de este gobierno también preguntando cómo va a seguir el camino”. Conocedor de los problemas y necesidades cotidianos “me tengo que abocar a estar con las nuevas autoridades, y explicarles en qué nos ayudó el gobierno anterior. Este gobierno dijo que iba a seguir el camino ayudando a las cooperativas. Porque uno hizo camino, golpeó puertas, se le cerraron, otras se abrieron, y eso es la continuidad”.

“La verdad que estoy orgulloso de los compañeros, de todo lo que logramos. Porque en verdad uno nunca soñó que de ser empleado, ahora es dueño de la empresa. Muchos sacrificio, a veces mala sangre, porque hay que mirar esto, pagar lo otro… Pagamos todos los impuestos -como toda empresa privada-, no queremos aflojar. Nosotros salimos de atrás de una máquina, tuvimos que aprender muchísimas cosas. Hoy, a los siete años de su creación es un orgullo”.

Producción

La Cooperativa de Trabajo La Esperanza fabrica purificadores de cocina, campanas, ventiladores de techo, extractores de baño y extractores de aire. Firmó un convenio por el corriente año con la Universidad de Lanús y el Ministerio de Educación para hacer tres productos nuevos propuestos por los trabajadores.

La Esperanza está abierta para el intercambio con estudiantes y ámbitos académicos, para que conozcan el movimiento cooperativo y su operatoria. “A la cooperativa vienen desde chiquitos de primaria hasta universitarios a hacer trabajos sobre cooperativismo. La gente va aprendiendo poco a poco sobre esto”, manifiesta el cooperativista.

También se ha acercado un trabajador cansado de desempeñarse en empresas privadas, a experimentar el trabajo cooperativo. “Y me decía que es algo nuevo. Porque él veía distinto, veía una fábrica privada en la que el patrón lo único que exige es que el producto salga. Y si le puede pagar menos al empleado, le paga. Y a nosotros nos ve distintos, porque todos estamos sumados a este proyecto”.

Participación en la Central de Compras

La Cooperativa La Esperanza participa de la Central de Compras Cooperativa convocada por las Federación Argentina de Cooperativas de Consumo. El propósito final de esta Central de Compras es aportar al crecimiento del sector cooperativo a través de una herramienta simple y efectiva como es la integración cooperativa.

Robledo reconoce la importancia de esta herramienta por cuanto en las cooperativas “el tema de la comercialización es el mayor problema”. Y agrega: “Porque a pesar de los problemas que tenemos con la inflación y todas las cosas, seguimos peleando y creciendo. Al conseguir un cliente ya nos ponemos contentos, y tener a la Obrera y a la Facc nos hace crecer”.

Nota: elaboración propia a partir de micro “Mundo Solidario”, que se emite por Radio Universidad AM 1240.